12 julio 2012

Reverón el conseguidor





Ni Paulino Rivero, ni Ana Oramas, ni Ricardo Melchior, ni José Manuel Bermúdez, ni Miguel Zerolo ni siquiera el primer imputado que tuvo esta formación en los años ochenta Manuel Hermoso que supo eludir la justicia cuanto todavía eran ATI como han hecho otros en el partido más bananero que ha existido nunca, Coalición Canaria, pueden representar el paradigma de esta formación carente de toda ideología salvo la de medrar en el poder como tan bien lo hace el condenado a cuatro años y medio de inhabilitación de cargo público por cohecho continuado José Alberto González Reverón y, todavía, alcalde de Arona. Digo esto porque hasta el mismísimo Presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero Baute, lo llamó en su día para ver si le podía conseguir un enchufe a su sobrina en la policía local de Arona: una de las chicas que se ha presentado a las oposiciones es hija de mi hermano, a ver si puedes hacer algo. Todo esto está ocurriendo en Canarias con la complicidad al completo del PSC PSOE que por una miserable, rastrera, hedionda y ladrona cuota de poder en el Gobierno de Canarias está haciendo el mamporreo a CC no sólo evitando que desaparezca sino manteniendo a corruptos condenados como el mismo conseguiror Berto Reverón al que, por cierto, en otra época criticaban sin tregua por llegar a tener a la totalidad de su corporación imputada por diversos delitos.
 En una lugar donde la decencia fuera la norma fundamental del funcionamiento de sus instituciones, y de la clase política en general, la mera sospecha de un cargo público, que cobran de nuestros impuestos y cuya función principal es la de defender los intereses de la ciudadanía y de la comunidad, una imputación y cuando menos una condena en primera instancia como la de Berto debería significar una cosa: la inhabilitación de esta persona para seguir en el cargo y su destitución fulminante o renuncia de este cargo porque se supone que ya no cuenta con los requisitos de rectitud y honradez mínimos para ejercer el cargo para el que fue elegido por la ciudadanía. En nuestra sociedad se ha pervertido el lenguaje de una manera completamente indecente hasta aprovecharse de la presunción de inocencia que todo imputado debe tener hasta el final de las instancias procesales pero esto no tiene que ver con que en determinadas circunstancias la mera acusación de un cargo público sea suficiente para que éste sea cesado o para que presente su dimisión más que sea por un mínimo de decencia. Es cierto que hay una posible contradicción con que al final el imputado sea absuelto y que le haya perjudicado el hecho de la lentitud de la justicia pero hay que tener en cuenta que la lentitud de la misma justicia es responsabilidad única y directa de toda la clase política que como legisladora que ha tenido cargos de gobierno en este país y que han mirado para otro lado cuando, en épocas de bonanza por ejemplo, no se invertía lo suficiente para que el sistema judicial funcione de una manera eficaz y no deje a este tipo de imputados en una especie de limbo legal durante años hasta que se celebran los juicios o, como en muchos casos, prescriben sus delitos.
Canarias es una de las mayores vergüenzas existentes en los países de nuestro entorno democrático por una nula calidad democrática, con una sociedad dormida cuando no apesebrada por las papas, el mojo y el gofio de CC, una transparencia de nuestras instituciones completamente nula y donde el caciquismo, que tradicionalmente ha azotado a estas islas, no sólo no ha dejado de actuar en la etapa democrática sino que se ha incrementado de manera escandalosa hasta hacer que los caciques sean ahora más ricos que nunca y donde sólo 21 familias controlen el 81 por ciento de todo el PIB de las islas. Desgraciadamente Reverón tiene muy buenos aprendices y, por ejemplo, el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, es de la escuela de éste y sabe que la mejor manera de gobernar es poniendo a sueldo a la oposición, como hacía Ana Oramas, y así hacer lo que le dé la gana en La Laguna sin que nadie absolutamente sea capaz de chistar a sus ocurrencias y extravagancias.
Pero ¿qué ha hecho CC a esta grave condena por un repugnante enchufismo de José Alberto González Reverón, la primera de varias causas aún más graves que tiene abierta en distintos juzgados? Simplemente mirar a otra parte mientras el ilegítimo alcalde de Arona utilizaba cientos de miles de euros del presupuesto de todos los contribuyentes para pagar su defensa dejando claro que este señor es un chorizo, un mangante y una persona que no conoce lo que es la vergüenza ni ha vislumbrado nunca el significado de esta palabra. En todo ello ha sido el vicepresidente de CC, Francisco Linares, el que ha dicho que la condena de Reverón, nada menos que prevaricación continuada, no es justificación suficiente para que éste abandone su cargo. Cuando uno oye esto, un simple trabajador como yo al que el PSOE y CC le han subido el IGIC y está pagando ahora un 7 por ciento en la banda ancha que uso para escribir esto y financiar este montaje que se llama democracia ceremonial canaria y que no es más que un echadero que muchos se han preocupado en lograrse, le pasan muchas cosas por la cabeza. Las que pueden nombrarse, sin miedo a una querella, son rabia, impotencia, asco y, sobre todo, deseo de un pagar un céntimo más producto de mi trabajo, al que ya se le arrebata una gran plusvalía, para financiarles el chollo a esta chusma política de todos los colores, olores y sabores.
Esta semana se ha conocido la imputación de 33 antiguos altos cargos de Bankia donde destacan Rodrigo Rato el supuesto hacedor del milagro económico de la burbuja inmobiliaria, un mentiroso patológico del 11M como Ángel Acebes, políticos de PSOE, PP,IU y hasta sindicalistos de Comisiones Obreras. Nadie se había atrevido a denunciar la gestión de ese chiringuito financiero llamado Bankia salvo UPyD porque recordemos que este partido, de tendencia falangista y que un fascista declarado como Ynestrillas vota por él, no llegaron a tocar el poder de las cajas de ahorros españolas y por eso se han atrevido a poner la demanda como manera de hacerse propaganda electoral porque si no hubieran actuado como la chusma de los otros partidos. Aún así bienvenida sea esta denuncia abierta que, esperemos, las presiones políticas no lleguen a cerrar en falso como siempre que pasa cuando se trata de impartir una cierta justicia en este país que, al final, es un mero simulacro de ésta. Vamos a vivir una época que va a ser muy turbulenta y donde pronto echaremos de menos los vicios de nuevos ricos que teníamos hace apenas unos cuantos años. El único consuelo es que personajes completamente inválidos e irrecuperables para la sociedad civil como José Alberto González Reverón acaben sus días donde les corresponda y no haciendo y deshaciendo con los impuestos de miles de ciudadanos para beneficiar a sus fincas particulares. Que la justicia funcione es de las pocas cosas que podríamos tener a bien los próximos años pero, seguramente, alguien llegará y la acabará anulando. A eso hay que ponerle el cuño y ocurrirá como ocurren todas las cosas en esta sociedad: porque los ciudadanos lo permitimos.
Canarias 24 Horas, 9 de julio de 2012.