01 abril 2013

Lo nefasto de la gestión privada del agua


Mientras algunos hemos estado concentrados en denunciar las grandes privatizaciones que hacen el gobierno del estado o los autonómicos en sectores tan importantes como la enseñanza y la sanidad, hay una privatización muy dolorosa que nos han colado por la escuadra, que no es tan espectacular porque la hacen los ayuntamientos discrecionalmente pero que lleva décadas desplegándose en nuestras ciudades con la sacrosanta falacia que desde el sector privado todo se gestiona mucho mejor dicho esto, claro está, desde funcionarios públicos que cobran de nuestros impuestos. Sin duda, este hecho ha sido determinante para que en Canarias en la mayor de las sequías desde que hay datos registrados no se haya hecho campaña pública alguna de ahorro de agua. Y es como aquello que me decía un emigrante retornado de Venezuela que hizo la suficiente fortuna en los años de la emigración para regresar y montar un bar en la isla y que conocí hace años: los mejores negocios se hacen con agua.
La privatización de la parte del ciclo del agua que afecta directamente a la distribución de este primordial elemento a los ciudadanos ha significado un muy lucrativo negocio a multinacionales como Agbar o Sacyr Vallehermoso, la empresa que rellena los sobres de Mariano Rajoy y demás miserables como él, no sólo porque los grandes negocios se hacen con agua sino gracias al consentimiento, la mayoría de las veces cómplice, de políticos que en lugar de tratar de beneficiar el interés público lo hacen al privado, ya sea el propio o el de sus amigos. El modelo impuesto en la mayoría de los municipios que se han suscrito a la privatización de la distribución del agua por periodos de tiempo que suelen ser de 40 años es el llamado modelo francés que consiste en mantener, al menos nominalmente, la titularidad pública de la empresa de agua resultante, se reserva un 49 por ciento de las acciones la empresa que accede a la privatización y un 51 siguen de titularidad municipal aunque esto sólo sea una pantalla para parecer que el recurso se sigue gestionando desde lo público, pero que se preserva la presidencia de dicha empresa mixta con gente puesta a dedo y, lo que es más grave, la posibilidad de contratar a terceros digitalmente, sin ningún concurso ni control público, burlando así todo tipo de control municipal de las decisiones que se ejercen con un recurso tan delicado como es el agua de abastecimiento y engordando, aún más, la cuenta de resultados de las empresa privadas que gestionan el agua de manera completamente oscura. Después de privatizado estos servicios poco dura la promesa del abaratamiento de los costes y siempre acaba teniendo lugar una subida del recibo del agua que pagan los ciudadanos, no excesivamente grande y asumible pues está en torno a tres o cuatro euros pero que sin duda van a parar a la cuenta de resultados de la empresa tenedora del servicio y que acaban facturando servicios inexistentes como sucede en Santa Cruz de Tenerife donde se cobra la potabilización del agua que no se efectúa incurriendo así en un fraude de ley. El Catedrático Pedro Arrojo de ATTAC lo cuenta mejor que yo en esta entrevista en la Cadena SER. Este perverso modelo de privatización de un bien público tan esencial y primordial como es el agua han sucumbido todos y cada uno de los grandes partidos políticos como el PSOE, el PP, Izquierda Unida quiero suponer que por ignorancia, CiU en Cataluña y el caciquismo representado por CC en Canarias y que han servido de vaso comunicante entre el sector privado y un bien escaso y tan importante expoliado a la ciudadanía.
Todos conoceremos casos particulares de este atraco a un recurso básico que debería estar en manos de la ciudadanía que ya digo que puede ser tan diverso como son los municipios que acometen la privatización de la gestión del agua pero, en este texto, me gustaría comentar dos que son de libro y que conozco bien porque los tengo bastante cerca. Me refiero a los de la empresa Teidagua que controla el agua de los municipios de Tacoronte y La Laguna que lleva décadas privatizada por un conseguidor como Elfidio Alonso y EMMASA en Santa Cruz que resultó de las últimas cacicadas perpetradas por el imputado senador puesto a dedo, con los votos del PSOE y CC, Miguel Zerolo.
En La Laguna este recurso lleva muchos años en manos privadas y algún que otro escándalo se ha tapado en la prensa como la empresa que montó uno de sus gerentes para mediar cobrando céntimos por las pipas de agua, en Canarias el agua en sí está históricamente en manos privadas desde hace muchos siglos y ha hecho muchas fortunas por lo que en estas islas de carácter bananero se habla de aguatenientes en lugar de terratenientes, y que el periodista mercenario Andrés Chávez denunció en la difunta Gaceta de Canarias cosa que enseguida desapareció como desaparece un sobre por el hueco de un buzón. El caso es que más recientemente muchos recordaremos el vídeo de Javier Abreu, no era para concursar a la presidencia de Payasos sin Fronteras sino que era de la categoría de serio, en el que este impresentable decía demostrar que el aire hacía correr los contadores de la empresa Teidagua cosa que se contrastó como falsa. Esta payasada no hubiera significado sino una anécdota si la hubiéramos ejecutado cualquiera de nosotros pero que se tornó en grave esperpento viniendo de alguien que se definía, en aquel momento, como líder de la oposición. Por supuesto los impresentables de un PSOE corrupto como el lagunero viven en 1984 y han retirado este vídeo de Youtube más que nada porque este tipo de imbecilidades pueden perjudicar la actual carrera de un trepa como Abreu que ahora firma cartas como consejero delegado de Teidagua. Cartas como la última que han recibido muchos abonados en las que se señala que se van a sustituir los contadores de agua por unos electrónicos y de telecómputo a precio cero para los ciudadanos pero que a muchos nos gustaría ver el contrato hecho sin publicidad alguna a la empresa que los provee y los instala y que, a buen seguro, han de costar un buen pico a los vecinos de  Tacoronte y La Laguna.
El caso de la santacrucera EMMASA no es menos sangrante, seguramente, que muchas miles de empresas privatizadas durante estos años pero sí que es un ejemplo de libro claro y transparente como el recurso que dicen gestionar de lo nefasto que resultan estas políticas. Que una empresa saneada y bien gestionada, que además arrojaba un superávit a las cuentas municipales, como la empresa municipal de aguas de Santa Cruz de Tenerife, decidiera ser privatizada de la forma que fue, un mes de agosto en plenas vacaciones de verano, sólo se explica por la lógica de los sobres llenos de dinero y el beneficio privado que este recurso público podía reportar a unos cuantos. Salvo Ciudadanos por Santa Cruz que en su momento denunció el tema, Guillermo Guigou calla ahora que ha encontrado una poltrona de mamandurria municipal, partidos que tenían el gobierno como CC y PP pero también unos miserables como el PSOE miraron para otro lado con este asunto y entregaron por  cuatro duros una empresa saneada, con infraestructuras pagadas por los ciudadanos de Santa Cruz a Sacyr Vallerhemoso. La primera consecuencia de la privatización no fue que los vecinos tuvieran un buen servicio de agua, que según se cuenta era excelente cuando la empresa era de titularidad pública, sino que ahora en Santa Cruz pagan una de las aguas de abastecimiento ciudadano más caras de toda Canarias y casi de todo el estado. El grupo municipal de Sí Se Puede en el ayuntamiento de Santa Cruz, Pedro Fenández Arcila y Asunción Frías, han entrado al trapo para denunciar, cuentan hasta 70 las irregularidades por las que se podría suspender el contrato programa con Sacyr, la corrupción que esta operación ha enmascarado y es de esperar que en los próximos meses salgan muchas más irregularidades con esta adjudicación que ha perjudicado notablemente a más de 200 mil ciudadanos de Santa Cruz. Aunque a mi particularmente Sí Se Puede me han demostrado que son más de lo mismo animo a estos concejales a seguir por esta senda para que su municipio vuelva a recuperar la gestión pública de un bien tan necesario como es el agua y animen, con este gesto, a otros municipios a hacer lo mismo o por lo menos la a ciudadanía a exigirlo. Lo van a tener difícil, el poder de Sacyr Vallehermoso es muy grande y viene en sobres como los que probablemente han disfrutado CC en todo este proceso.

