04 febrero 2007

EL IMPOSIBLE TRASNPORTE PÚBLICO DE TENERIFE




El lunes 29 de enero el periódico tinerfeño Diario de Avisos publicaba un reportaje que contaba las peripecias de dos políticos socialistas, la senadora Patricia Hernández y el concejal de ayuntamiento de Santa Cruz José Ángel Martín, durante la utilización del sistema de transporte público de la capital de la isla en las primeras horas de la mañana de un día cualquiera. Curiosamente el texto trataba como noticia los hechos que para cientos de miles de personas que tenemos que sufrir el transporte público en Tenerife es algo habitual como son los retrasos en los horarios, los interminables tiempos de espera en las paradas, las colas kilométricas que las guaguas comparten con el resto de los vehículos por la vía o el bochornosos estados de las paradas. Sin embargo a nosotros nos pareció que lo que era noticia en todo aquello, si nos atenemos al aspecto de extraordinario que el concepto de noticia periodística encierra, era la rara circunstancia de que dos políticos que reciben su sueldo del dinero que pagamos los ciudadanos en impuestos habían dejado su coche oficial y habían osado mezclarse entre la plebe y tomar los mismos medios de transporte público.

En Tenerife coger la guagua es algo esperpéntico y caro. Según este mismo artículo el transporte público de la isla es el segundo en mayor precio de todo el Estado pero no hace falta recurrir a estadística alguna ya que sí se coge varias líneas distintas al día se puede comprobar como en menos de una semana un bono de 12 euros desaparece por completo. Esta es la queja que miles de estudiantes y trabajadores tienen al respecto por mucho que la empresa TITSA promocione los transbordos, los descuentos para mayores o estudiantes y la compra de bonos como sistema de ahorro. El artículo sólo contaba que la audacia de los citados cargos del PSOE que cobran dinero público consistió en subirse a un par de líneas urbanas de Santa Cruz porque si se les hubiera ocurrido ir hasta Güímar por ejemplo, que sólo está a 20 kilómetros de la capital, habrían tenido que esperar más de dos horas por la guagua que les trajera de regreso desde este municipio hasta Santa Cruz.

Adán Martín, que cede esta semana la candidatura al incompetente Paulino Rivero y que sin duda tiene el honor de ser el peor presidente autonómico de todos los que ha habido en estos 32 años de democracia en España, anunció a bombo y platillo su eje transoceánico de transportes de Canarias con el que se decía que va a permitir poner en menos de 12 horas un coche desde la isla de La Graciosa hasta El Hierro cuando las obras del área metropolitana, en el peor de los momentos, dilataban en hora y media el trayecto de una guagua que iba de La Laguna hasta Santa Cruz a un trayecto de escasos 10 kilómetros. En la mente del asesor que le dice al político que diga lo que dice está el axioma de insultar siempre a la inteligencia. Una operación de mentira masiva ha sido la legitimación y construcción del tranvía entre Santa Cruz y La Laguna que ha tenido dos ciudades completas patas arriba durante dos años largos y que mantendrá endeudado al cabildo de Tenerife durante 40 años. Muchos de los que leemos esta línea ahora no viviremos para verlo y muchos futuros contribuyentes al sistema fiscal canario no han nacido todavía. Deseos no les faltarán a nuestros Melchior, Oramas, Zerolo, Martín, Rivero o Valencia para hacer hereditarios sus cargos para que en esa época gobiernen sus hijos y herederos como se hacen en las buenas repúblicas bananeras que se precien. Este tranvía ha sido construido a través de un desembarco de multinacionales como Alstom que están interesadas en abrir mercados imponiendo sistemas tranviarios en Europa y que ha encontrado en Canarias el ambiente ideal de político bananero y especulador que cede fácilmente a sus intereses económicos.

Sólo con lo que se ha gastado en publicidad para el tranvía el cabildo de la isla, que en el fondo sirve para callar a los medios locales de comunicación que llegaron hasta silenciar un socavón que pudo costar reparar más de 10 millones de euros, se hubiera podido potenciar la guagua como sistema de transporte versátil en la isla. Con el dinero que a todos los contribuyentes nos costará pagar este tranvía se hubiera podido construir carriles bus exclusivos con vehículos que fueran totalmente gratis a todos los habitantes de la isla. Carriles que, por otra parte, los gerentes de TITSA siempre han considerado como viables pero ya sabemos que las prioridades de las distintas administraciones locales son las de construir carreteras, Canarias es la superficie que cuenta con más asfalto en relación a su extensión y sus habitantes de toda la Unión Europea, porque cada vez que se asfalta un metro más se promocionar, con ello, el transporte privado. Esto y pegar pelotazos como los de este tranvía o los puertos industriales como el de Granadilla o los deportivos que amenazan a toda la costa de la isla y privatizar líneas rentables de la empresa TITSA como denunciaban los conductores de esta compañía en un plenario de Asamblea por Tenerife.

En los próximos dos meses y algo nos esperan los últimos esfuerzos para que el tranvía esté listo a principios de abril e inaugurarlo justo antes de que empiece la campaña electoral para que coalición canaria le saque el mayor rendimiento político posible como ya se le ha sacado con las dos cabalgatas de reyes que se han organizado con este medio de transporte, la de los magos de oriente y la de los del palacio real de Madrid. La puesta en marcha de este tranvía traerá consigo una renovación de las tarifas urbanas en el área metropolitana además de líneas que deberán de desaparecer y otras que transformarse. Las dos empresas implicadas, metropolitano de Tenerife y TITSA, guardan un terrible silencio al respecto que contrasta con los dos años largos en los que la publicidad del tranvía, todavía un medio inexistente, ha llenado los periódicos, las radios y las vallas publicitarias de las dos ciudades. Ojalá nos equivoquemos, y de verdad señor Melchior y compañía que lo deseamos de todo corazón, pero la entrada en funcionamiento de este medio de transporte va a traer el caos durante un tiempo a la castigada área metropolitana porque todos los datos revelan que esto se está haciendo con pura improvisación y más con medidas de propaganda que de eficacia real. Podemos presumir que con nuestro voto jamás ha gobernado ni gobernará coalición canaria, el sistema electoral canario beneficia a las formaciones caciquiles a través del alto índice de abstención del archipiélago o cuando no se llega a la compra de votos en pequeños municipios como Mogán, pero esperamos, también de todo corazón, que estos desmadres que hemos vivido estos años les cuesten, por el bien de nuestra tierra, los cargos a estos impresentable de coalición y se vayan de una vez a casa. O a la cárcel para los especuladores urbanísticos de monte y playa si fuera menester.

En los últimos meses en Tenerife ha sido inaugurado un carril bus a la entrada de Santa Cruz por la autopista y un intercambiador de transportes cercano a la nueva área comercial de la capital. El carril mide apenas kilómetro y medio y sólo lo usan las guagua que vienen del norte de la isla hacia la capital y no las de sur que se tragan todas las colas y el tráfico de siempre. En intercambiador ha significado un atraso para miles de pasajero que antes podían llegar a su destino usando sólo una línea y que ahora tienen que coger mínimo dos para ir donde siempre. Las autoridades desprecian el transporte público si no les dan beneficios inmobiliarios. Por eso sólo bajan las ventanillas de sus coches Audi oficiales para escupir donde los ciudadanos pisamos y la suben rápido para no contagiarse de la plebe. En mayo saldrán a la calle para pedirnos el voto pero cada días somos más los que tenemos claro dónde los vamos a mandar. Como dice Juan Jesús González del Foro Contra la Incineración de Residuos estamos hartos de tanta mamandurria.

Canarias Digital, 5 de febrero de 2007.