23 abril 2007

INFRAESTRUCTURAS Y DEBATE PÚBLICO



Desde el año 1929 en que nació con el nombre de Partido Nacional Revolucionario hasta el año 2000 que pierde las elecciones federales el Partido Revolucionario Institucional de México, PRI, gobernó ininterrumpidamente el país. En esos 71 años este partido aportará un total de 14 presidentes distintos que sin hacer un estudio histórico profundo del México contemporáneo, cosa que aquí como es lógico no tiene lugar, pueden reconocerse por el siguiente signo: cada uno de ellos pertenecía a un grupo determinado y mientras gobernaba favorecía los intereses de esta casta para que acabado su mandato fuera relevado por otro dirigente más acorde a dar beneficios a otro grupo de poder diferente. El tiempo que gobernó en México el PRI se lo llegó a llamar la dictadura perfecta y muchas veces se ha afirmado que las elecciones en este país eran un simple ritual para dar apariencia de democracia pues este sistema se alimentaba del fraude electoral, la represión y la violencia contra los ciudadanos en cuanto que votantes. Probable consecuencia de todo esto es que el 1 de enero de 1996, el día que entraba en vigor el tratado de libre comercio entre este país y Estados Unidos, el Frente Zapatista de Liberación Nacional se subleva en Chiapas debido a la represión de los derechos de los indígenas causadas por estas sucesiones de gobiernos corruptos.

En innumerables ocasiones, no vamos a ser aquí más originales que nadie, se ha comparado al PRI con coalición canaria. En los 14 años seguidos que han estado gobernando en la comunidad autónoma ha habido tres presidentes de gobierno, Manuel Hermoso, Román Rodríguez y Adán Martín. Cada uno de ellos ha sido valedor bien de sus propios intereses, en los renovados mapas de Canarias de Google Earth se vuelve a ver desde el cielo en el suelo de Granadilla la nave industrial de MAHER en la zona del polígono industrial, o bien de los intereses de los Plasencia, Jiménez y Cazorla en la legislatura actual. Para el periodo del 2007 al 2011 han elegido para formalizar nuevos intereses a un tipo gris como Paulino Rivero con el que apuestan por dar continuidad a la estructura caciquil que coalición canaria tiene montada en las Islas en virtud al que probablemente sea el sistema electoral más injusto que haya existido nunca en democracia formal alguna. Nosotros esperamos que se vayan esta vez a su casa y que no ganen las elecciones porque no habría que esperar que CC gobierne durante 71 años, seguramente con una década les daría tiempo de sobra, para destrozar y hundir en la miseria ecológica, económica y social a las Islas para siempre de manera irreversible. Lo triste es que en Canarias no hay una oposición mínimamente decente sino que el PSOE y el PP son más de lo mismo y nunca serán alternancia sino valedores de otros grupos de intereses.

Parece que todo esto viene a confirmarse con lo que está resultando una huida hacia delante en el tema de las infraestructuras. Esta legislatura se ha caracterizado por una obsesión casi enferma por el cemento y todo lo que, en este terreno, dé la impresión del falso progreso que representan determinadas infraestructuras. En el olvido ha quedado la propaganda de la red transoceánica de transportes de Adán Martín que durante unos meses parecía que iba a ser la solución a todos los males estructurales de Canarias, muchos de ellos agudizados por el actual modelo de desarrollo feroz de coalición canaria. Esta semana se ha publicado en el Boletín Oficial de Canarias una resolución para la ocupación urgente de los terrenos para la construcción del anillo insular de carreteras de Tenerife. Ahora mismo se están redactando a toda prisa los proyectos de la vía exterior en La Laguna, la vía cornisa en Santa Cruz y se están comenzando las obras de circunvalación en Adeje y Santiago del Teide. En El Tablero se están movilizando los vecinos para crear una asociación en defensa de lo que es su forma de vida agrícola que acabaría por perderse para siempre si la vía exterior se construye. Sin duda viajan de buena mano porque están asesorados por Pedro Fernández Arcila que es uno de los mayores responsables de que el desastroso puerto de Granadilla no se haya construido todavía. En este sentido recordamos cómo a finales de febrero la autoridad portuaria de Santa Cruz, con su presidente Luis Suárez Trenor presuntamente implicado en una estafa por la construcción de una marina deportiva en San Andrés por unos papeles secretos que lo relacionaban con la empresa Fórum Filatélico, se apresuró a adjudicar las obras del dique exterior del puerto de Granadilla a, entre otras empresas, la del posible imputado en el pelotazo de Las Teresitas Antonio Plasencia. Sin duda esto que ha hecho Suárez Trenor, aparte de ser la cacicada más descarada que se recuerda en las islas desde hace años, suena a una forma de asegurarse el futuro ante su inminente salida de la administración de los puertos de Tenerife y de la política en general. Es más, parece que la autoridad portuaria, que para estas obras se endeudará por completo durante 25 años y no podrá invertir ni un euro en otros puertos de la Provincia, se contente con el pelotazo de la adjudicación de las obras y si este dique se llega a hacer ni siquiera se molestarán en terminar el puerto pues ya han perdido hasta la fe en el proyecto. Ya hay antecedentes de ello en Canarias: el puerto de Arinaga está ahí todo cochambroso e inoperativo por los vientos y sólo ha visto fondear un barco desde su finalización. A poco más de un mes de las elecciones, con un parlamento fuera de sesiones y con un gobierno, en muchos sentidos, en funciones estos movimientos suenan a recogida de beneficios y delimitación de posiciones ante quienes puedan llegar ahora a los distintos gobiernos.

