18 agosto 2012

400



Parece que el cuatrocientos es la cifra mágica de estos días. Decía el abogado especializado en temas de derechos de autor e internet, David Bravo, que hurtar menos de 400 euros es una falta, de 400 euros a 10 millones delito pero que hacerlo por encima de esta cifra es que el capitalismo tiene un nuevo ciclo. Vamos que no es lo mismo robar gallinas o asaltar supermercados que hacerlo con el patrimonio público como han hecho los 33 imputados de Bankia empezando por el exministro y expresidente del FMI Rodrigo Rato. 400, además, son los euros de la ayuda del Plan Prepara, que por cierto más de 200 mil parados de último recurso llevan más de 15 días de retraso en el cobro de este dinero que para ellos es lo único que reciben para mitigar su situación, y que de momento el inútil de Rajoy juega a crear expectativas con que si este 15 de agosto se extingue la ayuda o se prorroga mientras para un malnacido como Alfonso Alonso éstos no son sino los parados de Zapatero. Y es que para esta chusma Popular a los parados por su condición se les debe un aplauso cuando se endurecen su situación porque, como piensa la niña de papá de la lotería Andrea Fabra, se merecen un qué se jodan.
A mí lo de Sánchez Gordillo y su asalto a los supermercados me parece algo más bien anecdótico, no sé si en cada carro sustraído hay 400 euros de compra o no para tipificar el delito, y este tipo de protestas no es nada original, en Francia esto se ha hecho por activistas no aforados durante mucho tiempo, ya que gente comete latrocinios a diario en los supermercados de todo el mundo y para nada se le da la dimensión que se le ha dado al caso de este diputado andaluz y miembros del sindicato SAT. Además a mi Izquierda Unida me parece un grupo político como los demás, cada día que mantienen en Canarias a un personaje abyecto como Ramón Trujillo como coordinador general en las Islas agrandan esta percepción, y que si bien tienen gente con muy buena gana e intención luego se pierden en las contradicciones internas e ideológicas de sus dirigentes principales. El asalto al Mercadona y el Carrefour de estos sindicalistas, seguro eso sí que tienen muchísimo que enseñar de lo qué es la lucha obrera a sindicatos verticales como UGT y CC OO, debería ser una anécdota más en esta crisis que cada día que pasa nos está haciendo más pobres, infelices y hasta miserables. Que esto lo haya hecho un aforado que no puede ser detenido sino ante un flagrante delito y que tiene un tribunal especial a su servicio y cuya diferenciación del resto de la ciudadanía ha traído tan malos ejemplos, en Canarias hemos sufrido a un sin vergüenza de la talla de Miguel Zerolo aprovechándose de este privilegio de una manera que da completo asco, me parece, en cierto sentido, hasta populista.
Ahora bien, que nada menos que el Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, haya salido a defender los intereses de las grandes empresas de distribución y ordenado el arresto de Sánchez Grodillo con la que está cayendo y con los delincuentes, sin ningún tipo de presunción, del colapso financiero, social y político que estamos viviendo es algo que a finales del siglo XIX era la excusa perfecta para hacer una Revolución Social. La acción de Sánchez Gordillo debería tener como mucho una breve esquina en un periódico impreso, es más algo anecdótico que otra cosa, pero que desde el PP se han empeñado en hacer de ello la gran cortina de humo que tape los desmanes que desde La Moncloa Mariano Rajoy está perpetrando: la posible intervención del país que sería la muerte política de este líder de paja hecho por el equipo mediático de la ultraderecha del PP y que, en caso de que se instaurara el Planeta de los Simios y lo confundieran con uno de ellos, no destacaría pues su mediocridad no llega ni para emular a especies supuestamente inferiores.
No sé si es posible nombrar a 400, seguro que aquí caben muchos más, pero aquí está esta una lista que hago de manera improvisada: Iñaki Urdangarín, Carlos Fabra, Miguel Zerolo, Luis Bárcenas, Francisco Correa, Pablo Crespo, Francisco Camps, José Blanco, José Bono, José Alberto González Reverón, Isaac Valencia, Macario Benítez, José Dimas Martín, Oriol Pujol, Ángel Acebes, Ricardo Costa, Juan José Dorta, Jaime González Cejas, Fèlix Millet, Antonio Rodrigo Torrijos, Juan Márquez, Jordi Montull o Jaume Matas entre muchísimos más sin pensarlos mucho. Todas estas personas tienen en común una cosa, con toda la presunción necesaria pues aquí no estamos para que nadie demuestre su inocencia sino para que se demuestre su culpabilidad, y es que han estado acusados en algún momento o tienen causas pendientes con la justicia por haber medrado en sus fortunas personales beneficiándose de lo público pues han sido cargos políticos o han tenido buena relación con éstos. La justicia a estas alturas tiene abiertas 730 investigaciones contra cargos públicos por corrupción. ¿Qué coño hace el gobierno, en este caso el Ministro de Justicia Gallardón pero también el de Interior que tanto sabe señalar a asaltadores de supermercados como si fuera una simple chivata, que no está dotando a la justicia de las armas adecuadas para luchar contra esta auténtica lacra social que ha puesto al país en una de las peores situaciones de su historia reciente? ¿Por qué se puede estar imputado casi una década en causas que parece que nunca acaban por celebrarse y hasta prescriben y se tiene una repugnante sensación de impunidad en la sociedad? ¿Por qué asaltar la administración, repartir la cajas de ahorros entre los amigos de PP, PSOE, IU y los sindicatos verticales para hacer trapiches territoriales que han reventado a este país puede salir completamente impunes y socializar unos carros de la compra básicos, como dicen desde el SAT, debe tener todo el peso de la ley encima? Será que la visión retorcida que muchos políticos de la ultraderecha del PP y la lacra de supuestos periodistas y tertulianos de la TDT Party contemplan que el principal deber de las leyes es defender la propiedad privada de grandes empresas que muchas veces crecen gracias a favores políticos pero que el asalto de lo público, que nos pertenece a todos pues los ciudadanos contribuimos más a su mantenimiento que las empresa que tienen sus métodos legales de evasión fiscal, les deja completamente indiferentes cuando no participan en éste por activa o por pasiva. La gente que llama ladrón a Sánchez Gordillo y luego son capaces de mirar a otro lado cuando hablamos del verdadero problema que es la corrupción deberían de callarse la boca y de hacer un curso intensivo del Plan Prepara a 400 euros de lo que significa tener vergüenza.
Mientras Rajoy está de vacaciones en Galicia la prima de riesgo no baja de 500 puntos, 200 mil parados no cobran sus 400 euros de prestación y muchos más no saben si podrán acogerse a este plan cuando se les acabe las ayudas que tienen porque Rajoy los utiliza para tapar su desastrosa situación que le pone al borde de salir de la presidencia si España por orden de la Troika si finalmente es intervenida en su totalidad como seguramente acabará por suceder. Rajoy es un absoluto cobarde y mentiroso que ha perdido todo tipo de legitimidad política para permanecer en su puesto y que a día de hoy es el mayor problema que tenemos los ciudadanos. Si fuera una persona honrada, cosa que no lo será nunca, ni siquiera debería de dimitir sino de coger las maletas y salir por la puerta del jardín de La Moncloa y desaparecer de nuestras vidas para siempre. Esto seguramente será una salida más airosa que la que le darán nuestros acreedores cuando España sea intervenida y lo quiten de en medio porque ya no les es útil.

Canarias 24 Horas, 12 de agosto de 2012.