20 octubre 2008

De los presupuestos y del tomate


Siempre es una etapa agitada de toda legislatura estos meses en los que se deben cerrar los Presupuestos Generales para el año siguiente pero que en este el tema se ha cobrado más resonancia por las dificultades de última hora para cerrarlos en un ambiente de crisis financiera y económica muy complicado. A Zapatero habría que recomendarle que leyera medios alternativos como Le Monde Diplomatique, este mes en su editorial Ignacio Ramonet señala que los efectos de este septiembre negro los estaba vaticinando su publicación desde hace años, pues con eso de negar la crisis primero por intereses electorales y luego por ser coherente hasta la náusea con lo dicho, aunque estuviera mal, ha dejando a muchísima gente en un momento muy complicado con el culo al aire. Dice Ramonet en este artículo, en un ataque de optimismo, que esta forma negativa de hacer capitalismo, la especulación financiera pura y dura sin ningún tipo de intervención, va a dejar de existir a causa de este proceso de crisis aunque yo creo que para el futuro lo que pasará es que se sofisticarán las estrategias contables para escapar a las nuevas formas reguladoras que se puedan poner al mercado y los especuladores. El caso es que el viernes se salvaban los presupuestos de 2009 porque PNV y UPN no presentaban una enmienda a la totalidad mal que le pese a Coalición Canaria que ha hecho mucha demagogia y su razón de ser con este asunto desde que acabó el verano.
Hablar de los Presupuestos Generales del Estado, antes teníamos la imagen del ministro de turno mientras se descargaban cientos de cajas de una furgoneta en el Congreso y ahora vemos cómo hace entrega de éstos en una unidad USB de memoria, es algo bastante complicado así en frío. Lo que suelo hacer cuando no sé de algo es informarme o preguntar, cómo ha sido en este caso, que uno también tiene su Garganta Profunda por algún lado. El caso es que analizando los presupuestos de estos últimos años tenemos que los de 2008 han sido, en términos absolutos, los más favorables para la historia de Canarias. Estos de 2009 son más bajos, decía Luís Ángel Rojo en El País que son bastantes restrictivos, pero si sumamos los convenios que el Estado tiene suscritos con Canarias para financiar infraestructuras y demás son superiores que los de 2007. Además estos presupuestos de 2009 y los de 2008 analizados acaban siendo siempre más favorables que cualquiera del periodo 1996 a 2004 para las islas cuando gobernaba el PP. Ahora Paulino Rivero se ha vuelto una plañidera de los impuestos y de no sé qué deterioro para Canarias cuando los años que vivió en Madrid y era diputado de Coalición Canaria mientras gobernaba con el PP no se le conoció crítica alguna sino que, seguramente, vivía a todo nivel allí con los impuestos que pagamos los canarios para que fuera diputado.
Es una estrategia muy tristemente canaria esa de echar la culpa de nuestros males al ente abstracto de los de fuera cuando a veces nadie es capaz de cargar con sus responsabilidades y culpas aquí mismo. Para ocultar las cosas que hacemos mal están los godos, los canariones, ahora los inmigrantes (sólo los de países pobres porque los comunitarios que suelen crean más presión negativa sobre el territorio tienen dinero) y si algún día se encuentra vida en otro planeta se les echará la culpa a los extraterrestres. Desde hace más de tres décadas Canarias tiene un autogobierno y una batería de competencias como nunca antes había tenido en sus historia, sanidad, carreteras, educación o cultura, y no es casualidad que éstas se estén gestionando tan mal que, en cierto sentido, habría que revisar y retirar competencias pues con el mal hacer autonómico han puesto a las islas y a casi medio millón de ciudadanos en muy mala posición.
Y es que en aproximadamente tres ejercicios presupuestarios, durante dos gobiernos distintos de Coalición Canaria, se han permitido el lujo de devolver alrededor de 900 millones de euros en presupuestos finalistas, esos que entrañan una justificación plena de los gastos y una sólida memoria económica para el fin que están previstos, las distintas consejerías como sanidad o educación por dejaciones en sus funciones o falta de consecución de los plazos administrativos requeridos a la administración central según fuentes periodísticas que ahora serían muy complicado citar. Está claro que a veces no es la cantidad de dinero que se disponga en bruto, son casi 300 millones por año los que se han perdido en Canarias o lo que es lo mismo el 14 por ciento de los 6 mil millones que se presupuestan para las islas, sino la capacidad de gestionar el dinero eficientemente lo que necesita el ciudadano. Cuando vemos que todas las administraciones al empezar una legislatura, sobre todo las de Coalición Canaria, aumentan descaradamente el personal de confianza para enchufar a sus allegados, en el caso de Paulino lo hace con allegadas muy cercanas que pasan del ayuntamiento de La Laguna al de Santa Cruz, y luego no tienen a nadie capaz de administrar este tipo de presupuestos el tema es para organizar un escándalo pero como siempre en estas tierras estas cosas pasan inadvertidas. Hasta donde les dejemos hacer ellos harán porque han gestionado las islas como una República Bananera cosa que seguirá siendo por mucho tiempo como les dejemos seguir.
Y hablando de agricultura, en las islas se van perder para el sector del tomate unas ayudas de la Unión Europea de aproximadamente 10 millones de euros. El caso es que los requisitos que pide a los agricultores la administración canaria son tan complicados, a veces tienen que justificar requisitos inexistentes, que va a ser imposible que los agricultores cumplan los plazos por lo que ese dinero se va a tener que devolver casi en su integridad. Siempre me ha hecho gracia el pirado de turno que busca la ocasión para tirar una tarta a la cara a personalidades como Billy Gates o Sarkozy durante una rueda de prensa. Si hay excedente tomatero este año antes que tirarlo por los barrancos se debería repartir entre los ciudadanos de canarias. Si les digo nombres como James Cayne, Martin Sullivan, Stanley O’Neal o Charles Price pueden pensar que estoy hablando, por el contexto, de mafiosos de la serie The Sopranos pero no son más que especuladores causantes de la actual crisis económica que a toda contra salieron beneficiados con cientos de millones de dólares de todo este proceso en lugar de ir a la cárcel y a los que no le daría mis ahorros porque los perdería. Si les digo nombres como Paulino Rivero, Milagros Luis Brito, Pedro Rodríguez Zaragoza, Miguel Ruano, Domingo Berriel conocerán enseguida de quiénes hablo y para los que no habría de confiar un céntimo de los presupuestos públicos cosa que desgraciadamente sucede. Para estos, y también para los primeros, propongo un tomatazo con el que indicar el suspenso de personajes parásitos y vividores. El imputado vicepresidente y consejero de economía Soria lo dejamos, de momento, fuera de ésta porque lo suyo con la justicia va a tener tomate y es que, al final, nos van a faltar estas hortalizas.
Canarias 24 Horas, 20 de octubre de 2008.