08 diciembre 2008

Racismo profundo en Canarias


Si Isaac Valencia en una copiosa comida de papas y costillas hubiera dicho lo que dijo en nada menos que todo un congreso insular de Coalición Canarias, eso de que las costas canarias están a merced de que el moro venga un día y nos lleve por delante, hubiera sido igual de grave pero no hubiera tenido que transcender a lo público y sus comensales lo hubieran podido mandar a tomar por culo, como se dice coloquialmente, que es lo que se debe hacer con gente que se manifiesta de esa manera y que no tienen ni puta idea de lo que están diciendo. Y es que en Canarias la ignorancia se valora positivamente a la hora de adjudicar cargos de gestión públicos y políticos. Al igual que se exige la dimisión del presidente de la Federación de Municipios Pedro Castro por llamar tontos de los cojones a los votantes de la derecha en un foro público habría que hacer algo importante con Isaac Valencia más que el leve tirón de orejas que Paulino Rivero le dio, él estaba en aquel congreso y que se sepa no dijo nada sobre el asunto, más acosado por la polémica que por gusto propio. De momento hay una denuncia ante la fiscalía de un Gustavo Matos del PSOE, más volcada a quedar bien ante la galería que otra cosa, que es lo más que ha transcendido de unas palabras tan graves hechas por un cargo público imputado por prevaricación precisamente por tratar de favorecer los intereses de una multinacional extranjera como Alcampo y que el alcalde de La Orotava no debe ver como amenaza porque, en efecto, sus propietarios tienen mucho dinero. Y es que la actitud de echar la culpa al que viene de fuera, ya sea godo, moro, negro, sudaca, güiri o canarión que también sucede, es una huida hacia delante de este tipo de impresentables que si tuviéramos que tipificar del alguna manera lo haríamos como belillos porque sin duda los males de Canarias están en ellos y no vienen de fuera.
En las islas estas gracias y payasadas han salido siempre gratis cuando la verdad debería suceder que este tipo de actitudes salieran caras al que las pronuncia porque están haciendo mucho daño en nuestra sociedad. Un medio que tiene oficializado el insulto, la xenofobia, el odio entre canarios y hasta el fascismo por su pasado de diario del Movimiento Nacional es el periódico El Día que ha servido de órgano oficial de expresión a este tipo de actitudes y a los políticos de ATI que son sus mayores mentores. Por suerte, hace una semana la fiscalía ha tomado buena nota y ha admitido a trámite la demanda interpuesta por Ben Magec contra este periódico por una cosa que alguien se atrevió a afirmar que era una poesía, y que por asco no reproduzco aquí, y que fue publicada en una sección de ese periódico. Ya las editoriales escritas por su carcamal director José Rodríguez Ramírez no sólo en la etapa más triste de la llegada de cayucos a las islas, decía aquello que al mezclarse el negro con el blanco este color se perdía, sino sus ataques sin fundamento, guiados por el resentimiento, a isla de Gran Canaria potenciando una división insular que en el corazón de las personas corrientes de este archipiélago no existe. Y es que el papel de los medios en la transmisión de valores negativos hacia la inmigración y al racismo sociológico en el que se vive en nuestra sociedad es clave para entender lo que está sucediendo o, esperemos que no, lo que todavía queda por suceder. Y es que en Canarias por lo general los medios de comunicación están configurados para que sean mera correas de transmisión de los valores ocultos de este sistema y eso se nota. En las islas se crean emisoras de televisión con el fin de que sean deficitarias, que diga algún empresario del sector que su televisión ha obtenido ganancias durante un ejercicio fiscal, pero pensadas para apoyar a un grupo empresarial determinado si no es el grupo en concreto el que las crea. En consecuencia los intereses son siempre oscuros por parte de estos medios y lo peor de todo es que cualquiera, ¡hasta yo puedo publicar en este medio de Canarias 24 Horas!, puede ser periodista. Al mismo tiempo que nos sorprendería que cualquiera sin la debida titulación fuera taxista, policía, matrona, dentista, astronauta o profesora universitaria vemos normal que cualquier juntaletras de copia y pega sea periodista o hasta escritor. No hablo de los que cobran en precario echando más horas de las que deben en la redacción sino a esas estrellas del periodismo canario que llegan a presidir entes públicos de radio y televisión con las enseñanzas que les da la universidad de la vida. El morbo, la exageración, la mentira, la criminalización del extranjero porque es pobre, negro o marroquí, la falta de ética periodística y muchas cosas más alimentan las redacciones de los medios de comunicación que, aunque sean privados y su destino sea ganar dinero, deberían anteponer ante todo el compromiso con la sociedad que por ser medios de transmisión de noticias tienen de manera intrínseca. Para hacer información acerca de la inmigración la pluma del periodista debe ser tan precisa como el bisturí del cirujano y eso no pasa casi nunca desgraciadamente y no sólo en Canarias.
Seguramente la falta de ética de los medios de comunicación de mierda a las masas, junto con la irresponsabilidad de los políticos y la tolerancia judicial son auténticos caldos de cultivo para actitudes racistas poco entendidas históricamente por estas tierras. Sin ánimo de dramatizar, teniendo todas las precauciones posibles hacia el tema, sin saber exactamente qué pasó allí en aquel partido de fútbol y por supuesto sin hacer generalizaciones me parece que los incidentes xenófobos ocurridos estos días en La Verdellada de La Laguna pueden tener algo que ver con todo esto. No en vano en Tenerife gente muy cercana al periódico El Día, junto con un partido político con mucho dinero y poquísimos votos con el CCN de Ignacio González hijo, organizaron una manifestación racista y xenófoba el 29 de octubre de 2.006 que aunque fue un fracaso de participación sí que tuvo gran repercusión mediática y hasta llegaron a pedir firmas para una ley de residencia de nula legalidad y claramente xenófoba. Y es que cuando el fenómeno de la inmigración se caracteriza como un problema por parte de medios y políticos irresponsables a la ciudadanía, la mayoría de las veces más preocupadas por escapar en sus cosas que por hacer análisis de los acontecimientos, acaban asumiendo estos discursos catastrofistas y falsos que no conducen a nada. Mayor presión sobre el territorio ejercen las multinacionales que campan por doquier en las islas o los residentes de origen comunitario que tienen mucho dinero para comprar grandes extensiones de tierra que las personas que vienen atraías por el, hasta hace poco, turgente sistema económico de las islas basado en la degradación del territorio y el cemento como fuente de generar riqueza a grupos empresariales sin escrúpulos que no dudan en sacar lo que pueden de estas islas y luego, como se verá estos años, dejarlo tirado.

