Sin duda una buena noticia, la mejor de las posibles para empezar el 2008, ha sido la liberación de la médica Mercedes García y la enfermera Pilar Bauza ambas cooperantes de Médicos Sin Fronteras y secuestradas durante una semana en Somalia. Y es que este país, destruido por décadas de guerras y olvidado en su miseria, carece de la más mínima estructura sanitaria salvo la que la organización Médicos Sin Fronteras tiene desplegada por diversas zonas del país. Tras su liberación, en un gesto que las honra como seres humanos, las cooperantes manifestaron no sólo que se encontraban bien sino la voluntad de volver lo antes posible a sus puestos donde su trabajo es imprescindible.
Pensando en la labor anónima que mucha gente emprende en el mundo, estas dos mujeres salieron del anonimato sin querer pero sin duda el olvido mediático de las tareas que ejercen las harán volver a él, creo que habría que clarificar el trillado concepto de Organización No Gubernamental. Sin pretender ser sistemático, y nombrando sólo de memoria, se me ocurre este calificativo bien puede servir para denominar a la misma Médicos Sin Fronteras, Amnistía Internacional, Greenpeace y hasta Intermon Oxfam de los que tengo a veces dudas pese a que compro y recomiendo sus productos en redes de comercio justo. Y no es de dudar que estas organizaciones hayan podido tener algún que otro problema interno más o menos serio pero lo que sí está claro es que se distinguen de otro tipo de asociaciones porque se las reconoce por las siguientes características: no tienen vinculación con ningún tipo de gobierno ya que sus fondos son de donaciones anónimas y voluntarias, son organizaciones civiles que traspasan fronteras y son laicas.
En occidente, en países con un desarrollo llamado democrático como el nuestro, la existencia de miseria, pobreza y desigualdades es un negocio para unos cuantos avispados. En España, donde nunca ha existido un estado del bienestar articulado, la tendencia ha sido, gobierne quien gobierne, la de configurar los servicios sociales a través de subcontrataciones que precarizan la atención social de los desfavorecidos, el empleo de los agentes sociales y que acaban por transformar en beneficencia ramplona lo que debe estar garantizado como justicia social. En Canarias la pobreza se ha enquistado de una manera estructural en nuestra sociedad, la cuarta parte de la población viven sobre un peligroso umbral de la pobreza, al tiempo que el injusto, y hasta por visos ilegal, sistema tributario de la RIC ha hecho mucho más ricos a un puñado de empresarios que están amparados por el sistema cuando no son parte fundamental de éste. En todo este barullo se han acabado creando supuestas ONG ad hoc, cuando no se ha tirado de entidades con ánimo de lucro como Cruz Roja o Cáritas, para cobrar subvenciones y acabar en el maltrato institucional muchas veces de menores en desamparo, inmigrantes, drogadictos o mujeres objeto de la violencia doméstica. Luego nuestros políticos, esos que son todo más de lo mismo y que han gobernado Canarias bajo tres siglas, dicen que este tipo de organizaciones son especialistas en este tipo de temas y que por tanto no hay nadie mejor que ellos para gestionar estas cuestiones cuando nunca se han planteado dotar las islas de un auténtico sistema de bienestar social. En este sentido la feria del voluntariado que se hace todos los años el 5 de diciembre tiene como objeto, a través la manipulación de las buenas voluntades de los individuos, buscar mercado laboral gratuito para este tipo de temas. Un agente social debe tener un perfil profesional y estar dignamente pagado para que después se le pueda exigir que haga bien su trabajo y que responda con la implicación personal en las causas que se le ha encomendado. El voluntariado puede ser muy puntual pero nunca puede sustituir las labores de los profesionales en la materia y las implicaciones de los organismos públicos como muchas veces se pretende.
Paulino Rivero lleva seis meses de presidente cobrando una pasta gansa de todos los contribuyentes sin haber tomado una decisión propia porque su gabinete está secuestrado por el PP de José Manuel Soria. Por ello se ha pasado a hacer campañas de imagen fotografiándose con madres y niños en los hospitales canarios o haciendo patéticos discursos de noche vieja donde este hombre de escasa talla política miente a los canarios en la televisión que todo pagamos y cuyo texto valdría más para discurso de ingreso como miembro de honor en otra respetada Organización No Gubernamental como es Payasos Sin Fronteras. Mientras tanto, y como en Canarias nunca pasa nada, el obispo de Tenerife Bernardo Álvarez, que bien parece el alter ego del cura de la novela de La Zurda Islas Canallas Oroncio Casullas, se jacta, cometiendo un delito penado por la ley, de que hay menores de 13 años que van provocando al pederasta mientras la iglesia católica de las islas recibe centenares de miles de euros de dinero público pues tienen centros en los que atiende a menores en situación de desamparo. La labor que muchas organizaciones religiosas hacen en países pobres al lado de los marginados se empaña por el rechazo a la vida y a las libertades civiles que las altas curias eclesiales dan a demostrar un día sí y otro también.
En Canarias hay suficiente margen para que todos sus habitantes vivan con dignidad pero parece que la miseria debe ser algo consustancial e inevitable al fortalecimiento del sistema financiero y al arranque del sistema económico espectacular que se ha dado en las islas en la última década. Si la gente pudiera decidir directamente lo qué se debe hacer con los impuestos que se recaudan y los presupuestos de las instituciones fueran de verdad participativos habría menos tranvías, trenes, puertos y aeropuertos innecesarios y hasta menos corrupción. La cuestión es que si no hubiera miseria, y la gente pudiera decidir dónde mejor están sus dineros, se frenaría el enriquecimiento ilícito de muchos y claro, esto no interesa porque la justicia no es rentable económicamente hablando.
Canarias 24 Horas, 7 de enero de 2008.