12 noviembre 2016

Inútiles motivados


Ya lo dice siempre que puede Victor Küppers en sus conferencias: no hay nada peor que un inútil motivado. Los que hemos tenido la suerte de asistir a alguna de sus conferencias sabemos bien a lo qué se refiere. Nos habla de esa gente completamente inane pero que se arroga con una suerte de obligación moral, que por otra parte nadie les ha pedido sino más bien todo lo contrario, de ser los salvadores en una situación inaceptable que es muy compleja y difícil de resolver pero que éstos inútiles confieren de una manera sencilla, probablemente, porque saben que así pueden sacar tajada o hacerse los héroes cuando lo que más que llegan es a payasos sin fronteras. En Canarias tenemos el perfecto ejemplo de esta tipología en las cabezas más visibles de esa formación política llamada Sí Se Puede, que ahora intenta extenderse desde Tenerife a las demás islas, manipulada por progres pequeño burgueses que no tienen ni puta idea de la realidad, o lo más que saben de ésta son los complementos que tienen sus nóminas, que creen que su misión en la vida es pensar por los demás y que se arrinconan como profesores universitarios en La Laguna, alto funcionariado de la Comunidad Autónoma de Canarias y viejas leyendas del profesorado de instituto. Veamos someramente sus acciones como inútiles en tres ejemplos.

Sin duda lo mejor que ha ocurrido en la historia de Tenerife en los movimientos sociales ha sido la creación, hacia 2004, de Asamblea por Tenerife. Fue el mayor momento histórico del asociacionismo de la isla de Tenerife, probablemente de Canarias, y los poderes fácticos de la isla nos llegaron a tener mucho miedo. Todavía recordamos aquellas movilizaciones de miles y miles de personas en la calle, con un entorno mediático completamente hostil, que a cualquier llamada la gente salía a la calle sin redes sociales, sin mensajería en los móviles y con gente construyendo un medio informativo, el Pasalo donde a mi por ejemplo me censuraron un artículo, que era una fuente de peleas pero que se trataba de consolidar como un medio alternativo a las grandes cabeceras como El Día o Diario de Avisos financiadas directamente por el empresariado chicha afín a Adán Martín que ha acabado poniendo su nombre al auditorio de Tenerife, singular monumento del despilfarro que pasó de costar 21 millones en los planos a 74 después de construido. Uno tiene ya sus años y no creo que en la vida vuelva a ver un movimiento social en Canarias tan potente y esperanzador como aquella Asamblea por Tenerife porque un partido como Sí Se Puede se encargó de trepar a sus espaldas para darse a conocer y matarlo cuando ya no les servía. Para ser justos no lo hicieron solos, la ayuda impagable del Centro de la Cultura Popular Canaria y de Izquierda Unida en Tenerife, que también acudieron allí para obtener sus réditos, fue justa y necesaria para que el mayor movimiento social de Canarias fuera primero una ruina y luego algo completamente insuperable en la historia de próximas décadas y generaciones.

Otro muerto que dejaron por el camino fue la Plataforma contra el Puerto de Granadilla. En este municipio Sí Se Puede pacto, de manera completamente infame, con el PP y CC para, decían, encarcelar a Cejas, que todavía se anda tocando los huevos por ahí y se descojona de ellos en su cara, y detener el puerto de Granadilla. Asamblea por Tenerife debió su nacimiento en la oposición a este proyecto pero, no lo debemos olvidar, se metió en todas las disputas sociales de la isla hasta su completa inoperatividad unos años después. Nunca sabremos todo el dinero que Sí Se Puede recibió como financiación irregular en ese municipio con sólo un concejal, un sociata resentido como Antonio Cabrera, ni como José Luis Fuarros después de ser alto cargo a dedo en el ayuntamiento acabó peleado con Cabrera ni la documentación que éste acabó robando a la plataforma contra el puerto que acabó quedando tirada. El resultado a día de hoy es que el mayor atentado ecológico de la UE está terminando su dique exterior, ha pedido una subvención para completar parte del equipamiento y Antonio Plasencia su constructor experto en pelotazos, (Teresitas, Barrancos de Güímar o el propio puerto) ha visto reflotar su fortuna personal. En la actualidad a Sí Se Puede, que han pillando bastante poder desde entonces, les importa una puta mierda lo que en Granadilla ha sucedido o lo que pueda suceder. Cómplice es su casi absoluto silencio en contra de la ampliación de la línea dos del Tranvía o de su posicionamiento en contra de lo que son las cosas terribles que todavía siguen pasando en la isla. Ahora, como buenos nuevos caciques, lo que les importa es quedar bien ante todo el mundo, no asumen que gobernar signifique decir y hacer las cosas aunque no gusten a una mayoría y mantener el poder a toda costa con el único objetivo de los cuatro años: cuando toca ir a las urnas y continuar el poder y con los puestos de los que algunos tan bien viven. Yo, que en lo personal soy muy abierto, jamás les perdonaré esta infamia cometida con el puerto de Granadilla con la que hasta tuvieron la cada dura de ir a buscar votos.

