14 octubre 2006

FUEGO A LAS BANDERAS

Resulta inquietante lo que está sucediendo en el Partido Popular a un mismo tiempo aunque en distintos niveles. En el nacional la ultraderecha franquista, fascista y curil se ha puesto a dirigir sin tapujo alguno el partido al mismo tiempo que trata de cambiar la historia continuando con la mentira de los días posteriores al atentado del 11M y sosteniendo falsamente que hay vinculación directa entre ETA y Al-Qaeda cuando la única conexión son unos polvos, el ácido bórico, encontrados a terroristas de ambas organizaciones y que es un producto tan común que se vende en farmacias y se usa como desodorante de pies. Sin duda el tufo a podrido de los populares es muy grande para sólo haber hallado esta prueba en 25 meses al tiempo que su entramado mediático, la COPE y El Mundo, arrasan con jueces y todo ápice de sentido común que se les ponga por delante. En el canario, no se sabe si a Soria y a Llanos le huelen también los pies, pero el PP se ha vuelto insularista y abanderado.

En Gran Canaria José Manuel Soria ha desviado 360.000 euros de los presupuestos sociales del cabildo y ha colocado en un mástil de 50 metros una bandera de Gran Canaria de 300 metros cuadrados en la Plaza del Fuero Real de la ciudad de Las Palmas. Esta idea de la exaltación insular está inspirada en aquella bandera de España que colocó Trillo en la Plaza de Colón de Madrid en el momento más repugnante de la dictadura de la mayoría absoluta del PP cuando ya Aznar no necesitaba hablar catalán en la intimidad. En el acto de inauguración Soria declaró a la prensa, entre partidarios de la bandera y contrarios a esta estupidez, que quien no la quiera ver se la va a tener que tragar. Es de suponer que mentalmente añadiría un por cojones y se echaría mano al paquete aunque esto no salió en las fotos sino sólo el gran mástil con la tela ondeando al viento. Los mismo aires que propiciaron la trama de corrupción en la consejería de industria cuando la presidía su hermano y unos cuantos altos cargos, parece que cada día aparecen más, que presuntamente intentaban sacar tajada revendiendo kilovatios de electricidad generados por la fuerza del viento. Sin duda este empecinamiento del dirigente del PP gran canario es una clara estrategia para desviar la atención de los medios de este caso de corrupción que cada día los hechos, tercamente, se empeñan más en implicarlo directamente en la trama. Como sucede muchas veces los elementos naturales son tan incontrolables que dejan en ridículo la ambición humana y en la madrugada del inicio del fin de semana un golpe de viento arrancó la bandera del mástil y la capital de Gran Canaria amaneció con ésta por los suelos. Es seguro que las personas que habían pedido permiso para concentrarse allí convocadas por la organización solidaridadporbandera.org y protestar contra este despropósito no pudieron evitar partirse de la risa.

Seguramente se habrán tenido que reír también estos días por las declaraciones a los medios de comunicación de otro cargo del PP en Tenerife, también con resabios insularistas, no sólo alabando la iniciativa de Soria sino copiándola. Ángel Llanos Junior, futuro presidente de honor de la ONG Payasos sin Fronteras y prodigio de la ineptitud que cobra 70.279,22 euros al año como consejero de relaciones institucionales del cabildo de Tenerife por no hacer nada, ha dicho estos días, el solito, que va a proponer en un pleno del cabildo una moción para que en la Plaza de España, que actualmente está en obras, ondee una bandera si se puede más grande y en un mástil de, al menos, un metro más largo para enseñarle a Soria, su jefe político, que ya se atreve a hacer cosas sin que lo manden y para que vea quién la tiene más grande. Podría seguir diciendo que él dice que el gasto, aunque se recorte de servicios sociales, no sería un despilfarro porque todo aquello que sirva para exaltar las señas de identidad no significa un malgasto pero es que, a parte de que a mi también me entra la risa, sus declaraciones no tienen desperdicio y es mejor que el lector busque las originales que fueron publicadas en diversos medios porque la verdad, y en esto le honro como superior a cualquiera, soy incapaz de repetir estupideces semejantes e irme a acostar esta noche solo en la cama porque luego puedo tener pesadillas.

