29 abril 2013

Sí se pudo


Jamás he creído en aquel dogma ultraliberal que a muchos políticos de turno les gusta exhibir de vez en cuando, dejando toda su gestión a la altura de lo dudoso por supuesto, que desde el sector privado se pueden gestionar mejor las empresas y los servicios públicos para justificar así una privatización que, casualmente, siempre beneficia a empresas privadas determinadas. Nunca me creí los supuestos beneficios para el consumidor, eludiendo así deliberadamente la palabra ciudadano en el discurso, que la gran privatización del cien por cien del sector industrial y financiero, perpetrada por los sin vergüenza de Felipe González y José María Aznar, en la última década del siglo XX iba a suponer para todos. No creo que sea necesario recordar ahora la verdadera tragedia que representa para los ciudadanos contratar un servicio con oligopolios como Telefónica, Endesa, Iberia o Repsol que de manera eficiente han subido el coste de sus servicios en pos de su cuenta de resultados y en contra de los consumidores que nos encontramos completamente indefensos ante sus abusos. Esto por no hablar de la banca y de los excesos hipotecarios que han conducido verdaderas mafias como Bankia, La Caixa o BBVA que en su día tuvieron parte pública o se gestionaron de manera directa  por los partidos políticos y los sindicatos y que nos han llevado hasta donde ahora estamos. Por supuesto que mucho menos se puede apoyar la segunda fase de las privatizaciones en la que nos encontramos inmersos, empezó ésta hace más de una década, que consiste en traspasar al sector privados servicios esenciales como la gestión del agua, la sanidad, la educación y los servicios sociales a los que tan adictos son personajes de tan baja catadura moral como Esperanza Aguirre, Ignacio González o Paulino Rivero.
Toda esta larga introducción es para dejar claro que a mí nadie me vende la moto de que las privatizaciones son positivas ya sea alguno de éstos que he nombrado ni, mucho menos, el alcalde de Sí Se Puede de Buenavista del Norte Antonio González. Parece ser que la Escuela Infantil del municipio atraviesa una mala situación y que, según dice, lo único que se puede hacer es privatizar la gestión de ésta con una suerte cooperativas, comunidades de bienes, economía social que privilegie a los parados de la zona y recogiendo una propuesta que el PP (sic) quiere elevar al pleno municipal. Yo no sé si el alcalde hace bien o no, en principio busco información sobre la situación de esta Escuela o el plan que hay para su privatización y no veo nada por lo que el tema no me parece tan transparente como el mismo alcalde dice, pero esto es una grave contradicción en el seno del partido que, por ejemplo, en Santa Cruz defienden la vuelta al sector público de la empresa de aguas EMMASA. Ante estas contradicciones no me creo ya nada de lo que me dicen máxime cuando Buenavista fue uno de eso municipios que accedió al plan de proveedores de Rajoy, con el que se ató de pies y manos para ejercer cualquier política independiente, y las condiciones leoninas del crédito y las políticas del déficit hacen que en este ayuntamiento esté, en cierta medida, gobernado por el PP desde Génova. Yo ante estas contradicciones sólo veo, en principio, dos actitudes radicales: o abandonan el discurso de que lo suyo es una manera distinta de hacer y abordar la situación política, cosa que no es cierta porque como vemos en estos dos años han demostrado que son más de lo mismo, o asumen una forma de funcionar completamente pragmática y se mezcla con, o en, partidos como CC, PP y PSOE y dejan de engañar a la gente y a ilusos que, como yo, hace dos años y algo les dimos nuestro voto y toda la confianza. Como a este partido les gusta hacer un eslogan que contiene su nombre aquí les propongo este: Sí Se Puede privatizar los servicios públicos.
Estaba cantado que un partido de la categoría de Socialistas por Tenerife, por cierto que cada día Sí Se Puede me recuerda más a esta gente, estaba condenado a desaparecer como así está sucediendo. En Santa Cruz el profesional de la traición José Manuel Corrales les robó las siglas hace ya un tiempo y las añadió a Izquierda Unida con lo que este personaje, carente del más mínimo sentido de la vergüenza, se postula desde IUC en un viaje de retorno después de haber pasado por cuatro o cinco partidos en poco más de una década. En La Laguna Santiago Pérez se ha marchado del ayuntamiento dejando ahora a Ignacio Viciana con los 60 mil euros que gestiona el partido en esta ciudad y dejando en la puta calle, parece que a este hombre siempre le pasan estas cosas, a José Manuel Castellanos que era el liberado de esta formación y el que le hacía todo el trabajo sucio a Pérez. ¿Qué dice Sí Se Puede en La Laguna de sus socios en las elecciones del 20 de noviembre de 2011 ante este tema completamente sucio? Nada o mejor tonto el último no sea que vayan a perder la asignación que tienen para el concejal y el liberado con el que cuentan y que, con criterio maquiavélico, supo poner a sueldo el alcalde Clavijo para callar la boca a la oposición y hacer lo que este grupo ha hecho en estos dos años de legislatura: absolutamente nada. No quiero ser descortés y decirles a quién pienso que en 2015 deberían de pedirles el voto pero que para mantener a estos dos y a los que se puedan sumar no cuenten con mi voto jamás porque no voy a votar nunca más o antes de hacerlo por ellos lo haría a CC. Es más, cuando acabe la legislatura respiraré mejor porque sabre´que no ocupan el puesto gracias a mí. Aquí va otro eslogan: Sí Se Puede vivir del cuento.
En Granadilla de Abona sigue la construcción del puerto de Granadilla, ese gran pelotazo que ya nadie se molesta en justificar porque la evidencia de lo innecesario de esta infraestructura es manifiesta, delante de las narices del concejal de Sí Se Puede, muy cercano del PSOE y buen amigo por entonces del imputado alcalde Cejas, Antonio Cabrera. De cómo Sí Se Puede cobró allí una pasta gansa, con viajes a Bruselas y personal liberado mientras Cabrera era concejal con sueldo, habría mucho qué decir, sobre todo de la documentación que se levantó uno de estos liberados cuando se rompió el pacto dejando a la Plataforma Contra el Puerto de Granadilla literalmente en bragas, pero no es mi misión hacer esto sobre todo para evitarme que funcionarios oligofrénicos me escriban a mi correo para llamarme ignorante cuando es él jamás ha dado la cara por su partido y a mí me insultaban por defender públicamente el pacto antinatural que tuvo Sí Se Puede en Granadilla con CC y el PP. Parece que ahora Antonio Cabrera anda metido en temas de energías alternativas ahora que éstas están penalizadas por el ministerio de José Manuel Soria y uno se pregunta qué enchufe debe estar viendo este hombre para dedicarse a este tema. Probablemente el puerto de Granadilla acabe quedándose inacabado y si le debiéramos de dar las gracias a alguien serían a tres ciudadanos, sólo 3, que han elaborado un mapa de las canteras ilegales que están surtiendo de áridos el puerto y que usa la fiscalía para documentarse. Tres ciudadanos que viven a decenas de kilómetros de la zona de la obra y que si Cabrera tuviera algo de lo que hay que tener se le caería la cara de vergüenza. Otro lema: Sí Se Puede parar el puerto de Granadilla pero que lo hagan otros.

