Ya
lo dice siempre que puede Victor
Küppers en sus conferencias: no hay nada peor que un inútil
motivado. Los que hemos tenido
la suerte de asistir a alguna de sus conferencias sabemos bien a lo
qué
se refiere. Nos habla de esa
gente completamente inane pero
que se arroga con una suerte de obligación moral, que por otra parte
nadie les ha pedido sino más bien todo lo contrario, de ser los
salvadores en
una situación inaceptable que
es muy compleja y difícil de resolver pero que éstos inútiles
confieren de una manera sencilla, probablemente, porque saben que así
pueden sacar tajada o hacerse los héroes cuando lo que más que
llegan es a payasos sin fronteras. En Canarias tenemos el perfecto
ejemplo de esta tipología en las cabezas más visibles de esa
formación política llamada Sí Se Puede, que ahora intenta
extenderse desde Tenerife a las demás islas, manipulada
por progres pequeño burgueses que
no tienen ni puta idea de la
realidad, o lo más que saben
de ésta son
los complementos que tienen sus nóminas,
que creen que su misión en la vida es pensar por los demás y que se
arrinconan como profesores universitarios en La Laguna, alto
funcionariado de la Comunidad Autónoma de Canarias y viejas leyendas
del profesorado de instituto. Veamos
someramente sus acciones como
inútiles en tres ejemplos.
Sin
duda lo mejor que ha ocurrido en la historia de Tenerife en los
movimientos sociales ha sido la creación, hacia 2004,
de Asamblea por Tenerife. Fue
el mayor momento histórico del
asociacionismo de la isla de Tenerife, probablemente de Canarias, y
los poderes fácticos de la isla nos llegaron a tener mucho miedo.
Todavía recordamos aquellas movilizaciones de miles y miles de
personas en la calle, con un entorno mediático completamente hostil,
que a cualquier llamada la gente salía a la calle sin redes
sociales, sin mensajería en los móviles y con gente construyendo un
medio informativo, el Pasalo donde
a mi por ejemplo me censuraron un artículo, que era una fuente de
peleas pero que se trataba de consolidar como un medio alternativo
a las grandes cabeceras como El Día
o Diario de Avisos
financiadas directamente por el empresariado chicha afín a Adán
Martín que ha acabado
poniendo su nombre al auditorio de Tenerife, singular monumento del
despilfarro que pasó de costar 21 millones en los planos a 74
después de construido. Uno tiene ya sus años y no creo que en la
vida vuelva a ver un movimiento social en Canarias tan potente y
esperanzador como aquella Asamblea por Tenerife porque un partido
como Sí Se Puede se encargó de trepar a sus espaldas para darse a
conocer y matarlo cuando ya no les servía. Para ser justos no lo
hicieron solos, la ayuda impagable del Centro de la Cultura Popular
Canaria
y de Izquierda Unida en Tenerife, que también acudieron allí para
obtener sus réditos, fue justa y necesaria para que el mayor
movimiento social de Canarias fuera primero una ruina y luego algo
completamente insuperable en la historia de próximas décadas y
generaciones.
Otro
muerto que dejaron por el camino fue la Plataforma contra el Puerto
de Granadilla. En este
municipio Sí Se Puede pacto, de manera completamente infame, con el
PP y CC para, decían, encarcelar a Cejas, que todavía se anda
tocando los huevos por ahí y se descojona de ellos en su cara, y
detener el puerto de Granadilla. Asamblea por Tenerife debió
su nacimiento en la
oposición a este proyecto
pero, no lo debemos olvidar, se metió en todas las disputas sociales
de la isla hasta su completa inoperatividad unos años después.
Nunca sabremos todo el dinero que Sí Se Puede recibió como
financiación irregular en ese municipio con sólo un concejal, un
sociata resentido como
Antonio Cabrera, ni como José Luis Fuarros después de ser alto
cargo a dedo en el ayuntamiento acabó peleado con Cabrera ni la
documentación que éste acabó robando a la plataforma contra el
puerto que acabó quedando tirada. El resultado a día de hoy es que
el mayor atentado ecológico de la UE está terminando su dique
exterior, ha pedido una subvención para completar parte del
equipamiento
y Antonio Plasencia su constructor experto en pelotazos, (Teresitas,
Barrancos de Güímar o el propio puerto) ha visto reflotar su
fortuna personal. En la actualidad a Sí Se Puede, que han pillando
bastante poder desde entonces, les importa una puta mierda lo que en
Granadilla ha sucedido o lo
que pueda suceder. Cómplice es su casi absoluto silencio en contra
de la ampliación de la línea dos del Tranvía o de su
posicionamiento en contra de lo que son las cosas terribles que
todavía siguen pasando en la isla. Ahora, como buenos
nuevos caciques, lo que les
importa es quedar bien ante todo el mundo, no asumen que
gobernar signifique
decir y hacer las cosas
aunque no gusten a una mayoría y
mantener el poder a toda costa con el único objetivo de los cuatro
años: cuando toca ir a las urnas y continuar el poder y con los puestos
de los que algunos tan bien viven. Yo,
que en lo personal soy muy abierto, jamás les perdonaré esta
infamia
cometida con el puerto de Granadilla con la que hasta tuvieron la
cada dura de ir a buscar votos.
Que
conste una cosa: a mi Podemos no me gusta porque me parece que es un
partido que ha surgido de manera oportunista sin capacidad siquiera
de plantear el sistema actual que, a mi modo de ver, debe ser
superado pues todo lo que signifique ser parte de él es perpetuárlo.