Que conste una cosa: a mi Podemos no me gusta porque me parece que es un partido que ha surgido de manera oportunista sin capacidad siquiera de plantear el sistema actual que, a mi modo de ver, debe ser superado pues todo lo que signifique ser parte de él es perpetuárlo. Sin embargo, los elogio a nivel de sus bases, de las asambleas que fueron capaces crear algo de la nada y, sobre todo, de ser gente que no era conocida y si nueva en el mundo de la política. Ese mismo efecto se dio en Tenerife hasta que Fernando Sabaté, por cierto tío con ese bigote que te has dejado pareces un Pancho Villa tiranizado, y algunos más fueron a ver a Pablo Iglesias e Iñigo Errejón y éstos les dieron la franquicia y el derecho de usar en nombre en la isla de Tenerife. Durante varios años la dirección de Sí Se Puede trataba de hacerse un nombre y de ir con el al Congreso de los Diputados, sic, traicionando el trabajo local que habían hecho los primeros seis años de existencia y pactando con exsocialistas manchados de corrupción y financiados por Nueva Canarias. El resultado fue que Podemos les hizo la campaña sin que éstos tuvieran que mover un dedo y colocar en el Parlamento de Canarias a paracaidistas como El Maceta, después de muchos años de militar en pequeños partidos que no le dieron un puesto tan interesante como este. Un puesto en el que le era muy cómodo viajar, según dijo en una entrevista vergonzosa, a sus asuntos particulares con los cheques de viaje del Parlamento que le pagamos todos. En fin, el caso es que donde estos meten la mano todo acaba mal porque son ogros de la política y no entienden aquella máxima que hay que dejar pasar a las nuevas generaciones porque aunque la mayoría tenga más de 50 años, en un complejo de Peter Pan pero también en un mal hacer del Principio de Peter, se creen que todavía son jóvenes cuando ya deberían estar pensando en rescatar sus fondos de pensiones, vender sus acciones de Telefónica y vivir, y dejarnos vivir, a los demás tranquilos. Yo no sé de sus acuerdos, les he oído tantas falacias y mentiras que no me fío de ellos, pero parece que acordaron diluirse en Podemos, cuando dieron el paso hacia esta formación se les fue mucha gente de base que les hacían el trabajo duro, y ahora lo que han hecho es tratar de resucitar la marca Sí Se Puede pensando, seguramente, que los que les votan lo van a seguir haciendo de una manera divina porque para ellos los que tenemos el derecho al voto somo, sobre todo, gilipollas. Lo que es terrible es el acuerdo que llegaron probablemente en una mesa de un bar, apuntando en servilletas, que dejó tirados a los que formaron Podemos en la isla porque recibieron la bendición de otros universitarios que les entregaron las siglas del partido. Iglesias no sabía lo que hacía, les entregaba el control de un partido a unos mediocres que viven de callar la boca mientras él recogía las críticas brutales de toda la ultraderecha española, sus medidos de comunicación y sus aliados como Ciudagramos o el PSOE.