Un caso aparte es el del tranvía del área metropolitana de Santa Cruz Laguna. Éste siempre ha estado concebido por el cabildo de Tenerife como un importante, y caro, medio de propaganda de la entidad que es gobernada por coalición canaria. Ahora, después de apretar en la finalización de las obras en los últimos meses, tras haber tenido dos ciudades por completo patas arriba durante tres años, han decidido desde instancias políticas retrasar la inauguración oficial, mantenerlo en pruebas y no empezar con el transporte de viajeros hasta el 2 de junio. Dice el portavoz del cabildo Bermúdez que con ello se quiere evitar que se le eche en cara a CC que la inauguración ha sido un acto preelectoral pero sabemos que esto no es así. Coalición canaria nunca ha tenido el más mínimo reparo y la desvergüenza de utilizar electoralmente todas las grandes estructuras, ya han hecho preinauguraciones del tranvía o no se sabe ni las veces que se llegó a inaugurar el auditorio, pero es que deben estar asustados de que pueda pasar algo grave que les reste votos. Las múltiples rotondas y cruces, que muchas veces son verdaderos pasos a nivel sin barreras y que ya han provocado accidentes, el trazado que en muchos tramos no es seguro para el peatón, la reformulación del trasporte público del área, que supondrá la desaparición de alguna línea básica y un encarecimiento medio del billete hasta en un 30 por ciento, han desaconsejado a los técnicos del cabildo la puesta en marcha de este medio de transporte que ya ha tenido muchos problemas estando en pruebas y sin la presión de los viajeros. La herencia que deja Ricardo Melchior de esta legislatura es esta enorme chapuza de tranvía y una deuda que habremos de pagar los contribuyentes durante 40 años y que ha dejado en números rojos las arcas del cabildo. Por esto y por haber sido el mayor beneficiador neto de multinacionales como Endesa, de la que ha sido consejero en Canarias, o de la Alstom francesa que construye y mantiene los trenes de Tenerife será seguramente recordado.

El tema de las infraestructuras en Canarias siempre choca con los intereses oscuros de sus promotores. No estaría de más que la Fiscalía Anticorrupción reforzara sus dependencias en Canarias e investigara de oficio casos flagrantes como el del puerto de Granadilla. La forma autoritaria por la que se tomas las decisiones de construir determinadas infraestructuras y la falta de debate y democracia participativa en torno a la conveniencia o no de su construcción reflejan la escasa tradición democrática de nuestros dirigentes políticos. Una gobernanza pública bien entendida tendría la obligación de promover de oficio la celebración de debates públicos para que los ciudadanos decidieran de manera directa no sólo qué tipos de infraestructuras son necesarios sino el modelo de desarrollo que se quiere para un territorio determinado. Esto se llama democracia y es una forma en la que los ciudadanos conscientes e informados son capaces de decidir directamente qué es lo que quieren y lo que no. No vale decir, como muchas veces se ha oído, que el pueblo no está capacitado para tomar decisiones porque la mayoría de las veces políticos que son profesionales del gobierno no saben hacer nada si no es gracias a sus asesores que actúan a la sombra. Muchos ciudadanos hemos demostrado que sin estar guiados por intereses personales y por amiguismo somos capaces de aportar soluciones más plausibles sobre temas que nos afectan en nuestras vidas que políticos recientemente imputados en pelotazos inmobiliarios como es el caso de Miguel Zerolo que lleva 30 años en política.

Canarias Digital, 23 de abril de 2007.