Sin embargo, los elogio a nivel de sus bases, de las asambleas que
fueron capaces crear algo de la nada y, sobre todo, de ser gente que
no era conocida y si nueva en el mundo de la política. Ese mismo
efecto se dio en Tenerife hasta que Fernando Sabaté,
por cierto tío con ese bigote que te has dejado pareces un Pancho
Villa tiranizado, y algunos más fueron a ver a Pablo Iglesias e
Iñigo Errejón y éstos les dieron la franquicia y el derecho de usar
en nombre en la isla de Tenerife. Durante varios
años la dirección de Sí Se
Puede trataba de hacerse un nombre y de ir con el al Congreso de los
Diputados, sic, traicionando el trabajo local que habían hecho los
primeros seis años de existencia y pactando con exsocialistas
manchados de corrupción y financiados por Nueva Canarias. El
resultado fue que Podemos les hizo la campaña sin que éstos
tuvieran que mover un dedo y colocar en el Parlamento de Canarias a
paracaidistas como El Maceta, después de muchos años de militar en
pequeños partidos que no le dieron
un puesto tan interesante como este. Un
puesto en el que le era muy
cómodo viajar, según dijo en
una entrevista vergonzosa, a sus asuntos
particulares con los cheques de viaje del Parlamento que le pagamos
todos. En fin, el caso es que
donde estos meten la mano todo acaba mal porque son ogros de la
política y no entienden aquella máxima que hay que dejar pasar a
las nuevas generaciones porque aunque la mayoría tenga más de 50
años, en un complejo de Peter Pan pero también en un mal hacer del
Principio
de Peter, se creen que todavía son jóvenes cuando ya deberían
estar pensando en rescatar sus fondos de pensiones, vender sus
acciones de Telefónica y vivir, y dejarnos vivir, a los demás
tranquilos. Yo no sé de sus acuerdos, les he oído tantas falacias y
mentiras que no me fío de ellos, pero parece que acordaron diluirse
en Podemos, cuando dieron el paso hacia esta formación se les fue
mucha gente de base que les hacían el trabajo duro, y ahora lo que
han hecho es tratar de resucitar la marca Sí Se Puede pensando,
seguramente, que los que les votan lo van a seguir haciendo de una
manera divina porque para
ellos los que tenemos el derecho al voto somo, sobre todo,
gilipollas. Lo que es
terrible es el acuerdo que llegaron probablemente en una mesa de un
bar, apuntando en servilletas, que dejó tirados a los que formaron
Podemos en la isla porque recibieron la bendición de otros
universitarios que les entregaron
las siglas del partido. Iglesias
no sabía lo que hacía, les entregaba el control de un partido a
unos mediocres que viven de callar la boca mientras él recogía las
críticas brutales de toda la ultraderecha española, sus medidos de
comunicación y sus aliados como Ciudagramos
o el PSOE.
Llevo
años callando en mis criticas a Sí Se Puede porque me interesaba
más vivir mi vida y porque durante una época en la que fui
razonablemente crítico llegué a perder amistades y gente que me
hacía la pelota como el trepa de Rubens Ascanio me quitaron el
saludo. Pensé que no valía la pena desgastarme en contra de una
gente que vive de lo que yo pago con mis impuestos y que usaban su
tiempo laboral, que lo pagan mis impuestos, en atacar a un tipo como yo que, a su lado, soy y seré
con mucha alegría un don nadie pero que siempre me he mantenido
firme en mis principios porque
no me vendo por un sueldo como éste que he nombrado ha hecho.
Si ahora cuento esto es porque me importa una puta mierda lo que
puedan decir de mi, no creo que lo hagan porque ya se mueven en otro
ámbito, y voy a tener el
orgullo de mirarles a la cara por la calle hasta que ellos me quiten
la mirada por cobardes.
Quiero acabar con una pequeña reflexión. A los que siguen en la
base del partido, que me consta que todavía la tienen y
son muy válidos, les digo
que no entiendo por qué apoyan a los dinosaurios que siguen
controlando el partido casi 12 años recordando que una de sus
promesas era largarse de éste y de la dirección
mucho antes porque lo que les
importaban, decían, eran las ideas y no las personas. Parece que esto no es
así, que lo que quieren, lo que han hecho, es profesionalizarse en
la política y hacia ello van. Aquí va mi respeto hacia las bases de
Sí Se Puede y mi estupefacción que hagan lo mismo que hacen las del
PSOE: defender a unos impresentables que los han utilizado para
hacerse con un cargo.
No hay proyecto que valga la pena defender para siempre, a día de
hoy las cosas deben empezar pero, sobre todo, deben acabar y saber
cuando acabarlas
bien. Sí Se Puede debería haber terminado
ya hace unos años porque no representan lo que fueron sino que se ha
hecho una máquina de situar a gente en puestos cómodos que no
tienen puta idea de lo que pasa en la calle como
que hay cientos de miles de canarios que viven con bastante menos de
400 euros al mes. Un último dato: a esos progres que he visto
defender las conquistas
de Venezuela les reto a dejar sus cargos de funcionarios públicos,
sus adosados, su vida bien pagada en las islas donde
hay verdaderos nichos de pobreza
e irse a vivir en un entorno de inseguridad como el que hay en
Caracas viviendo y comiendo con la gente del pueblo. ¡No hay
cojones!