Llevo años callando en mis criticas a Sí Se Puede porque me interesaba más vivir mi vida y porque durante una época en la que fui razonablemente crítico llegué a perder amistades y gente que me hacía la pelota como el trepa de Rubens Ascanio me quitaron el saludo. Pensé que no valía la pena desgastarme en contra de una gente que vive de lo que yo pago con mis impuestos y que usaban su tiempo laboral, que lo pagan mis impuestos, en atacar a un tipo como yo que, a su lado, soy y seré con mucha alegría un don nadie pero que siempre me he mantenido firme en mis principios porque no me vendo por un sueldo como éste que he nombrado ha hecho. Si ahora cuento esto es porque me importa una puta mierda lo que puedan decir de mi, no creo que lo hagan porque ya se mueven en otro ámbito, y voy a tener el orgullo de mirarles a la cara por la calle hasta que ellos me quiten la mirada por cobardes. Quiero acabar con una pequeña reflexión. A los que siguen en la base del partido, que me consta que todavía la tienen y son muy válidos, les digo que no entiendo por qué apoyan a los dinosaurios que siguen controlando el partido casi 12 años recordando que una de sus promesas era largarse de éste y de la dirección mucho antes porque lo que les importaban, decían, eran las ideas y no las personas. Parece que esto no es así, que lo que quieren, lo que han hecho, es profesionalizarse en la política y hacia ello van. Aquí va mi respeto hacia las bases de Sí Se Puede y mi estupefacción que hagan lo mismo que hacen las del PSOE: defender a unos impresentables que los han utilizado para hacerse con un cargo. No hay proyecto que valga la pena defender para siempre, a día de hoy las cosas deben empezar pero, sobre todo, deben acabar y saber cuando acabarlas bien. Sí Se Puede debería haber terminado ya hace unos años porque no representan lo que fueron sino que se ha hecho una máquina de situar a gente en puestos cómodos que no tienen puta idea de lo que pasa en la calle como que hay cientos de miles de canarios que viven con bastante menos de 400 euros al mes. Un último dato: a esos progres que he visto defender las conquistas de Venezuela les reto a dejar sus cargos de funcionarios públicos, sus adosados, su vida bien pagada en las islas donde hay verdaderos nichos de pobreza e irse a vivir en un entorno de inseguridad como el que hay en Caracas viviendo y comiendo con la gente del pueblo. ¡No hay cojones! 

24 junio 2016

Brexit


Podía pasar y ha pasado: el Reino Unido ha decidido, en un referéndum completamente legítimo, salir de la Unió Europea. Que se sepa la policía política del meapilas de Jorge Fernández Díaz no ha estado detrás de este asunto para que no se produzca. O si lo han estado han demostrado lo qué son las cloacas del estado español: una suerte de T.I.A. a lo Mortadelo y Filemón donde, si las cosas pueden salir mal, saldrán peor. El caso es que en España hemos estado sumidos en una campaña política donde cuatro mediocres tratan de quedar los primeros desprestigiando a los otros y ninguno ha tenido el coraje político de hablar de este tema en esta campaña triste y vergonzosa campaña electoral, versión 2.0, a costa de los impuestos de los ciudadanos, que ha resultado no sólo ridícula sino completamente aburrida. PP, PSOE, Podemos (sin Unidos pues ya no existe IU cosa de la que hasta me alegro) y Ciudadanos han representado un club de la comedia en la que se han burlado los unos de los otros, recordemos que las bromas privadas no son chistes para la mayoría, de los ciudadanos de paso y ah estado huyendo de exponerse ante el presunto electorado con las cartas hacia arriba hablando de lo que a la ciudadanía debe importar: la violencia de género, la explotación y depauperación de la clase trabajadora y de la clase media, la deuda púbica que ha superado por primera vez en muchas décadas el cien por cien del PIB, los nuevos recortes que va a imponer la troika y que el gobierno que salga algún día deberá de llevar a cabo, la corrupción generalizada a la que han entrado a saco los partidos nuevos que apenas llevan dos años con cargos, las libertades sociales, la enseñanza, la sanidad o los costes ambientales ya irreversibles en este mundo y que nuestros descendientes han de pagar. La estrategia ha sido no nombrar lo incómodo y engañar a la ciudadanía que está a otras cosas.