Al igual que el gallo no recuerda cuando fue pollo, humilla a los más jóvenes en el gallinero, parece que el canario no recuerda cuando fue pobre. Y es que no hace tanto tiempo de eso y quizá sea esta una de las pocas, probablemente la que más ha perdurado en el tiempo, generaciones de canarios que no han tenido que emigrar para no pasar hambre fuera de su tierra y se han visto sorprendidas por fenómenos migratorios hacia estas islas. Quizá este recuerdo no esté en mentes inclinadas hacia el caciquismo como la de Isaac Valencia pero sí en la de muchos canarios como las gentes de Fuerteventura y Lanzarote que fueron a trabajar al Aiún en el Sáhara Occidental cuando ese territorio era colonia española pero que seguramente el imaginario de Valencia la situaría en tierra de moros. El canario debe ser consciente de lo que significan los fenómenos migratorios no sólo por reconciliarnos con nuestro pasado sino ser justos con este presente que demanda mano de obra migrante. También por nuestro futuro que a causa de la profunda crisis económica que nos tocará vivir en los próximos años, a día de hoy nadie sabe decir lo qué va a pasar, debido a la complejidad de los factores que la han desatado. En Canarias cabemos todos y más que leyes que puedan tratar de controlar la población y que irían en contra de los Derechos Humanos lo que se debe hacer es modificar el sistema económico basado en la dilapidación continúa de nuestro territorio por otro basado en el I+D+I. Pongo un ejemplo. Nadie duda de que hoy por hoy los mejores programadores del mundo sean de la India al tiempo que la comunidad hindú lleva asentada en Canarias más de 50 años generando beneficio a nuestra región. La relación mentalmente es muy lógica, aprovechar la sinergia de una gente que lleva asentada en Canarias mucho tiempo y que ha generado riqueza, pero en las islas se sigue apostando por un sistema económico desfasado que a corto plazo crea beneficios inmensos para unos pocos pero miseria para muchos. 
Canarias 24 Horas, 8 de diciembre de 2.008.