14 julio 2014

La trampa de la Ley de Armonización

Creative Commons: Archipiélago Machango

En los temas de ecología y el medio ambiente el Gobierno de Canarias tiene dos caras. Por un lado está el Paulino Rivero más combativo que hemos visto nunca, llegó a decir aquello que hemos dicho muchos contrarios al modelo que su partido nos ha impuesto de que Canarias no se vende sino que se defiende, pero que en realidad usa el tema de las prospecciones para hacerse su particular campaña a la presidencia del gobierno y por otro la de una autonomía bananera que permite y ampara el destrozo ambiental que se está produciendo en las costas de Granadilla. Todo ello con el beneplácito de un PSOE completamente corrupto en Canarias que es socio de este gobierno, por tanto cómplice necesario de todo lo que ha pasado en Canarias en estas dos décadas de gobiernos de CC, que lo único que le interesa es el cacho de poder que han pillado desde 2011 para mantener enchufados a sus mediocres políticos de la más pura casta. Ahora parece que el enemigo público número uno es José Manuel Soria por el tema de las prospecciones, hace menos de una legislatura Rivero y él gobernaban codo a codo, cuando los verdaderos enemigos de Canarias están ocupando sillón en el Consejo de Gobierno de Canarias que se celebra todos lo jueves.
Domingo Berriel tiene muchos defectos pero, sin duda, posee una gran virtud: la tenacidad. Desde que fue consejero de medio ambiente en la legislatura en la que él mismo puso en marcha el Catálogo de Especies Protegidas más infame y vergonzoso de toda la historia, redactado en secreto por un impresentable como el biólogo revanchista Antonio Machado, no ha parado en su empeño de privar de contenidos a la misma consejería que presidió para dárselos a la que ahora preside, la de infraestructuras. En este sentido la vida de Berriel es la de un sueño convertido en realidad y es fácil imaginárselo de pequeño jugando a hacer castillos en las playas de Fuerteventura donde ahora han crecido los hoteles ilegales al amparo de las décadas de corrupción que hemos vivido. Su mayor empeño desde que puso en marcha el Catálogo de Especies era la de hacer una Ley de Armonización del Territorio que privará de contenido a las leyes ambientales del archipiélago a favor de priorizar las infraestructuras y la especulación sobre el territorio. Canarias no necesita más leyes sino que la administración, que es la principal infractora legal del archipiélago y el principal delincuente en materia de medio ambiente, cumpla y haga cumplir a todos por igual las leyes que ella misma ha aprobado. Con esta ley se demuestra, una vez más, que en Canarias no hay una visión de futuro hacia el modelo que necesitamos verdaderamente sino que el interés político está en resucitar el modelo que nos ha llevado a esta situación, que ha depredado como nunca nuestro territorio y que ha dejando unas desigualdades sociales terribles en el archipiélago.
La actitud del PSOE en todos los temas que afectan al gobierno, en cuestiones ambientales sobre todo, ha sido la de nadar guardando la ropa. El PSOE fue la única instancia que podía haber interpuesto un recurso de inconstitucionalidad a la ley de Catálogo de Especies pero dejo pasar miserablemente la oportunidad porque al final de la pasada legislatura ya tenían en mente que podía pasar lo que está sucediendo ahora: ser socios de gobierno de CC sin voz ni voto en los grandes asuntos políticos pero sí garantizándose una parcela ínfima de poder y los cargos y enchufes de los que han disfrutado por más de tres años. A las airadas críticas que en 2010 tenia contra el Catálogo de Especies se ha sucedido un silencio miserable, empezando por el de José Miguel Pérez que es, supuestamente, consejero de medio ambiente. El partido está inmerso en un proceso que puede acabar en poco tiempo con sus 135 años de historia pero los dirigentes canarios parece que no se han dado cuenta de ello y están a otras cosas. En este sentido es sorprendente que la casta dirigente no se esté dando cuenta que el proceso que estamos viviendo no es una crisis cíclica más sino un completo cambio de rumbo del mundo tal y como lo hemos conocido hasta ahora.

Ya está bien de la repugnante manipulación que está haciendo Paulino Rivero, promotor del destrozo ambiental del puerto de Granadilla y representante de las décadas de degradación social que Canarias ha vivido en este principio de siglo, del tema de las prospecciones utilizando a la ciudadanía, también a partidos políticos supuestamente alternativos y a organismos ambientales como Ben Magec que no les importa dejarse manipular, para conseguir que su partido el 12 de septiembre le apoye en su tercer mandato como presidente del Gobierno de Canarias. Por mucho que nos empeñemos el tema de las prospecciones no es, ni a muchos años luz vista, lo peor que esta sucediendo en Canarias que es una región azotada por una miseria estructural, por los sueldos más miserables del estado, por un parto insoportable y por las 21 familas de caciques que controla una parte importante del PIB del archipiélago. En mi opinión hay que saber lo que hay en esa zona frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote y otra cosa será ya si lo que encuentre se debe extraer o no, cosa que debería estar en un debate público más que en la mente de un iluminado indecente como Rivero que está haciendo de este tema, de una manera completamente miserable, su medio para volver a renovar como presidente de Canarias.