22 febrero 2010

Los ceros de Unelco


En otra época me hubiera cabreado mucho, hubiera escrito algo de manera más urgente y hubiera estado activando correos y redes sociales con el tema pero reconozco que a estas alturas de la película, y con tres ceros energéticos en menos de un año en dos islas de Canarias, me tomo el tema hasta con cierto cachondeo y con una resignación que es hasta buena para mi salud y ya espero el cuarto cero con suficientes velas y pilas en mi despensa. Que esta multinacional, que saca el dinero a manos llenas de nuestro territorio, tenga una cafetera como la central de Las Caletillas funcionado con goteras con un asilamiento muchos menos seguro que una cuadra de animales sería para poner el grito en el cielo y para que nuestros políticos hicieran algo sino no estuvieran vendidos, en cuerpo y alma, a Unelco. Lo mismo sucede con la prensa cuyas campañas de Endesa en las promociones de cucharas, libros y demás basura que entrega la prensa para intentar vender periódicos sirven para callar todo tipo de espíritu crítico que pueda existir en este tipo de crisis pues se da el caso que son meras correas de transmisión del sistema imperante.
En el cero eléctrico de este jueves 18 de febrero los políticos demostraron, más que nunca, que tienen las cosas bajo control y completamente más ensayadas que nunca. No en vano nos movemos en una especie de constante sensación del desastre que política e ideológicamente les beneficia. Zerolo acudía raudo a sus emisoras de radio amigas, yo le escuche en esa radio de pura gratitud estomacal y del movimiento de CC que se llama Radio Club Tenerife, para decir que hasta en lugares como Washington se quedaban sin electricidad durante cuatro días por las inclemencias del tiempo, no quiero saber qué pasaría en Canarias si un día salimos de nuestra casa y encontramos una montaña de nieve de un metro ochenta de altura, y que esas cosas pasan en todos sitios poniendo un tonillo de voz de resignación y de que aquí, en realidad, somos la mierda del imperio. Y es que este complejo de inferioridad que afecta a este tipo de personajes en estos momentos claves son es más que una forma de disimular que si somos tan mediocres y aquí las cosas salen tan mal es culpa de políticos de tu calaje. Melchior en la rueda de prensa en el Cabildo representó bien su papel, ya no se sabe si es miembro del consejo de Unelco en excedencia o de Alstom en secreto, y habló todo el rato de que quedaba poco para que funcionara el tranvía, que una vez más dejó tirados a miles de pasajeros en el Área Metropolitana, demostrando cuáles son las prioridades, completamente torcidas, de nuestro políticos a pesar que hubieron núcleos en Tenerife que estuvieron casi doce horas sin luz eléctrica este miércoles. Probablemente la única nota discordante de toda esta ensayada y ya habitual tragedia haya sido el belillo de Paulino Rivero que esta vez estaba en El Caribe, no sabemos sin “con Curro” aunque por aquí haya poco de esto, haciendo algo probablemente inútil y lo más que tengamos en claro de todo esto es cómo será factura de este viaje que, una vez más, sale de la dilapidación de nuestros impuestos y que no servirá para nada. Su viaje, por cierto, tuvo una lucha interna en el seno del PP, socio de gobierno de CC, que le costó la cabeza al portavoz de PP en el Parlamento Miguel Cabrera Pérez-Camacho fulminantemente destituido por el Vicepresidente Soria.
Un José Manuel Soria que, haciendo gala de la poca vergüenza que normalmente se gasta y de las alineaciones hacia la ultraderecha que su partido promueve, se mal empleaba en criticar el genérico de los del no a todo que han acuñado esta ralea política para denigrar a los ciudadanos que democráticamente se oponen, siempre con argumentos, a muchas cosas que por su extremado desarrollismo están llevando a estas islas al subdesarrollo. Asusta este término que están acuñando conocido como los del no a todo en el que cada día caben más cosas y más gente pero que no tiene un perfil definido porque esta categoría no existe sino para crear un supuesto enemigo cara a la manipulable opinión pública. Mejor hubiera hecho este trasnochado Vicepresidente en criticar a Unelco Endesa no sólo porque son los auténticos responsables de lo que energéticamente está pasando en Canarias sino hasta por una egoísta estrategia electoralista porque criticar a esta empresa en estos momentos llama mucho a la filiación incondicional de una buena parte de la ciudadanía. Reconozco que en este texto, entre otras cosas, aspiro a eso, a tener partidarios de manera fácil pues así nos ha puesto las cosas esta multinacional con su catastrófica política energética.
En todo este desaguisado los directivos de Unelco Endesa tienen la, nada menos que, poca vergüenza de terciar en la polémica diciendo que lo que necesita Tenerife para su sistema eléctrico, nos dicen que es débil por lo asilado como si hubieran inventado la pólvora en pleno siglo XXI y nadie se hubiera dado cuenta de este hecho, es una tercera central eléctrica para reforzar el sistema cuando se caiga una de las centrales. El caso es que si lo que quieren hacer es otra cafetera con goteras con la de Las Caletillas para justificar inversiones y pelotazos de dinero público hacia estas empresas sería mejor que se estuvieran quietos. Durante los años del la expansión económica de la construcción en Canarias el sistema eléctrico creció sin ningún tipo de control buscando la facturación del kilovatio cautivo en un mercado completamente monopolístico cuando desde la Consejería de Industria se debía de haber primado las políticas de ahorro y eficiencia energética que no el actual despilfarro en el que estamos abocados. Lo que no dicen los delegados de Unelco es que sería mucho más rentable, y beneficioso para el sistema eléctrico insular, regalar a todos los hogares y comercios bombillas de bajo consumo que hacer una central nueva. Además desde esa Consejería, el hermano del actual Vicepresidente tiene mucho que decir del tema, se han impulsados concursos eólicos que han tenido como único fin la especulación y el pelotazo a través de la subvención de los kilovatios generados a través de las energías alternativas que, jamás, han sido vistas como un bien social sino como un negocio suculento.
La solución al sistema eléctrico canario es relativamente sencilla pero no hay voluntad para ello. Simplemente, y con todas sus consecuencias, habría que expulsar de este territorio a una multinacional como Endesa y hacer un sistema eléctrico público y eficiente a través de la nacionalización de este sector estratégicos para el archipiélago cuyo sostenimiento de manera pública es imprescindible para más de dos millones de canarios. El caso es que en las islas ni CC, y PP ni tampoco el PSOE gobiernan para la ciudadanía ni por y para el interés general sino que lo hacen para intereses muy particulares que suelen ser los suyos privados o los de sus amigos. La situación de este jueves 18 se volverá a repetir, tarde o temprano, pero los ciudadanos ya estamos preparados para ello no sólo con pilas, velas, radios para escuchar a estos sin vergüenzas sino también con mucha paciencia y dosis de buen humor con el que sobrellevar todo esto.
Canarias 24 Horas, 22 de febrero de 2010.