11 enero 2012

Richard Cohen: polémica en diferido



Durante los últimos días de 2011 saltaba la liebre en las redes sociales y mucha gente comenzó a mirar como un escándalo que los sitios de El Corte Inglés, La Casa del Libro y Amazon tuvieran entre su catálogo en línea el libro Comprender y sanar la homosexualidad de Richard Cohen traducido y publicado en España en 2004 por la editorial falangista Libros Libres, la edición original es al menos de 2000 en Estados Unidos, y que hasta entonces había permanecido prácticamente inédito para millones de lectores. Para quien sepa un poco de libros tendrá claro que un libro editado hace ocho años en una única edición está prácticamente descatalogado, puede quedar algún ejemplar residual en alguna librería, y si no se ha descatalogado oficialmente es porque a la editorial le interesa que aparezca en catálogo para engordar sus supuestos fondos sobre todo para una editorial como Libros Libres que ha vivido durante mucho tiempo de las compras institucionales que le han hecho las diputaciones y gobiernos locales del PP, como también por subvenciones, y que lo han hecho no por lo excelso de su catálogo sino para inyectar dinero público en una editorial privada puesta en marcha por instancias cercanas a la ultraderecha de este partido político.
A mí el libro de Cohen me parece infame, y sé de lo que hablo porque en la época en que se publicó pasó por mis manos y me pareció no sólo un insulto a los homosexuales sino a la inteligencia humana en general, pero la campaña que se ha montado en la red, a estas horas en la plataforma Actuable se ha recogido más de 47 mil firmas para que estas tiendas online lo retiren, me parece no sólo un despropósito sino que tristemente ha contribuido a hacer propaganda, completamente gratuita, a un libro que siendo de unos planteamientos tan repugnantes había pasado desapercibido para la mayoría durante estos ocho años. A mí no me gusta el libro, supongo que como a la mayoría de las personas que tengan un poco de sensibilidad, inteligencia y sobre todo vean como algo normalizado en nuestra sociedad civil la homosexualidad, pero no creo que haya que hacer campañas en contra de este texto ni para quemarlo ni para prohibirlo como se ha insinuado por ahí a menos que de manera explícita en su línea editorial, que no recuerdo en detalle la verdad, se haga apología en contra de un grupo social como es el colectivo de homosexuales. Según datos de Cegal en Red, asociación que ampara a la mayoría de los libreros independientes de España, en sus librerías sólo se vendió un ejemplar en 2011, en marzo, y actualmente no está disponible en ninguna de sus librerías afiliadas. Sólo falta que este libro salte ahora a algún programa de telebasura que enmierdando el panorama busque una polémica fácil para que, esto es de cajón, la editorial se plantee reeditar el libro seguramente con un relativo éxito de ventas las primeras semanas.
Puestos a quejarnos de libros y a hacer campaña no sé qué están esperando los promotores de ésta sobre el libro de Cohen para denunciar la basura y las terribles falacias que publica Libros Libres con cinco libros de un fascista ex maoísta como Pío Moa revisando la Guerra Civil Española sin rigor histórico a favor del franquismo, en esta línea destaca un libro de puras mentiras titulado Contra la mentira, las patrañas que se han publicado en esta editorial a favor de la tesis del 11m como un atentado llevado a cabo por ETA y sus campañas infames contra todo nacionalismo que no sea el nacional católico español en especial contra el catalán y vasco. Y es que salvo Pío Moa, este ser despreciable ha levantado muchas polémicas entre historiadores serios que le han seguido el juego hasta cierto punto,  casi todo lo que publica esta editorial pasa desapercibido porque, afortunadamente, una gran parte de la ciudadanía está muy al margen de toda la basura que publica esta editorial. Reconozco que con esto que escribo yo también le estoy haciendo un poco de propaganda pero valga ésta para poner en duda lo que bajo mi humilde punto de vista ha sido una torpeza, no dudo nunca de la buena fe de los promotores, con esta campaña en contra del libro de Cohen.
La red se ha vuelto un sitio muy tortuoso sin que nos diésemos cuenta. La expresión lo vi en televisión para dar credibilidad a una noticia o acontecimiento ha sido sustituido por la de lo encontré en internet. Ahora mismo la red se ha convertido en un sitio magnífico para colaborar e intercambiar pensamientos pero es millones de veces más peligroso para expandir patrañas que la televisión lo ha sido hasta hace unos años. La red está cargada de personas con buena fe pero también de empresas que hacen jugosos negocios con nuestros clics y gabinetes de opinión que contratan a trolls, los hay también voluntarios claro, para cambiar y tergiversar las opiniones vertidas en foros y sitios de opinión largando cuando menos medias verdades pero, por lo general, mentiras y pura demagogia. Las nuevas tecnologías necesita un nuevo tipo de ciudadano, tecnológicamente activo pero también desconfiado y con la capacidad de contrastar todo lo que le llega como verdadero a su cuenta de correo electrónico. Hace tiempo un sexagenario columnista de los movimientos sociales tinerfeños, que antes de jubilado fue periodista y columnista de prestigio, me hizo llegar a mi correo una información que documentaba de una manera grotesca, en realidad era lo que en términos de internet se conoce como hoax, que el megalítico monumento del Stonehenge era un fraude que había sido realizado en 1901 a lo que le señalé su error por lo que publico para sus contactos una suerte de rectificación. Años después me enteré que en un periódico vecinal este mismo sexagenario censuró un artículo en el que dejaba mal a un pariente suyo, ya fallecido, porque lo señalaba con argumentos y pruebas como había sido un falangista infiltrado en el PCE.
Hacernos ciudadanos cuesta. Es un trabajo constante que jamás estará terminado pero que se enriquece con el día a día. Lo fácil es ser impulsivo, supongo que en los seis años que llevo escribiendo he cometido alguna falta como de las que ahora mismo me quejo pues no voy a ser yo quien diga que estoy libre de culpa, pero saber esto resulta clave para no sólo entender en nuevo paradigma de comunicación en el que estamos viviendo sino como salir victoriosos en nuestra lucha diaria. Es algo tan descomunal que resulta harto fascinante. Espero que esta reflexión sobre el dichoso libro de Cohen sirva para contribuir a un debate en positivo pero sobre todo para que se entienda que la buena fe, por si sola, no siempre tiene por qué ser positiva.
Canarias 24 Horas, 9 de enero de 2012.