27 agosto 2014

Aznar, mediocre y mal pagado, ya nadie lo conoce


Que José María Aznar es un tipo gris y mediocre ya lo sabemos y lo pudimos comprobar durante dos legislaturas consecutivas, desde 1997 hasta 2004. Lo nuevo que sabemos ahora es que, encima, este señor está mal pagado. Esto depende de con quién se compare, claro. Si lo hacemos con la señora pensionista que le pregunto cuánto cobraba a su segundón sucesor en el PP, Mariano Rajoy, en el programa de TVE que se debió haber llamado Usted no Sirve para Presidente está claro que no. Por participar en el Consejo de Administración de News Corporation el expresidente le sale al año a Rupert Murdoch la módica cantidad de 133.098 euros. Con esta paga no llega ni a la tercera parte de lo que cobran la media de los consejeros de esta empresa. Supongo que su sueldo vitalicio como expresidente es incompatible con lo que pueda ganar en una empresa privada. Para mantener a zánganos ya está a tope el erario público y mejor que lo haga este magnate pro golpista que impulsó a Bush al poder, pagando favores debidos, para que los contribuyentes de la República de España, como dijo un hermano gobernador de Bush en Florida especializado en aplicar la pena de muerte a ultranza, nos lo ahorremos.
Y es que de José María Aznar no se acuerda nadie. Muchos preguntan quién es ese tipo de bigote y pelo teñido que sale en la Foto de la Azores junto a los malnacidos Tony Blair y George Bush. Yo les respondo y digo que es cómplice, junto con los otros dos, del mayor genocidio que se ha organizado por naciones supuestamente civilizadas en los albores de este siglo XXI sobre el pueblo de Irak.
En Youtube hemos visto estos días un vídeo de alguien que volaba junto a él en Clase Business, en un vuelo trasatlántico, y que tras haberle reconocido encendió temerariamente su móvil para, durante 16 segundos, grabarlo. La secuencia no tiene desperdicio. Aznar repasa unos papeles, que bien podría ser de una de sus soporíferas conferencias en inglés mejicano para Georgetown, con los pies extendidos, Bush se lo permitió en su presencia si bien ya en los aviones no se puede fumar, mientras se frota las manos en un gesto que recuerda mucho a la ambición de los mediocres. Ya dijo una vez que no había derecho a que nadie le prohibiera beber lo que le diera la gana y como buen vinatero se dispone a servirse una copa de vino cuando descubre que le están tomando un vídeo. En lugar de alegrarse porque alguien en este planeta que no es de su familia lo reconoce pone una cara que, como titula el que colgó el vídeo, da miedo. Una cara parecida que tenía que poner en la intimidad no precisamente para hablar catalán sino cuando escuchaba que alguien le criticaba, cuando sentía que la casi totalidad de la opinión pública estaba en su contra por iniciar una guerra miserable, cuando le ganaban al pádel, cuando ETA, tras negociar con él, rompió la tregua o la misma de la noche electoral cuando supo que su partido había perdido el poder tras el atentado de Al Qaeda de Atocha con 191 víctimas el 11M. Este es el Aznar más auténtico y no aquel que escuchamos reír, a modo de serrucho, sus propios chistes sin gracia.