La
mayor agresión medioambiental de la Unión Europea está teniendo lugar en la
casi totalidad de la zona sur de la isla de Tenerife con la construcción del
puerto de Granadilla y las casi 20 canteras de extracción de material de
relleno para la escollera principal de este puerto, algunas de ellas
incontroladas y que rayan la ilegalidad como bien está denunciando el Foro Contra la Incineración de Residuos en
su página web. Quien pensó que la agresión de limitaba a
una simple pero valiosa franja costera de la isla de Tenerife no podía estar
más equivocado ante la evidencia de estos días: el sur de la isla de Tenerife
está completamente patas arriba no sólo con la construcción de este puerto sino
con la extracción de áridos para el relleno del dique exterior del puerto, con
camiones que circulan pasados de peso con este material mientras la guardia
civil retira los controles rutinarios que hacía a estos vehículos y el
deterioro de importantes vías de comunicación por este sobrepeso que habremos
de pagar todos, ya lo estamos haciendo con la
carretera de Chimiche, mientras el disparate se consuma no sólo
con la culpabilidad habitual de los trileros de CC, PSOE y PP sino, lo que más
me pone de más mal humor, con el silencio cómplice o cuando menos torpe de los
supuestos partidos alternativos que concurrieron
a las pasadas elecciones haciendo campaña contra este puerto
que ahora nos levantan por la cara y ante las narices de todos.
Entre
2007 y 2011 en Granadilla de Abona gobernó un tripartito formado por el CC, PP
y Alternativa Sí Se Puede gracias al voto del único concejal de esta formación
Antonio Cabrera. Muchos nos tapamos la nariz ante este pacto contra natura mientras otros hicieron
una crítica bastante miserable sobre el tema pero que, con el paso del tiempo,
se ha demostrado certera en el sentido que el objeto único del pacto era acaparar
el poder a toda costa en tanto que un simple concejal no debería ser nunca, ni
de una manera ética ni mucho menos legal, la llave para otorgar el poder en
ningún tipo de institución. El famoso tamallazo
de la Asamblea de Madrid se ha quedado como modelo de este tipo de prácticas
pero, desgraciadamente, es algo más común y cercano de lo que parece y
situaciones parecidas han pasado cientos de veces. Yo hice el gilipollas y me
siento engañado desde este partido en lo que a Granadilla respecta porque creí
que, en cierto sentido, era mejor taparse la nariz por el pacto si con todo
ello se conseguía un trabajo continuado y desde una institución contra este
puerto infame por lo que mantuve una crítica de perfil bastante bajo el pacto
de gobernabilidad de Granadilla. Que se me reclame lo que se quiera porque
estuve en el error y ahora lo reconozco públicamente. Cierto es que mientras Sí
Se Puede estuvo en el poder se abrieron grandes perspectivas en contra de este
puerto y que si bien un simple ayuntamiento no podía paralizar parecía que por
una vez, desde una institución, se estaba viendo una respuesta ética y política
en contra de esta infraestructura equivocada. En mayo de 2011 Sí Se Puede se
quedó en la oposición, algo debió de pasar en Granadilla para que este partido
no creciera en concejales y descendiera en votos, pero pensando en el mucho
dinero que se sacó de esta institución pública para pagar el sueldo de Antonio
Cabrera y sus asesores además de subvenciones para la Plataforma Contra el
Puerto de Granadilla, controlada por este partido entonces, las cosas no podían
seguir como estaban pero la lucha no se iba a bajar. Nada más lejos de la
realidad pues acabada la pasta gansa esta plataforma se rompió en mil pedazos,
ahora es está reconstruyendo, mientras Antonio Cabrera, todavía concejal en
Granadilla, ha tenido la boca incompresiblemente cerrada muchas veces de una
manera bastante penosa y que lo han hecho cómplice, por falta de compromiso,
con todo lo que en el sur de Tenerife está ocurriendo. Gente de este partido,
que en su día utilizaban al Foro Contra la Incineración como medio de
propaganda hasta que lo han acabado por marginar porque ahora desde allí se les
critican de manera más que justificada, dicen por Twitter que no podían reaccionar ante las disparatadas
canteras que están azotando el sur porque esperaban a que la información de
éstas fuera oficial y esto hay que tragarlo sin anestesia porque ahora ellos
han rozado el poder y los ciudadanos deberemos de seguir siendo los gilipollas
de turno.
