15 septiembre 2014

El fin del Paulinato


En el momento que se publican estas líneas han pasado 2.622 días desde el 13 de julio de 2007, fecha en la que fue investido por primera vez Paulino Rivero Baute como presidente de Canarias habiendo perdido las elecciones y gracias a los votos del PP. En el año 2011 vuelve a perder las elecciones pero sigue siendo presidente del gobierno de Canarias ahora gracias a los votos del PSOE. Esto es, sin duda, un hito de la política mundial por la que un perdedor nato decide los destinos de millones de ciudadanos gracias al sistema corrupto y trilero que hay montando en un archipiélago de origen bananero como es el canario.
El viernes 12 de septiembre de 2014 empezaba el principio del fin del Paulinato, la época más gris de Canarias en muchos aspectos en la que un completo mediocre ha estado gobernando canarias, con dos millones de habitantes, como si fuera su pueblo natal de El Sauzal que no llega a los diez mil. La mediocridad de todos estos años se ha notado en que en Canarias los casos de corrupción galopante ha aumentado llegando hasta que el mismo presidente intentara enchufar a su sobrina en la policía municipal de Arona a través del conseguirdor y condenado por corrupción José Alberto González Reverón, hemos asistido a un aumento brutal de las cifras del desempleo llegando a 350 mil personas registradas y una tasa del casi el 33 por ciento, hemos vivido un completo desprestigio de las instituciones canarias con nulas calidad democrática y participativa, la televisión que dirige su amigo Willy García ha llegado a cotas de manipulación insuperables, la sanidad y la educación han empeorado considerablemente y los amigos más poderosos de este presidente han aumentado su riqueza a costa de machacar a las clases medias y crear auténticas bolsas de pobreza en nuestro archipiélago con centenares de miles de ciudadanos por debajo del umbral de ésta.
Después del Consejo Político de CC donde se eligió a un astuto Fernando Clavijo como candidato de su partido a la presidencia del gobierno, en realidad a presidente en 2015 gracias a la misma aritmética que ha mantenido a un perdedor durante 7 años gobernando en las islas, Rivero se tiene que estar tragando toda la campaña que a nivel personal se ha hecho gracias al tema, aprovechado de manera oportuna, de las dichosas prospecciones petrolíferas frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote. Como un viñetista de la revista El Jueves que siempre acababa su tira sobre el expresidente Aznar diciendo éste que nunca debió haber salido de Valladolid Paulino Rivero debe estar diciendo, a día de hoy, que nunca debió haber salido de El Sauzal. Ahora más que criticar a Rivero por este asunto habría que hacerlo por los cómplices que el caduco presidente ha tenido durante meses en este asunto intentando que el fervor popular contra las prospecciones les salpique. Partidos políticos como Izquierda Unida, Nueva Canarias o Sí Se Puede y organizaciones ecologistas como Greenpeace o Ben Magec, controlada en Gran Canaria por Nueva Canarias y en Tenerife por Sí Se Puede, han sido incapaces de poner a este oportunista en su sitio con este tema que cada día insulta más a la inteligencia. Que Ben Magec esté pidiendo ahora una audiencia con el presidente Rivero, un presidente que ha hecho todo lo posible para hundir a esta organización con le puerto de Granadilla o el impuesto Catálogo de Especies Protegidas en la anterior legislatura, da cuenta del patetismo en el que los movimientos sociales y políticos alternativos se encuentran en la actualidad en Canarias. Estamos pendientes de una regeneración social y política. Tristemente, hace poco tiempo pensaba que estas instancias estaban contra el régimen que nos asfixia, son ellas las que también tienen que renovarse y desaparecer.
Entre lo malo y lo malo para nuestro futuro, Rivero o Clavijo, salió elegido más de lo mismo pero a peor. Fernando Clavijo llegó al ayuntamiento de La Laguna en los noventa con aquella promoción de Económicas de la Universidad de La Laguna que se supo colocar de buena manera en el ayuntamiento y formó parte de la ICAN que acabó traicionando a la izquierda que representaban y se vendió a los caciques de extrema derecha que representaban ATI y los partidos insularistas que crearon Coalición Canaria. Es un tipo que estuvo años haciendo sus cosas particulares a la sombra hasta que Ana Oramas la designó a dedo alcalde de La Laguna siguiendo el modelo de cómo se hacen las sucesiones hereditarias en los ayuntamientos y el Cabildo de Tenerife: dejando al sucesor gobernando a la mitad de la legislatura. Hasta este momento ha sabido nadar y guardar la ropa pues nunca ha sido capaz de dar una opinión clara sobre ningún asunto. Su estrategia siempre ha sido la de agradar a todos para llegar hasta donde lo ha llegado. A partir de ahora tendrá que empezar a mojarse en cosas que nos aclararán muchos rasgos sobre sus auténticas ideas. Es también el tipo que hace unos años defendió a González Reverón con el tema del enchufe a Rivero diciendo que él como alcalde a la semana recibía cientos de llamadas de gente que le pedían ayuda y consejos. Clavijo es, sin duda, un joven cacique que ha aprendido de sus mayores, que ahora se están retirando quién sabe si a Suiza, para que su generación siga medrando de la política y preparar a las venideras para que hagan lo mismo. De la alegría de ver a Rivero humillado por la victoria de este joven intempestivo pasaremos pronto a la sensación de que, pasara lo que pasara en la votación del viernes 12, los que de verdad hemos perdido somos todos los ciudadanos de Canarias.

Al hecho de que los ciudadanos estemos viviendo la peor etapa de nuestra historia reciente hay que añadirle el que estamos gobernados por unos políticos completamente indecentes y que en uno de los principales partidos de este régimen se ha producido el falso relevo generacional para que las cosas sigan como hasta ahora. Sin embargo, nunca habíamos estado tan huérfanos hasta el punto que los partidos que hasta hace poco significaban una opción para desbancar a la casta van camino a convertirse en esta misma. Esto es una gota más que colma el vaso y que representa que este sistema, en el que estamos encarcelados, es más duro y más terco de derrotar de lo que muchos llegamos a pensar.