29 marzo 2012

Yo acuso a Comisiones Obreras y a la Unión General de Trabajadores


Yo acuso a Comisiones Obreras y a la Unión General de Trabajadores de ser los verdaderos responsables que el PP y el PSOE hayan sido capaces, en menos de dos años de degradar tan enorme e irreversiblemente las relaciones laborales en este país. Por más de 20 años estas dos supuestas centrales sindicales han estado siempre cercanas al poder, cuando no se han confundido con éste, con el único objetivo de salvar sus estructuras sociales, empresariales, la abultada forma de vida de sus cúpulas directivas y sus libreados sindicales. En otro contexto donde hubieran existido sindicatos auténticos de lucha obrera un partido político como el Partido Popular jamás hubiera sido capaz de aprobar unas leyes laborales que degradan a la clase trabajadora a un estatus de esclavitud, destruyen el derecho social y laboral y ahondan de manera irreconciliable la fractura social que existe con las clases ricas empobreciendo sobremanera a las clases medias.


Yo acuso a Comisiones Obreras y a la Unión General de Trabajadores de robar centenares de millones de euros de los presupuestos del estado, de los impuestos que pagamos millones de trabajadores que somos los sostenedores netos del sistema en realidad, para hacer cursos que no se realizaban nunca con el único objetivo de financiar el entramado laboral y empresarial de estas dos supuestas entidades sindicales. Unos sindicatos pagados por el estado vía subvenciones nunca podrán ser libres e independientes y siempre estarán merced de la gratitud estomacal de las manos que les alimentan, en este caso los dos partidos políticos que se han turnado en el gobierno en estos 33 años que ha estado en vigor un supuestos sistema democrático.


Yo acuso a Comisiones Obreras y a la Unión General de Trabajadores de pactar todas y aceptar con resignación todas las reformas laborales que se han hecho en este país hasta la llegada de la gran crisis de 2008 atentando directamente contra la clase trabajadora, que dicen defender, con un único objetivo: salvar en entramado social, laboral y empresarial que estas supuestas organizaciones sindicales tiene montado a la mayor gloria de sus secretarios generales, hoy en día Méndez y Toxo, habiendo llevado a la baja el verdadero sentido que la clase trabajadora debe tener siempre. Y el orgullo y la dignidad de ser y sentirse trabajadores que a día de hoy Méndez y Toxo utilizan como moneda de cambio por un plato de lentejas para financiarse sus caprichos.


Yo acuso a Comisiones Obreras y a la Unión General de Trabajadores de haber utilizado las mismas leyes laborales que dicen criticar para despedir a sus trabajadores de manera injusta como hizo, por ejemplo, UGT con el montaje de Fundescan en Canarias. CCOO y UGT han pasado de ser un posible referente para la clase trabajadora a convertirse, a día de hoy, en el mayor problema de ésta por encima, incluso, de los partidos políticos y de las organizaciones patronales y que por culpa de ellos se han sentido con el la razón de ejercer el derecho de pernada con los trabajadores.


Yo acuso a Comisiones Obreras y a la Unión General de Trabajadores de haber vendido a la clase trabajadora, de habernos utilizado como moneda de cambio y de segur, a día de hoy 29 de marzo de 2012, haciendo lo mismo con sus pataletas tardías que más allá de tratar de defender los derechos de los trabajadores lo son para salvar sus entramados que están completamente hundidos debido a la escasa credibilidad de sus líderes sindicales y a la creciente retirada de subvenciones públicas con las que se financian.


Yo acuso a Comisiones Obreras y a la Unión General de Trabajadores de haber traicionado durante más de 20 años la memoria de centenares de miles de trabajadores que lucharon y que pagaron con su vida o con la cárcel el hecho de que una buena masa de trabajadores, que no habíamos nacido cuando ellos lo hacían, disfrutaramos de unos derechos laborales dignos y unas garantías laborales mínimas cosa que desde 2010 esto no es así ya y, probablemente, jamás volverá a ser. Un ejemplo de lucha como Marcelino Camacho, que pasó una gran parte de su vida en cárceles franquistas, y que fundó en la clandestinidad las Comisiones Obreras debe estar revolviéndose en su tumba con semejante calaña de falsos sindicalistas. CCOO y UGT esperan que los trabajadores sacrifiquen una importante parte de su sueldo con esta huelga general y a pesar que muchos lo han hecho estos sinvergüenzas no se merecen el más mínimo gesto de los trabajadores. 


Hoy 29 de marzo estoy en huelga con la firme voluntad de que no se me confunda con semejante chusma que forman estos dos sindicatos mal llamados obreros y que tienen que ver más con la mafia y el crimen organizado. Hoy más que nunca es necesaria la unión de los trabajadores pero superando este sindicalismo de extorsión obrera y desde otro modelo que se debería estar gestando a día de hoy si queremos seguir teniendo fuerza como trabajadores. Hoy 29 de marzo es un día triste porque a pesar que muchos hemos podido ejercer nuestro derecho a la huelga otros no lo han podido hacer por presiones en sus empresa o simplemente porque perder alrededor de 100 euros para un trabajador, a día de hoy, es algo que a muchos se les hace muy difícil sobre todo para que unos desgraciados, malnacidos e hijos de mala madre que lideran CCOO y UGT hagan cifra y caja con la gente que ha ido a la huelga. De estas infamias, y muchas más, yo acuso a Comisiones Obreras y a la Unión General de Trabajadores.