La foto que ilustra este texto arriba es la llamada Casa del Agua de la Sociedad de Aguas La Gordejuela en la urbanización La Romántica II situada en la zona de la Rambla de Castro en el Realejo Bajo en la isla de Tenerife. Hoy en ruinas, y con un proyecto de protección desde 2000 aprobado por parte del gobierno que Canarias que no se ha llevado a cabo, que seguramente no se llegará a ejecutar y lo más probable es que el edificio acabe desapareciendo, simboliza el poderío que la empresa Hamilton & Co. tuvo a principios del siglo XX con una máquina de vapor que bombeaba por día hasta diez mil pipas de agua de lo que fue un manantial natural hoy muy mermado por la sobre explotación del nivel freático de una isla que no ha sabido nunca aprovechar sus aguas de escorrentía a favor de las subterráneas en manos siempre de aguatenientes. Con el agua extraída de ahí se regaba buena parte del Valle de La Orotava y demuestra de lo que la iniciativa privada ha sido capaz de hacer para dominar un recurso tan importante como es el agua en unas tierras que serían desiertos si su orografía no chocase con la bendición de los alisios. El edificio es un símbolo también de los que nos encaminamos con unas políticas tan erráticas de la gestión de un recurso tan importante como es el agua cuando se deja en manos de unos pocos que, encima, son unos sinvergüenzas y sólo miran por lo propio.