02 mayo 2012

Las mentiras de destrucción masiva


Que estamos viviendo unos tiempos que son diferentes, ya es seguro que nunca volverán a ser como los de antes, lo deja patente la degradación moral, política y social en la que en estos 120 días de Sodoma y Gomorra del gobierno del PP se han llegado a ver. Aquel que el día 20 de noviembre de 2012 fue a votar al Partido Popular porque pensó que Rajoy lo iba a cambiar todo en un pispas, lloverían los empleos desde el balcón de Génova y la prima de riesgo se quedaría por debajo de los 200 puntos, tiene todo mi respeto como ciudadano que es pero disfruto mucho y siento una alegría cínica de pensar en la cara de gilipollas que se les debe haber quedado. Eso el que lo quiera ver, claro, pues el electorado pepero si por algo se caracteriza es por una capacidad casi estoica de cerrar los ojos ante la evidencia de que su partido está más cerca del crimen organizado que de ser un partido con aspiraciones democráticas. Ahí está el mayor caso de corrupción de la historia de la democracia detectado, la Trama Gürtel y sus ramificaciones,que jamás le ha pasado factura a este partido ni parece que se la pase nunca. La gravedad de la situación llega a unos límites tan grandes que la chusma del partido de derechas llamado PSOE, que estaría haciendo una misma política que está haciendo ahora Rajoy en caso de haber ganado el 20 de noviembre, deje la esperanza abierta a la segunda vuelta de las elecciones francesas del 6 de mayo con el triunfo de Hollande dando a entender que la cosa es muchísimo más grave de lo que muchos habíamos pensado desde hace mucho tiempo. El sistema político de representación está completamente podrido y las formas de la política profesional tradicional están completamente deslegitimadas, sucias y no son válidas no sólo para salir de la situación en la que nos encontramos sino que ahora mismo son la principal fuente de nuestros males.
Resulta más que revelador que el PP saliera del gobierno apoyándose en una inmensa mentira de destrucción masiva, me refiero a toda aquella manipulación de Aznar Acebes sobre el atentado del 11 de marzo, y que llegara a éste de nuevo en 2011 también mintiendo a la ciudadanía sobre los planes acerca del desmoche total del estado que han puesto en práctica en estos cuatro meses. Ahora no es cuestión de echarse las manos a la cabeza pero hay que ser terriblemente ingenuo, o cegado por la desesperación que también puede ser, para pensar que la cosa iba a ser de otra forma que lo que está siendo pues con un partido u otro la condena que nos toca sufrir va a ser inmensa. Y es que como siempre, sino hay un giro inesperado que se le supone violento como toda revolución que ha acontecido en la humanidad y que nadie desea como es lógico, nos va a tocar a los de siempre financiar con nuestro dinero, con una vida miserable y con nuestra salud los acontecimientos que habrán de sucederse y que harán de sucederse en España y en los países de nuestro entorno una región más injusta, desigual y donde la pobreza podría llegar a cuotas que pensábamos superadas.
Saber hasta dónde las reformas que está haciendo el PP son necesarias, creo que las políticas de control del gasto emitidas de manera racional son imprescindibles para una administración de cualquier tipo pues echando la vista atrás asusta el nivel de derroque en el que los políticos llegaron a instalarse, y cuales son ideológicas y comandadas por los sistemas financieros internacionales nos van a llevar un buen tiempo para saberlo pero algún día miraremos atrás con añoranza de todo lo que perdimos porque nosotros, en última instancia, hemos dejado que esta calaña de muertos de hambre que nos gobiernan echen por tierra sobre nuestro futuro. Lo que sí vamos a tener claro que la mentira, el cinismo y la manipulación del lenguaje no sólo va a enseñarse en algunas universidades de empresa, como ahora se hace, sino que serán una asignatura obligatoria que se incluirá en el sistema educativo en las mismas horas en las que se dará la religión católica que, como sabemos, es una corriente de pensamiento muy puesta en estas cosas.
La crisis que estamos viviendo es una que tiene un marcado carácter moral, vivimos en la inmoralidad más absoluta, que económica y financiera pues hemos sido gobernados por unos auténticos enfermos mentales y oligofrénicos como son los políticos que nos dicen representar pero que a lo más que llegan es a ser auténticos segundones al dictado de los intereses financieros que representa la banca mundial. Esos últimos años se han dicho tantas cosas que da pereza hacer un artículo como este porque sé que me repito más que el ajo y que resulto cansino pero esta es la perspectiva en la que nos encontramos inmersos. El gobierno del PP, tras asaltar las instancias policiales para defenderse de la mierda que estaba aflorando de la Trama Gürtel, está dando un golpe de estado policial que pasa por reprimir la libertad de expresión y los derechos individuales. En ésta época el discurso está cada vez más agotado y somos los ciudadanos, armados de razón, los que tenemos que pasar a la acción y revelarnos contra este poder y poner a esta chusma en su sitio: en la cárcel. 
Canarias 24 Horas, 30 de abril de 2012.