04 febrero 2008

La Laguna da pena






Los plenos municipales ya no son lo que eran. Y es que el PSOE quizás no lo había tenido tan fácil para arremeter contra ATI, con toda la razón del mundo, en Santa Cruz y La Laguna por el pelotazo de Las Teresitas o por el desacato a los tribunales del ayuntamiento lagunero para derribar la parte ilegalmente construida del centro comercial Alcampo. Y es que ellos sabrán por qué tienen gente tan incompetente e inútil ocupando puestos de gobierno y por qué se empeñan en seguir siendo la tercera pata del trile que gobierna en Canarias junto a PP y CC. Lo que más molesta en este caso no es que en sí tengan una política avariciosa como los otros sino que encima se las den de defensores de la ciudadanía cuando, hoy en día, son parte del problema que hace que el archipiélago vaya hacia el colapso.
El caso es que el otro día Ana Oramas en el pleno monográfico sobre la ilegal ampliación de Alcampo tuvo un lapsus linguae que la oposición fue incapaz de aprovechar y que da a demostrar muy bien para quiénes gobierna la señora alcaldesa. Dijo que ojalá en La Laguna hubieran más centros comerciales como el nuevo de 3 de Mayo. Sin necesidad de ser muy freudiano enseguida se sabe que Oramas estaba pensado en el surrealista mercado municipal montado en la Plaza del Cristo, en que el actual está cerrado a causa de dejaciones y en los terrenos que están detrás del mercado donde es seguro que el equipo de gobierno tiene pensado la ubicación de un centro de estas características para, definitivamente, destruir el tejido social y económico del municipio. Es probable que al cacique de su abuelo, cuando instigó para que el antiguo tranvía desapareciera de la isla porque su empresa de guaguas tenía que prosperar, también tuviera un lapsus parecido.
Si el ayuntamiento de La Laguna fuera una empresa privada, una de esas que desde el poder a estos neoliberales herederos del franquismo teñidos de nacionalistas de ATI les gusta privilegiar, estaría en quiebra desde hace casi dos décadas, el tiempo que empezó el gobierno ATI con el impresentable Elfidio Alonso. Y es que en todo este tiempo los ciudadanos les hemos dejado que hagan lo que quieran y los distintos gobiernos han acabado conduciendo a La Laguna a la más absoluta e irreversible de las miserias sociales, económicas y culturales que haya tenido nunca. ATI en La Laguna se ha mantenido fiel al seguidismo dictado por su partido y ha acabado asumiendo las políticas de despilfarro del Cabildo de Tenerife con dos grandes contenedores pseudo culturales como el Auditorio o el Oscar Domínguez o un innecesario tranvía que cuando llueve un poco no puede funcionar.
Siempre que puede a Ana Oramas se le llena la boca con aquel falso cuento de que La Laguna es la capital cultural del archipiélago cuando lo cierto es que de lo único que es capital es de la mamarrachada absoluta. En todo el municipio no hay ni un solo centro municipal que pueda acoger un programa continuado de cine, teatro, exposiciones o encuentros culturales dignos y que no sean las comilonas de papas con mojo y un folklore marchito que dan cuando se aproximan las elecciones locales y hacen gala de su secular caciquismo. Ya he hablado en otros lugares de la tiste gestión que ha habido en torno al Teatro Leal, que el fichaje de Fidencia Iglesias piensa maximizar cuando toda la reparación ha sido obra del Ministerio de Cultura, o del Paraninfo de la Universidad que ha estado abandonado durante más de una década para llenarse de mierda de paloma. Este mismo año va para una década la forzada adjudicación del título de Patrimonio de la Humanidad al Casco Histórico que tanta especulación y mala fortuna ha traído al centro de la ciudad. En los barrios de La Cuesta y Taco se han utilizado subvenciones de la Unión Europea, que la verdad es que hay que elogiar, pero que la concejala Blanca Pérez, experta en jugar con las cartas marcadas y aprendiz de cacique junto con el concejal de urbanismo Fernando Clavijo, nunca ha tenido la valentía política de explicar a la ciudadanía de dónde bien salen estos planes Urban ni que son en realidad los trabajadores alemanes con sus impuestos los que han pagado las mejoras de su barrio.
Mientras en La Laguna haya una oposición asalariada de ATI, la alcaldesa le puso un sueldo de más de 50 mil euros al año a Javier Abreu como concejal de dedicación plena para que esté callado y se demuestre que los más leales servidores del ATI tienen el carnet del PSOE, esta gente hará lo que le dé la gana en el municipio. Con ellos veremos el hacinamiento urbano en las zonas de costa, la marbellización del municipio con el proyecto de Vía Exterior, la segregación social en los barrios sin ningún tipo de servicio o la completa desnaturalización social y económica del Casco Histórico. No hay que olvidar que Ana Oramas gobierna con mayoría absoluta de sólo un 26 por ciento de los votos totales del censo en unas elecciones que hubo una abstención de nada menos que un 46 por ciento. Con estas cifras no seré yo quien ponga en duda la legitimidad de sus acciones de gobierno ya que, en muchos casos, estas se descalifican en sí mismas por el autoritarismo de esta niña bien de la política canaria que, nadie lo quiera, muchos ven como la candidata a la presidencia del gobierno de Canarias en 2011.
Canarias 24 horas, 3 de febrero de 2008.