11 noviembre 2013

(Des)conectamos


Si hubiera que buscar un denominador común a toda la Conferencia Política Socialista de 2013 sería que los grandes dirigentes del fracasado modelo de socialdemocracia liberal que representan piensan que los ciudadanos somos gilipollas. En los 34 años de existencia de la democracia ceremonial en la que vivimos este partido político ha gobernado el país más de 20 años y la mayoría de las propuestas que llevan a esta conferencia, puesta en marcha para engañar a la gente y arañar votos, las hubieran podido materializar en todos sus gobiernos. El PSOE tiene un síndrome patético: cuando están en la oposición hablan de eternos giros a la izquierda, coquetean con organizaciones sociales o encabeza manifestaciones pero cuando gobiernan hace políticas liberales y de derecha. Que no sean hipócritas y que digan que esa conferencia está hecha para que unos cuantos listos se postulen para acabar como un impresentable como Felipe González, que un día llegó a ser la X de los GAL, y acabar enchufados en una eléctrica y con una fundación a su nombre para alimentar su ego y blanquear el dinero de sus negocios privados.
El eslogan de esta conferencia política del PSOE es conectemos. Muchos ciudadanos (des)conectamos de ellos por las cloacas del estado y la guerra sucia de los GAL con un exministro como Barrionuevo condenado por secuestro y malversación de caudales públicos a diez años de los que sólo pasó 3 meses en la cárcel porque el gobierno de Aznar le dio un indulto. También (des)conectamos con la cúpula de interior de la época de González con Rafael Vera y Galindo condenados a prisión por hacer terrorismo de estado. (Des)conectamos de Filesa que fue una empresa pantalla de este partido especializada en presionar a empresarios para que financiaran al partido que durante los años noventa apestaba a corrupción y no ha dejado de hacerlo ni un instante. Aunque para (des)conectar con el PSOE nada mejor que recordar el infame referéndum de la OTAN de 1986 en la que este partido, vía Felipe González, dio la espalda a la ciudadanía que lo había apoyado durante los primeros años de la democracia y cuya negativa a entrar en esta estructura militar sirvió para desgastar a la UCD de Clavo Sotelo. La clase trabajadora (des)conectamos de todas y cada una de las reformas laborales que desde los años ochenta este partido ha llevado a cabo contra la clase trabajadora pero, en especial, con la de Zapatero que sirvió al PP de modelo para poner a la clase trabajadora al borde de la esclavitud. (Des)conectamos, sobre todo, de sus siglas y en especial a aquellas que hacen referencia al socialismo y a los obreros de las que han renunciado hace mucho y que, por descaro y poca vergüenza, no han sido capaces de eliminar de su nombre.
En Canarias (des)conectamos del PSC PSOE que ha pactado con el paradigma de la corrupción como es CC para gobernar las islas y se ha convertido, de golpe y porrazo, en cómplices de las dos décadas de corrupción de este partido. En La Gomera (des)conectamos con el Presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, el mayor cacique y putero de la isla así como de la corrupción de este partido en Guía de Isora, Granadilla o El Rosario con un alcalde imputado como Macario Benítez. (Des)conectamos con los votos de los diputados sociatas del Parlamento de Canarias que llevaron a Miguel Zerolo al escondite del Senado así como todo el despreciable arribismo que han hechos el golferío de este partido para llevar a cabo una infraestructura desastrosa como el puerto de Granadilla. (Des)conectamos de los altos cargos enchufados en Canarias tras el pacto con CC que echaron a López Aguilar de Canarias para esto pero, sobre todo, con el del Diputado del Común, Gerónimo Saavedra, que se ha utilizado un institución completamente desprestigiada como la excusa perfecta para tener casa en Tenerife o en La Palma y disfrutarlas, pasando la factura a los ciudadanos, con su actual novio.
(Des)conectamos con la política ultraliberal desplegada por este partido con ministros como Solchaga, Boyer, Solbes o Elena Salgado enchufada como consejera en Endesa, empresa que favoreció con sus políticas económicas en medio de la crisis, para demostrar que las puertas giratorias no sólo benefician al PP. También (des)conectamos de los banqueros como Botín, un indulto de Zapatero a Alfredo Sáenz del Banco de Santander con el gobierno en funciones supera casi todas las infamias del PP de estos dos años, y los empresarios que están entre los más ricos del planeta como Amancio Ortega de Inditex o Juan Roig de Mecadona gracias a los años de la política económica del PSOE rematada ahora por el PP. (Des)conectamos de los ERE de Andalucía donde este partido ha dilapidado millones de euros de dinero público en fraudes en la comunidad autónoma más castigada por la pobreza y el paro del estado. (Des)conectamos, finalmente, de la reforma constitucional de verano de 2011, una carta magna que pide a gritos una reforma en otros temas, para hacer que la posibilidad de articular un déficit público razonable sea imposible mientras en este país se incumplen flagrantemente derechos como el de la vivienda o el de un puesto de trabajo dignos.

Una mujer, esposa de un minero, decía el otro día una expresión que me quedó bien grabada cuando, tras el envenenamiento en una mina de León de cinco mineros, le espetó al ministro Soria que se metiera por donde se empiezan a hacer los cestos la visita que al final este impresentable no tuvo la vergüenza de realizar a la mina afectada. Al PSOE hay que decirle lo mismo: que se metan por donde mejor les quepa todo sus buenos rollos, sus falacias, sus miserias, sus mentiras, sus manipulaciones y a líderes como la Chacón o Rubalcaba y su simulacro de Conferencia Política que no busca otra cosa que manipular a la ciudadanía para conseguir el voto y mantenerse en el poder 20 años más. Que se disuelvan, no sólo el PSOE sino todos los partidos políticos que buscan eternizar el sistema bipartidista que tantos beneficios les produce, y que dejen de una vez a la ciudadanía organizarse porque seguro que haremos las cosas mal pero imposible hacerlo peor que ellos.