08 enero 2007

DE REBAJAS POR LA POLÍTICA CANARIA

El proceso de rebajas que se abre siempre con la finalización de las fiestas navideñas trata de ser un aliciente para que los consumidores sigan con la inercia de gasto de días pasados. No sólo resulta que estas campañas ya están programadas desde el momento mismo en el que se inicia la temporada regular sino que una cosa así es necesaria para el sistema comercial ya que mejor es liquidar los restos que quedan, en la medida de lo posible, antes que dejarlos perder o acumular en almacenes porque ya sabemos que para el capitalismo el espacio físico cuesta mucho dinero. En nuestra sociedad se ha pasado en poco tiempo de sentir vergüenza de comprar en rebajas, y hacer dicho consumo como a escondidas, para llegar a la aptitud de regodearse por haber conseguido en cinco una cosa que hace pocos días valía quince. Esto resulta un nuevo signo de los tiempos o si se quiere una recién adquirida costumbre de los ciudadanos que están normalmente agobiados con lo que cuesta vivir.

A poco menos de 5 meses de las próximas elecciones autonómicas y locales se abre una época muy peculiar basada en el despilfarro de dinero público para financiar descaradas campañas particulares y electorales. En realidad se establece un proceso parecido a lo que puede significar el típico chollo de las rebajas, esto es, se afirma que con poco se ha hecho mucho aunque luego sabemos que es todo lo contrario. Quizás esta máxima, y sin sentarnos a analizar otros casos, se la lleve como mejor y más valioso ejemplo el procesos de la construcción y la futura puesta en funcionamiento del tranvía de Tenerife. Éste es un medio rígido de transporte que nadie democráticamente en la isla ha elegido, dicen que es un capricho personal de Melchior presidente del cabildo de la isla máxime si analizamos la manera en la que estos proyecto se venden a través de poderosos y oscuros lobbies que presionan a los sectores políticos, y que tiene de cabeza a decenas de miles de conductores de la isla, sobre todo nos referimos a los que se ganan la vida al volante por calles y carreteras, que merecen el mayor homenaje que se haya hecho nunca por aguantar todo lo que han aguantado estoicamente estos tres años. En uno de los últimos días de 2006 escuché durante un par de horas en la información del tráfico en el todo noticias de Radio Nacional un servicio de la DGT en el que, cada 15 minutos, se informaba que en la entrada del Sur a Santa Cruz por la TF1 había un atasco de 16, dieciséis, kilómetros. Todo un record nacional que, según Ricardo Melchior declaró a finales de 2005, se habría de terminar con la inauguración de este tranvía, el puerto de Granadilla y el tren del sur que según afirma acabarán, todos juntos y sin explicar cómo, trayendo el pleno empleo a la isla de Tenerife. Sin saber si esto también tiene que ver con esta falacia del pleno empleo por esa época el ayuntamiento de Santa Cruz compraba por 50 millones de euros de dinero público, un precio superior al de mercado, a Ignacio González y Antonio Plasencia el frente de la playa de Las Teresitas que incluía en el lote una parte muy importante de acantilados.

El tranvía del área metropolitana de Tenerife ya está circulando pero no para transportar personas sino para hacer propaganda gratuita, porque la pagamos los contribuyentes, a coalición canaria. Ya a finales de noviembre sirvió para transportar desde las cocheras en Taco al rey de España y demás políticos deseosos de salir en las mejores fotos de los medios hasta La Laguna donde el monarca, entre otras cosas, inauguró una biblioteca pública que casi dos meses después todavía no ha visto un libro en sus vitrinas y no ha abierto al público. Esta vez ha servido para la tarde del cinco de enero traer hasta La Laguna a otros reyes, los del corte inglés y del consumo, horas antes de que se iniciara la cabalgata de ese día por las calles de la ciudad. Ana Oramas, alcaldesa de este municipio, ya no engaña a nadie, ni siquiera a los niños que van a ver a los magos, que no belillos, de oriente con sus padres, con su obsesión por los medios de trasporte como medio manipulación del electorado. Estas cosas traen al recuerdo hechos como los cruceros alrededor de la isla que el ayuntamiento pagó con dinero público en plena campaña municipal en 2003 a señoras de asociaciones de la tercera edad con la intensión descarada de comprar los votos de estas mujeres. Desde aquí deseamos que la Oramas, heredera de los caciques que hace casi medio siglo hundieron el antiguo tranvía que había entre Santa Cruz y Tacoronte porque tenían intereses privados en las primeras guaguas que llegaron a la isla y cuya empresa acabaría siendo el embrión de lo que es hoy TITSA, pierda las elecciones y se vaya a su casa antes que pueda acabar en la cárcel como le pudiera pasar a su homólogo de Santa Cruz, Miguel Zerolo de los acantilados, por el caso de Las Teresitas o por el de Forum Filatélico. Y se lo deseamos por su bien no sea que vaya a sucumbir a las comisiones que deben estar asociadas al proceso especulativo de miles de viviendas que se planean en la zona de Geneto, futura Marbella lagunera, del pelotazo. Y lo del pelotazo es por el que ha metido el club deportivo Tenerife que ha revendido uno terrenos en los que iba a ir su ciudad deportiva a la empresa Terremark para la construcción de un NAP de telecomunicaciones que servirá de centro de espionaje industrial para la vigilancia a África y sus reservas petroleras y minerales por los intereses Norteamericanos de la zona.

En estos poco más de cuatro meses vamos a estar bombardeados por las mentiras e insultos a la inteligencia de esta pandilla de trileros de la política que actúan indistinta o conjuntamente bajo las siglas de CC, PSOE y PP. Como punto más álgido históricamente, aunque no imbatible, de manipulación y rentabilización política están las cuatro o cinco inauguraciones, la verdad es que uno ha perdido ya la cuenta, que ha tenido el auditorio de Tenerife. O sí no tenemos la bienal del paisaje de Canarias, sin visos de continuidad en 2008, que ha resultado ser un juguetito mediático y cosmético puesto en manos de la viceconsejera de cultura, es un decir, Dulce Xerach por Adán Martín y que demuestra pese a los presupuestos millonarios que se gastan en Canarias en cultura, con la edificación de enormes contenedores culturales como el auditorio o el centro Adolfo Domínguez, para nada han trascendido en la población media. Ni tampoco en la misma viceconsejera a la que basta con escucharla decir dos frases para saber por qué digo esto.

A todos estos ataques y abusos del poder que tratan de manipular a la gente a través del derroche en recursos público del que se ha apropiado sin permiso, y sin la más mínima noción democrática, hay que responder con el uso de algo que a los seres humanos nos hacen invencibles: el cerebro. Y éste si que es verdad que no debe estar de rebajas. Una máxima que, extraída de la vida cotidiana, debe aplicarse al mundo de la política es la de poner en suspensión, en duda, todos los presupuestos manifestados desde organismos oficiales por altos cargos que se dedican, un día sí y otro también, al antiguo arte del engaño. La perversión del lenguaje es el arma que más daño ha hecho nunca a la humanidad y nosotros, como ciudadanos dignos, estamos obligados a clarificar y denunciar estas perversiones.

Canarias Digital, 8 de enero de 2007.