03 septiembre 2014

Ley de Memoria Histórica para las calles de Tenerife


El dictador organizó en su destierro en Canarias el Alzamiento Nacional que traería más de cuatro décadas de dictadura en España y varios siglos de atraso intelectual, político, económico y social con relación a los países de su entorno. En la isla de Tenerife está la capital de la provincia llamada Santa Cruz de Tenerife y aquí la calle principal, una rambla muy soleada, se llama todavía, a treinta y dos años de la muerte del dictador fascista, del General Franco. La clase política, en general, en Canarias suele ser bastante bananera, soberbia y tienen un oscuro pasado caciquil. El alcalde de esta ciudad, Miguel Zerolo, tiene antepasados de su familia que estuvieron muy vinculados al Movimiento y a la Falange. Este personaje gobierna su ayuntamiento con bastante poco respeto a la democracia. Es de destacar que es el único mandatario de capital de provincia española que está doblemente imputado, e investigado por la fiscalía, por unos presuntos delitos de cohecho y malversación de caudales públicos y parece que ha encontrado en su cargo una forma de defenderse de sus imputaciones.
La Ley de la Memoria Histórica, que no es Ley porque no repara a las víctimas ordenado sino que se queda en una declaración de intenciones, dice que obligará a que sean retirados los símbolos franquistas de una vez de las calles. En espera de que la justicia quite de en medio a su alcalde, que de seguir en su cargo acabará ensuciando la institución irreparablemente, ojalá que esta descafeinada ley sirva para que de una dichosa vez la calle más importante de esta isla se llame de otra forma.