En el tema de Brexit y de los otros nombrados la estrategia de los partidos ha sido la que cultivan los niños pequeños y durante casi cinco años Mariano Rajoy: lo que incomoda hay que ignorarlo y de lo que no se habla no existe. La reacción de muchos al día siguiente del referéndum británico ha sido la incredulidad, el preguntarse qué va a pasar ahora y el seguir creyendo que las cosas no van a cambiar. Y sí, lo van a hacer. Jamás, en la completa historia de la humanidad, había existido una casta política internacional de mediocres tan grande, aparatosa, desmovilizadora y repugnante como la que gobierna o aspira a hacerlo a escala global. Se dice que la convocatoria del referéndum en Gran Bretaña sobre la salida de la Unión Europea es una táctica particular de David Cameron para aferrarse al poder y contentar a la ala más ultra de su partido que le ha salido mal. Dice que se va a ir pero que lo va a hacer dentro de unos meses y no ahora porque, como muchos, no tiene vergüenza ni nada que se le asemeje. En esto es lo que se ha convertido la política: que un desgraciado mediocre como Cameron sea capaz de poner en juego la ilusión de millones de personas y que muchas fuera y dentro de Gran Bretaña verán afectada su vida más corriente por la ocurrencia de un miserable. Esto no es política, no aquella que los griegos llevaron acabo cinco siglos antes de nuestra era, por la que muchos dejaron su vida en el trascurso de la historia y desde el XIX otros tantos también la perdieron para que nuestra vida presente fuera mejor. Parece que se cumple lo dicho, dejaremos la primera generación que vivirá peor que sus antepasados.

¿Qué ha pasado en Gran Bretaña para que las personas de más de 50 años perciban a la UE como algo negativo y hayan votado en masa la salida de la UE? Habría que ir a ver lo que se ha convertido la Unión Europea en los últimos años: en una conquista política y pacífica del continente europeo por el establishment de la Alemania que provocó las dos Guerras Mundiales, por el lobby de la banca alemana que ha prestado a los países de las economías PIGS bajo en síndrome de la más pura usura y con una capital como Bruselas donde campa la corrupción política, las grandes empresas imponen sus intereses económicos y mercantiles y donde se han olvidado completamente de la ciudadanía y de la Europa de los derechos. Claro ejemplo lo tenemos en los falsos rescates a Grecia, España, Portugal, Irlanda y las presiones hacia Francia e Italia. Una Unión Europea que se ha construido de espaldas a la ciudadanía, que debería de llamarse la Gran Coalición de Alemania y cuya banca emisora, el Banco Europeo, no es un sistema de mejora de la economía sino un lobby que favorece los intereses de empresas mafiosas como el Deutsche Bank.

El resultado ha sido una UE menos cohesionada, más partida, con más desigualdades y en la que en muchos lugares, entre ellos Gran Bretaña, los sentimientos nacionalistas más rancios e inmovilizadores han crecido de manera inmensa en estos ocho años largos de la gran crisis económica. Una Europa que no representa a ciudadanos sino a intereses financieros, donde hay una cartera de servicios que poner al mercado, los logros de la sanidad o la educación, por ejemplo, del estado de bienestar de la Europa de posguerra, y en la que se han incrementado el número de ricos de manera exponencial mientras la clase media se ha convertido en algo residual y condenado a desaparecer. Esto es algo que se ha hecho desde las mismas instancias publicas comunitarias en connivencia con el FMI y el Banco Mundial, dos organizaciones que han estado siempre en el punto de mira por su falta de transparencia. No me alegro que un país tan importante como Gran Bretaña se vaya de la Unión Europea pero puedo llegar a entender perfectamente a los que han votado a favor del Brexit. Es más, y creo que esta es otra cosa que se nos oculta, puede que en los próximos meses o años oigamos hablar de más países que quieran abandonar la UE o el euro, una moneda de Monopoli impuesta por la banca alemana que ha acabado con los mecanismos naturales de salida de las crisis económicas al arrebatar el control de los gobiernos a sus finanzas publicas y de la moneda.


