15 octubre 2007

Educación para la Ciudadanía de Ediciones Akal


Cuando Carlos Fernández Liria, Pedro Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero publicaban, con las punzantes ilustraciones de Miguel Brieva, en Ediciones Akal el libro Educación para la Ciudadanía −Democracia, Capitalismo y Estado de Derecho− ya sabían que su ensayo iba a causar revuelo. Y no sólo éste estaba servido para la ultraderecha que manda en el PP, y el clero mediático que lo sustentan, sino también para el PSOE. No en vano el texto es una crítica a la falsedad de que está asignatura, aprobada por un partido supuestamente socialista en un entorno falsamente democrático, pueda servir para educar ciudadanos encaminados hasta una democracia participativa en un contexto internacional de capitalismo voraz mientras se ha ido degradando otra asignatura como la filosofía que tiene una tradición más crítica y científica. No hay que olvidar que el sistema educativo público ha sufrido estas últimas décadas una precarización enorme. Lo que no podían suponer sus autores es el alboroto que se ha producido en Canarias por la publicación de este texto con una farsa que en muchos casos se debe a una mala fe que roza el esperpento.
Esta semana se ha vuelto a utilizar una institución que atraviesa serias dudas de credibilidad como es el Parlamento de Canarias, después de que se declarara ilegalmente ocupada parte de sus dependencias o de que rechazara la simple admisión a trámite de la ILP para proteger las costas de Granadilla y que hasta ahora ha sido la mayor de Canarias, para llevar a cabo otro ataque consciente al sentido común. A la pregunta del diputado del PP Carlos Ester a la Consejera de Educación Milagros Luis sobre el contenido supuestamente difamatorio vertido en un libro de texto de la asignatura Educación para la Ciudadanía que este año, por decisión soberana de Paulino Rivero, no se impartirá en las islas decía que había requerido a la Alta Inspección del Estado para que retire contenidos del libro porque afirmaba que en él se hacían una serie de afirmaciones ofensivas para las islas.
Estas supuestas afirmaciones estarían en un párrafo que va desde la página 114 hasta la 115 donde se hablan de las consecuencias del capitalismo en su actitud insaciable hacia la vida. Allí se comentan varios ejemplos de cómo se solventan las crisis de superproducción en el sistema capitalista. Primero se habla de mantequilla y de cómo en Galicia se combatió una crisis de exceso de producción dándole a las vacas de comer la misma mantequilla que habían producido. En esta línea se cuenta como en Canarias unas crisis similares de los sectores plataneros o tomateros acabaron por hacer que se tirata la sobreproducción por los barrancos. El objetivo de ambas acciones era el que se mantuvieran los precios. Con estos ejemplos concretos y con más datos, reducción de las plantillas en las grandes empresas, aumento del paro, cierre de pequeñas empresas, los autores dan un salto hacia un ámbito más general afirmando que la “economía estaba enferma” y que, entre otras cosas, había hecho que “millares de jóvenes se engancharan a la heroína”.
Como bien dice uno de los autores, Carlos Fernández, en una entrevista a Canarias 24 Horas hay que tener mala leche para interpretar que los jóvenes que se enganchaban a la droga son los canarios, y nada más que los canarios, por tirar plátanos y tomates por los barrancos. También hay que tenerla para hacer esta pregunta en el parlamento y para interpretar que el libro es un libro de texto, se ve que no lo es con sólo mirar la portada, cuando ni siquiera es un manual para profesores que deban impartir la asignatura pues ya digo que es un texto muy crítico con ésta. Pueden haberse dado dos cosas para que la Consejera Milagros Luis asumiera las tesis del PP. Por un lado que no conociera de qué iba el texto, lo cual es muy grave porque indicaría que está gobernando sin saber lo que hace, o que supiera bien de qué iba éste, lo cual es más grave aún porque dejaría ver que está gobernando en base a la mentira y la manipulación. Recurrir a la Alta Inspección Educativa del Estado es una estupidez porque no puede actuar sobre un libro que no es de texto docente como este ensayo crítico de Educación para la Ciudadanía. En todo caso los jueces tal vez pudieran ordenar secuestrar la publicación, como se hizo en verano con la revista El Jueves por una portada que ni de lejos degradaba a la corona, pero esto ya sí que sería un enfrentamiento directo contra la libertad de expresión.
Lo que seguramente ha pasado es otra cosa. El PP a nivel nacional vive para demostrar, manejado por la ultraderecha y la iglesia, que el gobierno de Zapatero es un gobierno de radicales que quieren la desmembración de España cuando en realidad son unos neoliberales más a los que, afortunadamente para el pensamiento crítico, los autores del libro los sobrepasan por la izquierda. En la estrategia de rodillo en la que se encuentra el PP, no soportan que el atentado de Atocha les sacara del poder como muchos de sus líderes han afirmado, se han dado instrucciones a los Populares en las islas para que llevaran este tema al Parlamento. Con ellos se viene a demostrar que en Canarias, en el pacto de los perdedores de Paulino y Soria, no gobierna ATI sino el PP. Hasta el segundo en el ayuntamiento de Santa Cruz ha hecho un ridículo concierto de la Hispanidad y ha donado su recaudación al obispado de Tenerife a través de una organización como Cáritas a la que nunca se le reconoce bien su labor por el esfuerzo de sus mal pagados trabajadores y voluntarios hacen.
Carlos Fernández Liria fue guionista de aquel impagable programa de la televisión de España de finales de los ochenta del siglo XX llamado La Bola de Cristal y que tanto bueno ha dado a las generaciones que no sólo vieron el programa en su día sino en la actualidad a través del DVD. Sirva este artículo de opinión como un pequeño homenaje, también como la reivindicación de este texto, a gente que como los autores y el ilustrador de este libro tratan, han tratado siempre, de mantener el espíritu crítico a través de la docencia o cualquier otra actividad de la vida. La Bruja Avería decía siempre que podía ¡Viva el Mal, Viva el Capital! como parodia de un mundo abocado a seguir las directrices de la economía liberal. Espero, como dicen los autores en el capítulo 5, que en virtud a nuevas formas de entender la Ciudadanía en Sudamérica en los próximos años “asistamos al espectáculo de cómo comienza para la historia de la humanidad la aventura de la ciudadanía”.
Canarias 24 Horas, 14 de octubre de 2007.
Texto de la disputa en PDF.