06 agosto 2007

Algo huele a podrido en La Laguna




Ana Oramas tiene fama de que cuando anda por las dependencias del ayuntamiento de La Laguna nunca saluda ni mira a la cara a la mayoría de auxiliares que trabajan en esta institución. Esta pequeña cacique peninsulera niña mimada, cuya familia medró gracias a que el primer tranvía de Tenerife dejó de funcionar para que la empresa de guaguas que explotaban se hiciera grande, sin duda los debe de considerar como seres inferiores. Ganadora por mayoría absoluta en las elecciones del 27 de mayo que tuvieron unos índices de abstención de casi el 42 por ciento, tiene mayoría absoluta en virtud de sólo el voto del 26 por ciento del censo total, va a pasar a la posteridad como la alcaldesa que ha conseguido llevar a esta ciudad a la mediocridad política, social, cultural y económica mayor de su historia. Sin duda estos cuatro años más de mandato van a significar un continuismo de esta torpe labor que ya inició hace ocho años.
La Laguna es una ciudad que produce los sentimientos de vergüenza y pena a partes iguales. En ella siempre sus dirigentes se han jactado de que supuestamente es la capital cultural del archipiélago a un tiempo en el que se han reprimido todas las manifestaciones culturales y de lo único que se puede presumir en ella es que es la capital patrimonio de la especulación inmobiliaria tanto en su Casco Histórico como en sus zonas rurales y agrícolas. En el casco mientras se levantan plazas con solera para adoquinarlas con piedras basálticas de una cantera China, alguien en Canarias se debe estar forrando con la importación de esta piedra de muy mala calidad que está ocupando centros urbanos en muchos puntos del archipiélago, se especula con el Patrimonio que en mala hora fue declarado de la Humanidad por la UNESCO y en su perímetro histórico protegido puede existir ahora mismo 20 construcciones muchas de ellas camufladas con supuestas restauraciones. El proyecto de vía exterior, que irá desde La Cruz Chica hasta Geneto, prevé la construcción de 60 mil viviendas en alturas superiores a las permitidas y va a resultar la destrucción del poco suelo agrícola que queda en el municipio en pos de la especulación más brutal que habrá existido nunca en esta ciudad y que nos dejará, sin duda, a la altura de municipios como Marbella.
Mientras en su territorio se encuentra el centro comercial más antiguo de Canarias, un favor que el inefable José Segura hizo a multinacionales francesas que sacan el dinero a puñados de nuestro territorio y que han empeorado nuestra calidad de vida y las relaciones laborales, cada día se cierran o desaparecen más cosas. Desde hace unos buenos años no hay cines en el casco por primera vez en la historia desde que a finales de los años 20 comenzara el cine comercial y el Teatro Leal lleva más de una década cerrado. Como la prioridad del Cabildo de Tenerife es hacer especuladores contenedores culturales como el Auditorio, el Centro Oscar Dominguez o chapuzas tranviarias esta institución apenas se ha gastado un céntimo en cultura y el Paraninfo de la Universidad de La Laguna está casi en ruinas y lleno de cagadas de palomas a pesar que hace casi una década se hizo cargo de su gestión y remodelación. En este sentido el seguidismo de Ana Oramas a los peces gordos de su partido como Ricardo Melchior huele tanto a cata del sabor del trasero ajeno y sin duda hace que sea la mayor responsable de la miseria cultural que como nunca hay hoy en día en este municipio. Estos días ha quedado cerrado el tradicional mercado de la Plaza del Adelantado debido a un problema estructural del edificio a causa de unas obras en el anexo palacio de justicia a pesar que hace pocos meses el ayuntamiento se gastó casi un millón de euros en remodelarlo aún sabiendo entonces que los problemas estructurales ya podían existir. Hasta el casto y obsoleto beaterío lagunero anda de capa caída ya que la Catedral está prácticamente en ruinas y hace un año y medio se quemó por completo la sede del obispado. Recuerdo ver a la Oramas llorando con lágrimas de cocodrilo la desaparición de esta joya del patrimonio cuando todavía ardía. Esas lagrimitas no le nublaron la vista cuando firmó el decreto que le cedía la Casa del Padre Anchieta gratis a los zánganos de los curas laguneros como palacio provisional mientras todavía salía humo de sus cenizas.
La única cosa relativamente buena que ha hecho ATI en La Laguna en la última década es aplicar las subvenciones europeas del Plan Urban para acondicionar y dotar de servicios de ocio a núcleos urbanos como La Cuesta o Taco que han estado décadas dejadas de la mano del ayuntamiento y que a pesar de este plan lo siguen estando porque para la corporación local La Laguna sólo es el centro. Blanca Pérez, a pesar de haber sido comunista y militar en ICAN, ha aprendido mejor que nadie a ejercer de cacique y a crear relaciones clientelares en los barrios que han sido los que le han dado la victoria a ATI. Experta en mentir hasta dicen que en su vida privada nunca se le ha oído decir que los dineros de este plan son de fondos europeos pues ATI ha sido una experta en vaciar las arcas públicas allí donde gobierna y con el eterno victimismo sacar dinero a Europa con lo que surge el desaguisado de que un contribuyente alemán es el que financia con sus impuestos los pelotazos urbanísticos en Canarias.
Esperpentos como que las instituciones públicas financien un concierto de Reggaeton machista como el inicio de la gira mundial de Don Omar en la Plaza del Cristo de La Laguna hacen que los que tenemos una dosis alta de vergüenza ajena nos pongamos rojos por ser canarios y vivir en La Laguna. En esta república bananera pasan a menudo estas cosas ya que hasta aquel ser simple que fue viceconcejera de cultura llamada Dulce Xerach llamaba con total desparpajo cultura a este tipo de actos. La Laguna, por culpa de la mala gestión de estos años, jamás volverá a ser capital cultural de nada en el archipiélago porque está hundida en un pozo profundo del que ya será muy difícil sacarla nunca porque hasta la oposición mediocre de Javier Abreu le hace tan bien el juego a Ana Oramas que ésta le ha puesto un cómodo sueldo de 50 mil euros al año como edil liberado. Y es que como dice un compañero por ahí con este ganado tenemos que arar. En Canarias el hecho de que durante décadas los segundones hayan medrado mamando del poder hace que haya pocas perspectivas de que las cosas cambien en un plazo razonable de tiempo. En el caso de La Laguna haya que tirar todas sus estructuras de poder y empezar de nuevo porque lo que hay está tan viciado que pronto volvería el olor a podrido.