¿Europa ha muerto? No lo sé, si desaparece como la conocemos hoy no va a ser por una u otra estocada definitiva sino porque políticos y seres mediocres han llevado a cabo su política y sus finanzas durante ya muchas décadas y esta es un muerto que hace tiempo huele mal. Lo que parece que se nos viene encima es una vuelta atrás del nacionalismo más negativo, rancio y peligroso del que, como las primeras décadas de la UE, pensábamos que no íbamos a ver más en nuestra humanidad pero que, sin duda, nos espera en los próximos años a no ser que los ciudadanos podamos decidir sobre nuestro futuro de manera directa y pongamos en su sitio a la casta de políticos mediocres y a todo su sistema de partidos, con una forma de funcionamiento del siglo XIX, que han demostrado que son la fuente de todos nuestros males. Pobre Inmanuel Kant, murió pensando en su Paz Perpetua y la unión de las naciones y que por sus propios compatriotas, la banca alemana, ya no la veremos cumplida pese a que un día pensamos que esto iba a suceder.

24 abril 2016

El horror


Hay novelas que se ven superadas en su texto cinematográfico. Pocas pero las hay. Sin duda, leer El Corazón de las Tinieblas de Joseph Conrad no es un ejercicio tan pleno como ver las dos horas y media de la mejor película de Francis Ford Coppola, Apocalypses Now. Producida en unas situaciones excepcionales, rodada casi sin guión, con un Marlon Brando en el momento más maduro de su carrera pero menos centrado y un reparto todo el día abusando de la droga y el alcohol en lo que les parecía unas vacaciones pagadas en un destino exótico, el texto de Coppola fue una buena actualización de las expansiones coloniales del siglo XIX británicas en África expuestas por Conrad por las de Estados Unidos en la segunda mitad del XX. El horror, el horror acabará diciendo Brando en uno de sus mejores papeles como el Coronel Kurtz en esta ficción. Mi explicación de por qué disfruto de cosas así: porque son cuestiones narrativas, que mediante éstas se puede analizar el fondo del cerebro humano sin que nadie resulte dañado y es un buen ejercicio para conectar la amígdala, la pare del cerebro más antigua, con el neocortex que apenas tiene unos cientos de miles de años. Sin embargo, El Monstruo ha estado estos días acechándome y no era el fantasma del Coronel Kurtz.

Un horror más real y menos literario me ha tocado el corazón y me ha llevado a escribir esto. No soy una persona morbosa, todo lo contrario, y cuando oigo temas de asesinatos, violencia y víctimas apago la radio o paso la página de Internet. Lo hago por pudor y por respeto a los que han sufrido estos casos. Ahora que lo pienso, sí había oído hablar de cierto personaje pero mi pudor ante estas cosas lo había borrado. Estoy hablando de Luis Alfredo Garavito apodado El Monstruo, un asesino en serie colombiano que, estando de momento preso, se jacta aún de haber violado, asesinado y descuartizado a algo más de 200 menores de 16 años entre 1993 y 1999. Muchos de esos asesinatos siguen sin haber sido juzgados y muchas de sus víctimas sin identificar. Ocurrió en un país donde hay muchos niños en la calle que no valen nada, en un momento de guerrillas, de escuadrones de la muerte, cárteles de la droga y una corrupción política galopante que hacía que los esfuerzos policiales no se ocupara de otra cosa. Este miserable asesino se aprovechó de estas circunstancias para pasar desapercibido durante años hasta que saltaron los cientos de cadáveres, no enterados sino dejados como el mimos asesino llega a decir. Jon Sistiaga, para el Canal Cero del cable de Telefónica, le hizo una entrevista la cual me atrajo por la personalidad de este malnacido y con una pregunta que me invadía el cerebro y que no me dejaba pensar con claridad en otras cosas más cotidianas: ¿qué demonios puede haber dentro de la cabeza de un humano para ser capaz de hacer esto, seguir vivo y no sentir un remordimiento expreso.
¿Qué sucedió para que decidiera ver esta entrevista? Escuchar unos cortes de voz, sin ponerle cara alguna al individuo en ese momento, en la que Sistiaga arremetía contra él durante la entrevista diciéndole que parecía más un simpático profesor de filosofía que un asesino capaz de provocar tanto dolor. Como pude ver luego Garavito reía animosamente en este momento mientras Sistiaga lo miraba con su ojo derecho dominante sin hacerle gracia lo que se decía y sin responder Garavito al propósito mismo de la entrevista: ¿por qué había sido capaz de cometer esos actos tan atroces? Uno sólo de sus repugnantes actos, con mucho menos daño, ensañamiento y violencia, hubiera sido suficiente para que una persona con un mínimo de humanidad viviera amargada el resto de su vida, o decidiera dejar de vivirla, mientras que, de una manera fría, Garavito especulaba con su puesta en libertad en un país como Colombia que, haciendo gala de un código penal civilizado, no contempla la cadena perpetua ni la pena de muerte. He pensado, por ejemplo, hasta qué punto no habremos fracasado irremisiblemente como humanidad y lo imposible de ser verdaderamente humanos en algún día cercano.

