07 noviembre 2013

RTVV: el modelo de televisión pública que jamás debió existir


Tuvo que ocurrir la peor de las circunstancias posibles, que la Radiotelevisión Valenciana echara el cierre por el ordeno y mando del presidente Fabra y sin buscar la más mínima responsabilidad política, para que los periodistas que quedaron del ERE de agosto de 2012, lameculos, pelotas y chivatas principalmente, se pusieran a hacer el trabajo para el que los contrataron: informar sin sesgo y sin hacer propaganda política al Partido Popular. Qué quieren que les diga, yo a estas alturas de la película no voy a decir que este tipo de cosas no las he denunciado nunca, este blog se llama Me tiene frito por eso y está activo en esta línea desde 2006, a mi me da más pena la gente que se queda en la calle de Fagor, ya sea porque el sistema de cooperativismo siempre me ha parecido un ejemplo a imitar a pesar de estas cosas, que esta gente de estómago agradecido que en un día han hecho más periodismo, por resentimiento, que en casi los 25 años de historia de todo el canal. De todas formas espero que sigan largando todo lo que saben, y han ocultado, porque a pesar de lo terrible de la situación que estamos viviendo muchos les estaremos agradecidos de saber cómo nos robaron con el Papa Ratzinger y con la Trama Gürtel.
En mi opinión no sólo la Radiotelevisión Valenciana no debería de cerrar sino que todas las televisiones públicas que hay en España se deberían de potenciar pero, como no puede ser de otra manera, orientando la acción de estos entes públicos hacia una labor más social con los imperativos de pulcritud, transparencia y austeridad económica antes que la de hacer propaganda a los grandes partidos como son el PP y el PSOE. Este anuncio de cierre, veremos a ver si se consuma, por fin significa la visualización absoluta, puede que también el final, del modelo falangista, de propaganda y extensión del NODO franquista que las televisiones del PP han llevado a cabo hasta la nausea en comunidades como Valencia, Madrid o Galicia. Si hay una persona que desprecio profundamente es sin duda al señor y expresidente José Luis Rodriguez Zapatero, en alguna ocasión lo llamé directamente payaso, pero de entre las millones de cosas terribles y ridículas que hizo este impresentable hay que reconocer que el esfuerzo que se realizó en su mandato para sacar en valor a la Corporación RTVE, por primera vez en sus 50 años de historia de manipulación, y hacer de los medios públicos algo decente fue una labor más que encomiable y que llegó a funcionar desde la mitad de su segundo mandato hasta que llegaron los indeseables del PP al poder el 20 de noviembre de 2011. Otro modelo de televisión es posible, también deseable, pero no es algo imposible porque hemos sido completamente engañados y entrampados por la casta de miserables profesionales de la política que nos ha gobernado desde la muerte del dictador y la entronización del su sucesor el Borbón fancés.
Vivo en una tierra donde Coalición Canaria, ahora con la miseable complicidad del PSC PSOE amparando los 20 años de corrupción, creó una televisión autonómica completamente sobredimensionada para hacerse propaganda a costa de envilecer a la ciudadanía y ser el espejo donde un impresentable como Paulino Rivero sale de romerías, viajes en helicópteros y ha apostado por crear cientos de miles de puestos de trabajo cuando el desempleo ha llegado a cotas insoportables. La televisión autonómica de Canarias, que dirigen un iletrado como Guillermo Willy García puesto a dedo por el inepto del presidente escaqueando millones de euros de los contribuyentes, tuvo la posibilidad de crearse con unos criterios de servicio público y de ser un bien a la sociedad por un derrochador como Adán Martín pero se acabó convirtiendo en la misma porquería que el resto de las televisiones estatales de este mismo ámbito. Es un monstruo que en Canarias devora centenares de millones de euros todos los años y que lejos de servir a su propósito primordial, acercar a los canarios, nos ha acabado distanciando a años luz.

Yo no veo nunca la televisión, sin embargo me gustaría tener una excusa para hacerlo. Me gustaría contar en mi comunidad, y que todos los ciudadanos del estado también lo pudieran hacer, con una televisión seria, que sea de servicio público, que no aliene a la sociedad con telebasura, asesinatos, amarillismo, crónica rosa, telenovelas y concursos insulsos a los contribuyentes, que ayudan a financiarla, y que deberían de tener la responsabilidad social hacia la ciudadanía a la que se dirige. Es posible una televisión que no sea sinónimo de basura y que sus gestores no crean que son una vía perfecta para hacerse propaganda y quemar miles de millones de euros como sucede en Canarias, Madrid, Valencia, Cataluña, Galicia o Andalucía donde estas televisiones pierden audiencia a pazos agigantados. La Radiotelevisión Valenciana debería seguir funcionando orientada hacia el servicio público y alejada de la órbita del PP. La factura de la sentencia que han ganado los perjudicados con el ERE de esta cadena, y que asciende en principio a 40 millones de euros, la deberían de pagar con su patrimonio, y hasta con cárcel, los gestores políticos que les regalaban los trajes misma la Trama Gürtel y los directivos de este canal al que han conducido a la ruina para que así hubieran responsabilidades cosa que hasta ahora, en este simulacro de democracia en el que hemos vivido, parece que es algo que no es posible.