26 enero 2015

Una brizna de calor

Lago Saimaa en Imatra al norte de Suomi. Foto cedida.

A lo largo de mi vida he conocido a mucha gente que se puede calificar como fría. Son gente que vive principalmente de los halagos calculados, las palabras como te quiero o me gustas son puro artificio instrumental, les vales hasta que obtienen lo que quieren de ti, muchas son absolutos vampiros emocionales y seres tóxicos, y están muy dadas a que cuando las necesites te cuentan aquello de a ver si nos vemos cuando pasen estas fechas que suelen ser navidades, semana santa, carnavales, las romerías o el concierto de la Sinfónica que como ya sabemos es un buen lugar para dormir en la dársena pesquera. Jamás quedarán contigo pero siempre que te vean lo repetirán por si algún día les haces falta. Decía Jonathan Swiff que en el mundo cuando una persona brillante suele sobresalir sobre las demás se las puede conocer bajo este signo: todos los necios se conjuran contra ella. Entiéndame el lector que no me estoy poniendo por encima de nadie, he tenido mis necedades que han sido las justas, pero este mismo aforismo se puede aplicar a la frialdad de esos seres vampiro que te chupan hasta el alma si pueden. Y cuando hablo de alma me refiero a esos maravillosos procesos neuronales, muchas veces son guerras internas, que ocurren en un cerebro dividido en tres partes que van emergiendo desde los estratos antiguos hacia los más modernos situados en el lóbulo frontal y que las farmacéuticas ocultan sus investigaciones porque el negocio de las enfermedades crónicas les dan muchos billones de dólares.
Hay un sitio que todavía es más frío que esto pese al calentamiento global: los países nórdicos. Finlandia, Suomi como lo llaman sus habitantes, es uno de ellos. Para los que somos del sur son lugares duros pero increíblemente bellos. La naturaleza es exuberante, puedes salir al bosque a coger setas, la educación es una de las mejores del mundo a pesar de que ahora todo el mundo la critica porque, para mi en buena hora, los niños deben de dejar de dar importancia a la caligrafía en un mundo que se comunica ya con pantallas, donde hay empresa como Rovio en la que la creatividad de este sistema ha hecho de los Angry Birds un emporio mundial y donde el Ministro de Finanzas echa la culpa del 2,7 por ciento de paro a Apple y a Steve Jobs pues con el invento del iPhone se hundió Nokia y con el iPad se imprimen menos periódicos, las papeleras de Suomi son las mejores y más productivas del mundo con bosques que van regenerando de manera organizada, y que según el New York Times estima que su última edición en papel saldrá en el año 2020.
Gracias a las llamadas nuevas tecnologías pese a que ya llevan años y están perfectamente asentadas en un mundo cada vez más global y cruel con la internacionalización del terrorismo, encontré a una amiga que llevaba diez años sin saber de ella. Nos dimos cuenta que los dos atravesamos circunstancias parecidas y recordamos cuando hace una década cerrábamos todos los bares nocturnos de La Laguna y abríamos los primeros de la mañana. Ella y yo descubrimos que no sólo no estábamos para esos trotes ahora sino que compartíamos cosas comunes: el daño que produce la frialdad humana que al de ella hay que unir un clima duro pues puede estar a menos diez grados en su jardín o que a las tres de la tarde ya haya oscurecido. Nos agradó encontrarnos después de tantos años.
A más de seis mil kilómetros de distancia es más que probable que no nos volvamos a ver nunca pero que nuestros tránsitos vitales en busca de la estabilidad emotiva hayan coincidido para mi ha sido un honor. Antes el tránsito era cerrar y abrir bares, ahora es mucho más complejo. Lo que me parece una verdadera putada de la vida es que una persona que considero que tiene honor, que es leal con los amigos hasta la muerte, que sus palabras son sus pensamientos y que hablar de manera instrumental para aprovecharse de la gente es algo que no entra ni de refilón en su forma de entender la vida y las relaciones esté tan lejos de mi o yo de ella porque encontrar una persona con valores es cada vez más difícil. Desde aquí le digo lo que alguna vez ella me ha dicho cuídate tú que yo desde aquí no puedo.

Dedico esta entrada a mi amiga Hanna, la Rubia del Círculo Polar, por aquellas noches que casi nos bebimos toda Malasaña y luego las continuamos por La Laguna.

17 enero 2015

El pufo de las prospecciones


Hace unos meses me había prometido a mi mismo, por cuestiones de salud y asepsia mental, que no iba a hablar en mucho tiempo de política o que quizá no lo haría nunca más. Sin embargo, si no digo esto después de la carcajada que solté hace unos días cuando Repsol decidió dejar las prospecciones frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote porque, según ellos, lo que hay allí abajo es de mala calidad y no es rentable extraerlo es que reviento.
Saber qué había allí debajo había que saberlo de una manera u otra. Aquí hasta el más ecologista, por activa o por pasiva, vive y consume petróleo de una manera directa e indirecta y en las próximas décadas se va a tener que extraer crudo de los sitios más recónditos del planeta porque el sistema va a explotar al máximo este recurso y porque conozco muy poca gente que esté dispuesta a bajar su ritmo de vida para ahorrar este recurso y que piensa que esto es un límite en su nivel de vida cuando la mayoría de las cosas que tenemos y compramos son innecesarias y superficiales. La mayor parte del petróleo que consumimos viene de países de África y Sudamérica donde las multinacionales del petróleo han asesinado a miles de persona y reventado sus recursos a niveles terroríficos pero para nosotros ese petróleo, al que recuerdo que no estamos dispuestos a renunciar, no tiene cara y ahora menos que casi todas las gasolineras son de autoservicio. En Canarias éramos especiales y teníamos que aceptar la pregunta del referéndum de Paulino Rivero que nunca se llegó a celebrar y que hablaba de elegir entre las prospecciones y el modelo actual de las islas: el de la construcción parada y el del turismo repugnante y de baja calidd que nos ha llevado a tasas de un 38 por ciento de paro.
Ben Magec era una organización de vanguardia social y económica en las islas hasta que ésta a sido controlada por partidos como Sí Se Puede en Tenerife o Nueva Canarias en Gran Canaria. Ha sido penoso que, junto con la organización estrella de la ecología Greenpeace, hayan jugado el papel que han jugado aceptando dinero de CC, de los Cabildos de Fuerteventura y Lanzarote, y reuniéndose con un ecologista de última hora como el Presidente Paulino Rivero que aprovechaba el tema de las prospecciones para postularse por tercera vez a la Presidencia de Canarias y con el que, vergonzosamente, han tenido varias reuniones. Penoso todo esto.

No hay petróleo en las islas que valga la pena explotar, Repsol se va a otros sitios donde pueda cometer genocidios, se han gastado millones en recursos en campañas manipuladoras y engañosas hacia la población por las dos partes, la de Soria y Rivero hasta hace 4 años eran buenos socios de gobierno, y aquí cunde el contento de que allí debajo no haya nada cuando lo que debería es cundir es la vergüenza de que sectores que se consideren progresistas le hayan seguido el juego a CC que, no olvidemos, lleva dos décadas depredando de este pueblo y huyendo de todo lo que significara Democracia Participativa. Y mientras Paulino Rivero, su principal promotor, nos ha colado por la escuadra el destrozo del puerto de Granadilla pero no sólo el atentado que se está haciendo en el mar sino en las cientos de canteras ilegales que ha proliferado por el sur de la isla de Tenerife. El tiempo debería poner a todo el mundo en su sitio pero no nos olvidemos de un detalle: esto es Canarias el paraíso de la sin vergüenza. Pronto nadie se acordará de esto.