Si un marciano llegara ahora a la Tierra no entendería nada las relaciones geopolíticas que existen en este planeta como alguien de fuera de este archipiélago bananero jamás puede llegar a entender la estupidez intrínseca del axioma canario del y yo más que hacen que desde una isla se envidie lo que tiene la otra y se busque financiación para tener algo de lo mismo pero más grande. Decía el Wittgenstein del giro lingüístico que aunque un león pudiera hablar probablemente nunca podríamos entendernos con él porque nuestras Formas de Vida serían tan radicalmente distintas que ello nos impediría llegar a una compresión profunda. Lo mismo que pasa con la calaña política y la ciudadanía. Y si no que se lo pregunten a Javier Abreu, afortunadamente candidato a nada por el PSOE en La Laguna tras las suspendidas primarias, cuando este último verano salió en la procesión del pendón de la conquista protegido por una policía, que a base de porra y vejaciones, reprimía toda protesta contra este acto para luego declarar su orgullo de ser español y de vivir bajo la bandera española, la misma que llevan las unidades fascistas de intervención rápida de cuerpo policial en la manga de sus camisas. En La Laguna se han vuelto imbéciles completos por rescatar la procesión de un trozo de tela que dicen de la conquista pero que estaría mejor en una vitrina de un museo que de paseo por la calle ofendiendo sensibilidades y normas estéticas por capricho de coalición canaria. Esto me hace recordar una foto aparecida hace un año en la prensa de los alevines de este partido, criaturas sin ideología pero con el deseo de hacerse mayores para robar tanto o más que sus superiores los actuales dirigentes, que se exhibía delante de una bandera canaria con las siete estrellas verdes arrebatando por la cara un símbolo que nos les pertenece para nada y ni siquiera saben qué significa.

Estos días también se ha hablado de que la bandera de Estados Unidos volverá a estar presente en el acto militar de la celebración del día de la hispanidad del 12 de octubre. En el año 2003 el actual presidente José Luis Rodríguez Zapatero, entonces líder de la oposición, hacía un desplante a Estados Unidos y se negaba a levantarse al paso de su bandera en el mismo desfile a causa de la criminal guerra contra Irak promovida por Bush y secundada por los lame culos de Blair y Aznar. Hoy en día lo único que ha cambiado es que Zapatero es presidente del gobierno pero en Irak, un país condenado al fracaso por la ambición de las transnacionales del petróleo y las armas, siguen muriendo al día centenares de personas en actos que son realmente de estado de guerra. Toda una muestra de masacre sobre un pueblo y por el que los culpables de esta situación, Bush, Blair, Aznar y la Sombra de Durao Barroso entonces presidente de Portugal y hoy de la UE, no son reclamados por tribunal penal internacional alguno por delitos de genocidio y crímenes contra la humanidad. Todavía se está a tiempo de ello y no como sucede con el exterminio de poblaciones y culturas en América por los europeos y cuya efemérides se celebra en España cada 12 de octubre con actos militares y exaltación de la raza española. Luego vendrá José María Aznar a decir, en mal inglés desde Georgetown, que los musulmanes tienen que pedir perdón por los ocho siglos de permanencia en la Península Ibérica y por ende los marroquíes actuales por venir en pateras huyendo de la miseria y la represión en Marruecos todo a sueldo de Rupert Murdoch y el grupo comunicación de ultraderecha Fox News.

A mí, como a muchos, no me gustan las banderas. Quizás la única que admitiría es la pirata por las connotaciones ácratas y libertarias que conlleva pero tampoco. Un trozo de tela no está por encima de nada ni de nadie. No merece ser izado, adorado, besado, jurado ni mucho menos antepuesto a las cuestiones sociales como ha hecho Soria o pretende el iluso de Llanos. Ya lo dice bastante bien el grupo La Polla Records en una de sus canciones: ¡Odio los partidos, fuego a las banderas! / En el nombre de una idea yo no me quiero morir / pensadores en sillones no me van a dividir / y tus bonitas banderas a mi espalda quedan.

Canarias Digital, 9 de octubre de 2006.