La
lucha contra el puerto de Granadilla ya no interesa porque no saca a largas
decenas de miles de personas a la calle sino que los que hemos seguido en
contra de este puerto de una manera más o menos abierta parecemos ahora cuatro
gatos. Parece que lo que da votos es la lucha contra el petróleo por las
prospecciones que medio expropiada empresa Repsol quiere hacer a pocas millas
de las costas de Fuerteventura y Lanzarote pese a que el tema, por muy grave
que podría ser de llevarse a cabo semejante tropelía, está a unos cuantos años
vista por mucho que se aceleren las cosas. Y es verdad que da votos el asunto porque
hasta Paulino Rivero se ha vuelto ecologista
de última hora, pese a ser el representante del partido que más ha destrozado
el medio ambiente en la historia de Canarias, y hasta se reúne con Greenpeace
por este asunto mientras esta empresa
de la falsa ecología mira para otro lado con lo que está ocurriendo con este
puerto o hasta trae a Canarias su buque insignia para enseñárselo a los pipiolos de CC
en un gesto que les retrata como unos auténticos miserables de la utilización
particular de lo que es la ecología y el medio ambiente sólo para su interés
propio o para intentar manipular en el poder con partidos políticos como Equo.
Cierto
es que los ciudadanos nos enfrentamos a cosas terribles en esta época que
dentro no muchos años será mirada como la etapa de mayor retroceso de la
historia contemporánea, cosa que está pasando en nuestras propias narices y, en
última instancia, porque nosotros dejamos hacer a esta gentuza metida a
políticos de profesión. Nos recortan los salarios, los derechos laborales, la
sanidad, el derecho al transporte, las pensiones, el derecho a una pensión
digna y parece que en todo este esquema un puertito de mierda que se está
haciendo en una esquina de Tenerife no tiene la más mínima importancia pero
como sabemos esto es todo lo contario. Mientras en el sur de Tenerife hay
hospitales públicos paralizados el Consejos de Ministros con el que el Partido
Popular siembra el terror todos los viernes aprobó 36 millones de euros para
esta infraestructura en una época que las necesidades sociales en Canarias se
habrán de multiplicar por mil. Todo esto ocurre en una de las mayores
desactivaciones del ecologismo que se ha quedado bastante perdido en Tenerife y
con unos partidos políticos, supuestamente alternativos, con cierto poder local
que han acabado haciendo más de lo mismo que los trileros.
No
me siento molesto porque ganen puestos electorales para sus ambiciones y para
meterse en un sistema en el que ya muchos no creemos pero que si esa es toda su
razón de ser allá ellos y yo me contento con decir que los ciudadanos no somos
bobos. Lo que molesta mucho de todo este asunto es que hayan faltado a la
palabra dada para llegar al poder como ha hecho Antonio Cabrera en Granadilla y
se muestre completamente perdido esperando el próximo periodo electoral pues
parece que es cuando la política se reactiva. Lo que está sucediendo en
Granadilla y el sur de Tenerife es tan importante ahora que estamos viendo sus
consecuencias atroces como cuando había una campaña electoral y nos pedían el
voto. Escribo esto no a título personal ni para nadie en concreto de Sí Se Puede. Lo
aclaro para que no se nadie se sienta ofendido, no se lo tome como algo
personal ni se me quite el saludo por la calle como ha hecho algún militante de
esta organización que parece más un soldado que miembro de un partido político.
Yo aquí no tengo nada que perder pero parece que algún militante por ahí sí a
tenor de cómo se toman estas críticas como algo personal. Además como
contribuyente neto por mis impuestos al sistema de partidos, será todo lo legal
que se quiera pero que se ha demostrado inmoral, me tomo la libertad de
criticar al partido que quiera con el tono que a mí me dé la real gana.
Canarias 24 Horas, 7 de mayo de 2012.