El Consejo de Ministros del viernes 26 de abril de 2013, con la vicepresidenta Soraya y los ministros económicos De Guindos y Montoro, supuso la rendición completa del PP ante la crisis económica y el paro, mientras un vividor miserable y cobarde que sólo sabe cobrar en negro como Rajoy permanece escondido, porque la solución a lo que nos está pasando está muy lejos, en instancias como Bruselas o el FMI, y además éstas no son ni democráticas ni siquiera políticas dichas instancias. El Consejo de Ministros vino a escenificar, además, el tremendo fraude electoral que supuso la mayoría absoluta del PP y la deslegitimación moral y política que goza este gobierno de ineptos y cobardes. A nuestra escala a Sí Se Puede se le puede acusar también de fraude electoral cometido a dos niveles: por un lado una cierta ingenuidad de corte cristiano en su militancia que piensa que inexorablemente como llevan la razón las cosas van a acabar siendo como ellos creen que deben ser sin fijarse que la mayoría de la sociedad permanece ajena a sus cosas y también a sus cuadros de dirigentes, como Cabrera, que han sabido manipular bien las asambleas con esta pobre creencia. Con buenismo no se pueden hacer las cosas y este error ha sido utilizado por Rajoy conscientemente e ingenuamente por Sí Se Puede. ¿Qué nos queda después de esta defunción certificada de la política? Quizá algún movimiento social con el PAH, al que por cierto Corrales en Santa Cruz trata de acercarse para que lo confundan con él, que defiende unos derechos muy particulares, en mi caso nunca me creí que con mi sueldo me podía hacer con una hipoteca que regalaban sólo con entrar en un banco y por eso mi situación es más aliviada que la de muchos, pero que lo están haciendo muy bien, aunque acabarán cayendo en contradicciones, y que encima se tienen que enfrentar con el poder mediático de auténticas mafias financieras como la banca española y poderosos como Emilio Botín. El último lema es este que vi una vez en una pintada: Sí Se Puede cambiar las cosas sin pasar por las urnas.