Jon Sistiaga acusó en un momento, editado en los cinco minutos finales del vídeo donde va la conclusión, que si Garavito le estaba manipulando. En un montaje teatral el presentador y director de la entrevista se levanta y deja con la palabra en la boca al asesino. Momento que me dio mucho qué pensar: no sólo aquellas palabras de Garavito sobre el profesor enrollado de filosofía me manipularon para buscar la manera de ver lo que tenía qué decir este desgraciado asesino sino la misma productora del programa por incluir una entrevista en un medio de radio y por el montaje de la misma completamente teatralizado. Respeto a quién le interese estos géneros y puedo decir que hasta me puede parecer algo informativo el programa pero, desde mi punto de vista, no se deja de abusar de la manipulación y el sensacionalismo. Se decía, por ejemplo, que Garavito era el mayor asesino en serie de la historia de la humanidad como si toda la historia estuviera fehacientemente documentada y como si, por ejemplo, muchos castellanos a título personal no hubieran asesinado a cientos y cientos de indígenas en el territorio mismo donde cometerá sus horrores Garavito quinientos años más tarde. Por mucho que la factura del programa la pague Telefónica ese tipo de cosas, bajo mi punto de vista, sobran. Se pueden vender las cosas sin morbo y ya tengo claro que, nuevamente, por éste no voy a volver a ver este tipo de productos primero porque no me han ido nunca y, segundo, porque ahora lo que busco es la vida y huyo del dolor como alma que persigue el diablo.

Sigo sin haber hallado la respuesta que me llevó a ver esta entrevista y que se encendió en mi cerebro al escuchar el nombre de Garavito, al ver el modo de psicópata de actuar y la absoluta falta de empatía que se puede llegar tener respecto al dolor ajeno. Yo he hecho daño, a mi me lo han hecho muchas veces y he observado el placer por el sufrimiento provocado que sentía este asesino sobre sus víctimas sintiendo la falta de piedad hacia mi dolor salvando las distancias, pero cuando me he dado cuenta de lo que he podido hacer he generado remordimientos que me van a acompañar toda la vida. Y no he matado ni mataré a nadie. Precisamente, lo que quería saber es por qué se puede provocar un dolor tan intenso en otras personas y sentir un inmenso placer con ello. No lo sé ni ya quiero saberlo. Quizá la respuesta que me he encontrado es la de reforzar algo que llevo mucho tiempo pensando: que nuestra sociedad está enferma, que los sentimientos de con-pasión han dejado de ser socialmente adaptativos y que seguramente no tendremos remedio, por lo menos durante unas cuantas miles de generaciones más.

Estas muertes absurdas, ver a algunos familiares exquisitamente elegidos para servir a los fines de la productora exponiendo que nunca volverán a ser normales y sentir que me pasan cosas buenas, que me precio de tener el cariño de personas que son generosas con sus sentimientos y la posibilidad de pasear todavía bajo el sol muchos días hacen que me precie en tener gratitud por algo: en el que estoy vivo, soy afortunado, puedo disfrutar de las pequeñas cosas y todos los días soy capaz de reír. Y, sobre todo, de buscar otras cosas que me producen más alegrías en un tiempo que parece que decir que agradeces lo que tienes y te sientes alegre produce hasta envidia. El horror de los cerebros enfermos, nada empáticos, que disfrutan porque no estás bien y del daño que hacen. Huyo de ellos, sin lamentarme de los que no huí en su momento.