04 agosto 2014

Caciquismo autonómico del tres por ciento


Que el Clan Pujol haya tenido una cantidad no relatada de dinero oculto al fisco español, también al de la patria catalana, durante 34 años en Suiza, Andorra y demás paraísos fiscales no es ni un asunto familiar ni mucho menos un episodio aislado y anecdótico de corrupción política. Lo del Clan Pujol es un flagrante caso de crimen organizado, de mafia hablando claro, que jamás hubiera podido tener lugar sin la connivencia del sector empresaria extorsionado que jamás denunció los hechos, de los jueces que en 1986 cuando el caso Banca Catalana por amplia mayoría de los fiscales no investigaron el caso, de partidos como el PSOE, PP, CiU y de todos los presidentes de la democracia que han ocultado el asunto por cuestiones electorales: Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. En este sentido, la reunión del 30 de julio en La Moncloa entre Artur Mas y Mariano Rajoy fue la escenificación del encuentro entre dos patriotas que han sabido anteponer Suiza, el tres por ciento, los sobres y sus brutales recortes antes que las necesidades reales y básicas de la ciudadanía, catalanes y españoles.
Los ciudadanos hemos vividos engañados, muchas veces hemos preferido hacia mirar a otra parte y gozar de cierta estabilidad, por un sistema que fue creado para mantener la corrupción imperante en el franquismo en la etapa de la democracia ceremonial puesta en marcha tras la inacabada Transición y la Constitución de 1978. El resultado ha sido un estado corrupto y 18 autonomías, las 17 más la lavadora Suiza de blanquear dinero, que nos han conducido al desastre en el que estamos inmersos en la actualidad. Seguramente si empezamos a tirar de la madeja autonómica aparecerán más casos parecidos a esta inmensa podredumbre que se revela en la Cataluña de Jordi Pujol y a la particular fórmula de financiación, de extorsión en realidad, que tenía CiU de financiarse y que ponen en más que duda la legitimidad de los 23 años que estuvo el molt honorable president al frente del gobierno y los casi cuatro que ha estado su hijo político, exconcejero de economía con Pujol, Artur Mas. En este sentido es completamente repugnante que la supuesta izquierda catalana, Esquerra Republicana de Catalunya, siga apoyando a CiU y al gobierno de los recortes y del crimen organizado que representa el de la Generalitat de Catalunya en pos de una supuesta soberanía que después de las revelaciones del señor Pujol se difuminan completamente. Es cierto que habría que plantearse el por qué estas cosas salen ahora a la luz pública, estamos hablando de delitos que tienen hasta 34 años de antigüedad, y no se hizo durante los ocho anteriores gobiernos de la supuesta democracia en la que vivimos.
Jordi Pujol y su clan de delincuencia organizada han tenido siempre un pacto más que tácito entre los distintos gobiernos de la monarquía: Pujol contenía el independentismo catalán facilitando la gobernabilidad del estado al tiempo que éste tenía su tres por ciento asegurado y nadie metía las narices en sus negocios privados ni en la financiación de CiU. Seguramente este era un secreto que debería haber acompañado a Pujol a la tumba y, sea el caso, haberse sabido todo esto después de que éste hubiera muerto pero los acontecimientos se han precipitado no sólo porque las instituciones del estado y de muchas autonomías están ahora en completa descomposición sino porque, sin duda, el desafío soberanista de Cataluña ha enojado a la ultraderecha que controla la mayor parte de los medios de comunicación y persuasión de España. Es curioso esto de la independencia porque las fortunas que han hecho Pujol y los suyos seguramente jamás hubieran tenido lugar con un estado catalán independiente pues ésta se basaba en el poder que los votos de CiU tenían a la hora de facilitar la gobernabilidad de España para el PSOE y el PP. Espero que pronto se abra un proceso penal contra Jordi Pujol para que acabe sus días en la cárcel que es donde debería estar hace mucho tiempo.
Esta semana Miguel Zerolo Aguilar ha sido condenado por el Tribunal Supremo a ocho años de inhabilitación para ejercer cargo público electo a nivel local por el Caso García Cabrera en el que unas reformas de nada de trescientos mil euros adjudicadas a dedo sobrepasaron los siete millones de euros de todos los contribuyentes para una nueva sede municipal en Santa Cruz. Recordar que fueron los votos de CC, del peor PSOE y del PP los que llevaron a Miguel Zerolo a Madrid como senador a dedo de la Comunidad Autónoma para que aparcara este y los otros dos casos que tiene pendientes con la justicia, el de Fórum Filatélico y el pelotazo de libro de Las Teresitas, en el Tribunal Supremo y dilatar en la medida de lo posible todas las causas que este corrupto tiene abiertas. Mientras, la casta política del archipiélago permanece callada frente a esta sentencia, tan sólo unos pocos han recitado la letanía del respeto a las decisiones de la justicia, y los diarios y periodistas a sueldo del sistema que lo defendieron permanecen en silencio porque la sentencia, sin ser de cárcel, es bastante contundente porque aquí casi todos los que se han dedicado a esto de la política, viendo las barbas del vecino caer, tienen sus propias miserias que ocultar. También es cierto que debe haber miedo a que Zerolo tire de la manta no sea que que pueda provocar un auténtico tsunami por lo menos en la isla de Tenerife.

En Cataluña las comisiones eran del tres por ciento por lo que se está viendo ahora pero en Canarias, la tierra de la falta de vergüenza donde las haya, la avaricia siempre ha sido una práctica muy extendida y es seguro que la oligarquía bananera del archipiélago ha disfrutado de márgenes mayores que esta cifra. Recordemos que Canarias tiene un sistema económico especial, el REF con una Reserva de Inversiones de Canarias que ha sido un sistema de evasión fiscal impresionante, que ha sido otorgado a nuestra burguesía y que ha traído miseria, mala calidad de vida y un deterioro ambiental sin precedentes para nuestro archipiélago entero que vive ahora con un insoportable 33 por ciento de paro y unos niveles de miseria que nos sitúan en la cabeza del estado. Quizá alguien debiera revolver en toda esta porquería, algún medio que para eso en el archipiélago han habido más cabeceras de diarios por habitante que la media del estado, pero lo más probable es que la gran operación de impunidad puesta en marcha por la casta que nos gobierna desde todos los ámbitos acabe por imponerse pues ya sabemos que en Canarias todo ocurre con una hora menos y por algo así es que somos aplatanados. Sólo un consuelo, cada día los hechos están demostrando, y lo seguirán haciendo, que los que nos han llamado antisistema teníamos razón después de años denunciando estas situaciones.