18 junio 2007

HACER MÚSICA EN CANARIAS: EL EJEMPLO DE LA BLUESDRÁGORA




El viernes 15 de junio de 2007 fue presentado en el salón de actos del IES de La Laboral en La Laguna el disco Bluesdrágora ―Recordando a La Mandrágora 25 años después grabado en directo en El Blues Bar de esta misma ciudad los días 12 y 13 de junio de 2006. Músicos cantautores de diverso recorrido como Sito Morales, Kakó Rodríguez y Agustín Ramos se propusieron hacer un homenaje al disco grabado en directo en 1981 en el bar La Mandrágora de Madrid por Joaquín Sabina, Javier Krahe y Alberto Pérez para, dentro de sus peculiares estilos, remedar aquel disco que ya es emblemático del panorama musical español de los años posteriores a eso que en muchos sentidos fue un fraude reinstaurador de una monarquía que los españoles habían rechazado casi 50 años antes y que se ha llamado La Transición. El ambiente necesariamente politizado de aquella Mandrágora es recogido 25 años después en la Bluesdrágora a través de las canciones de acordes perdidos de Sito, la ironía jocosa de Kakó o los himnos de Agustín.

El disco, un doble CD y DVD, es un empeño personal de Kakó y si hubiera que pagar con dinero en metálico y no subvencionado todo el trabajo que se ha hecho a través de redes sociales, amistades y favores entre colegas este trabajo sería un fracaso comercial debido a un axioma fundamental de nuestra tierra que se expresa en que aquello que es de calidad no tiene éxito. Esta grabación es un proyecto sin ánimo de lucro y autogestionado que aunque buscó haberlo pasado bien entre colegas tiene como objetivo llegar algo más lejos. Esto se corroboró perfectamente tanto en la grabación en directo de junio de 2006 con público en el mítico pub lagunero Blues Bar como en el concierto presentación del IES La Laboral de junio de 2007 donde la gente que asistimos a ambos eventos no sólo éramos los de siempre sino que veíamos todo aquello como un acto necesario. Una chica anónima que hablaba en el documental adjunto al disco, mitad making off mitad recopilación de testimonios, hablaba de que si bien el proyecto era algo entre amigos este se hubiera que haber grabado en otro lugar y citaba la playa de Los Cristianos que en junio de 2006 era un habitual punto de llegada de cayucos cargados de inmigrantes económicos provenientes de África. Acostumbrados a que las autoridades huyan despavoridas de lo que es una crítica necesaria este proyecto se atreve hasta a auto criticarse.

Hacer música en Canarias, si lo que se quiere hacer no es un producto de orquesta para venta en gasolineras, un disco de los Sabandeños o un reggaeton subvencionado que hace la campaña de CC, es una cosa de locos que no tiene cabida en nuestro archipiélago. El caso del disco Bluesdrágora es la excepción que confirma la regla de que se manifiesta mediante el axioma implícito de que para hacer música con un mínimo de calidad hay que salir de Canarias. Curiosa es la coincidencia que en estos días las siglas de CC hayan caído en más de la mitad del archipiélago para dejar ver las de ATI al tiempo que un grupo emblemático oficial del régimen de coalición como los Sabandeños se haya roto estos días. Otro grupo, pero esta vez punk, que graba sus discos en Euskadi porque las instituciones canarias no les agrada su discurso subversivo y el hecho que no tengan pelos en la lengua al denunciar muchas situaciones políticas y sociales del archipiélago, Ana Oramas los ha vetado explícitamente de dar conciertos en La Laguna, les dedicaron una canción a mediados de los noventa que se titulaba Sabancerdos. Mientras que otras manifestaciones musicales eran completamente hundidas por el régimen, no hay que olvidar por ejemplo la guerra personal y mezquina que la cacique peninsulera alcaldesa de La Laguna Ana Oramas tiene abierta contra la banda municipal que muchas veces ha sobrepasado la ilegalidad, este grupo que presume de ser emblemático de la música y el folklor canario, ya sabemos que esto es una burda mentira, se llevaba gran parte del pastel que se reparte en las islas vía subvenciones para discos o conciertos aburridos en media geografía tinerfeña. Los componentes escindidos aluden a la actitud tirana del ex alcalde de La Laguna Elfidio Alonso autentico ejemplo de medrar a través de la mamandurria instituida en el archipiélago primero de alcalde que dejó sin firmar miles de decretos y luego como parlamentario okupa de Canarias.

Como bien decía José Manuel Castellano en un artículo del libro El Paraíso según Adán titulado Los dineros de la incultura en Canarias, aunque parezca lo contrario, en el apartado contable cultura de las instituciones se dedica muchísimo dinero público. Éste suele ir a parar por medio de subvenciones a empresas de los amigos de los dirigentes de turno que organizan eventos, en Canarias personas como Dulce Xerach cuñada de Adán Martín llaman cultura hasta la curvatura del filo de un cortaúñas, o directamente a constructores como Antonio Plasencia a través de la financiación pública de faraónicas obras como el auditorio de Tenerife o el centro de Arte Oscar Domínguez culturalmente intranscendentes. Mientras se mantiene una carísima orquesta como la Sinfónica de Tenerife, probablemente una de las mejores en su contexto todo hay que decirlo, se desprecia el fomento de la música y de los creadores independientes porque esto no le sirve a ATI para sus principales objetivos políticos que son la creación de propaganda muchas veces al más puro estilo fascista. La alcaldesa de La Laguna, que sabe mucho de hacerse publicidad al estilo caciquil pero que su cobardía la incapacita a acudir a un simple debate, utilizó políticamente la figura de la concursante de OT Idaira mientras CC metió cuñas del dúo Las Kanarias en medido de su campaña de las últimas elecciones. Desgraciadamente, por lo sucio de esta manipulación, las carreras de estas tres chicas están heridas de muerte porque a esta gente le sobran los escrúpulos de manipular todo lo que está a su alrededor con tal de seguir en el poder.

Nosotros desde este espacio, que siempre nos gusta hablar en positivo pero que las circunstancias sociales y políticas nos obligan casi siempre a hacer lo contrario, apoyaremos siempre iniciativas culturales libres como este disco de la Bluesdrágora. A los canarios nos sobra el talento y la capacidad creadora pero las islas se han convertido en un medio hostil a la creatividad que huye del ombliguismo. En esta tierra única en el saqueo de lo público se ningunea la originalidad y la capacidad crítica y creadora. Aquí, donde el mundo se configura del revés, se promociona al segundón a que ocupe puestos destacados en la esfera política, social, económica y cultural mientras que las personas originales deben emigrar del archipiélago o son condenados al ostracismo sí permanecen en él. Por eso un disco como el que ha dirigido Kakó es un chorro de aire fresco y un ejemplo de dignidad creadora en estas islas en las que desde hace mucho tiempo algo huele a podrido.