19 agosto 2006

La Laguna, Ciudad Retrete

A principios de los años ochenta la ciudad de La Laguna era un reguero de modernidad y deseo de cambio. Atrás quedaba la dictadura fascista y las crestas punk se confundían con la gente retrógrada en la calle Heraclio Sánchez. Una mañana aparecieron en las paredes del Casco pasquines con estas leyendas: La Laguna ciudad retrete y La Laguna tiene que morir para que nosotros vivamos. Eran obra de los componentes del grupo radical Escorbuto Crónico que reclamaban así el entierro definitivo de los viejos dogmas. Hoy en día, más de veinte años después, este grupo sobrevive tras varias formaciones y con el nombre de Guerrilla Urbana. Eso sí, lo hacen actuando y produciendo sus discos fuera de las islas y con el veto explicito del ayuntamiento de La Laguna que les impide actuar en cualquier lugar del municipio. Sus letras ácidas y su falta de pelos en la lengua siempre han sido muy incómodas a los dirigentes del ayuntamiento. Para cultura oficial ya están Los Sabancerdos como titulaban una canción que les dedicaron los de Guerrilla a estos secuestradores del folclore.
Hoy en día, en pleno siglo XXI, la ciudad de La Laguna, y Patrimonio de la Humanidad, sigue siendo, si no lo es más, tan retrete como entonces. Estrangulada culturalmente por sus dirigentes, los nacionales socialistas de la coalición canaria e inmobiliaria desde hace cuatro legislaturas, que luego se llenan la boca diciendo que es la capital cultural del archipiélago cuando hoy es día no es más que una sombra de lo que fue no hace mucho tiempo. Y seguirá así por mucho tiempo, si éste no es ya un proceso irreversible, como sigan gobernando esta formación inculta e integradora de las papas, el gofio, el mojo y el cemento como máxima expresión de lo canario. El Teatro Leal, que en los primeros ochenta llegó a representar una obra de teatro del ahora premio Nóbel de literatura Darío Fo, con él haciendo de actor, está inutilizado desde hace casi dos décadas. La prioridad de coalición en el Cabildo estos años ha sido construir esa cueva de los ladrones que llaman auditorio, cuyas obras nunca se acaban, y que lleva ya gastados más de 96 millones de euros de dinero público. El lameculismo a las obras faraónicas de ATI de los distintos equipos de gobierno municipales ha sido tal que nunca se han quejado ni han pedido lo que esta ciudad culturalmente merece. Y este año el tranvía se lleva, el solo, el 25% del presupuesto del Cabildo. Es curioso como los Oramas, antepasados de la actual acaldesa, a principios del siglo XX, dejaron morir el tranvía porque esta familia de caciques tenía interés que las primeras guaguas que llegaron a la isla no tuvieran competencia y hoy su familia política, la cosa nostra del hormigón, hace lo mismo especulando con el tranvía y buscando la manera de privatizar las líneas rentables de TITSA como son la 14 o la 15. Mientras el Paraninfo de la Universidad Central, aquel en el que Beneditti hizo un recital poético por ejemplo, lleva casi diez años cerrado y está cada vez más cerca de la ruina. Los cines Aguere cerraron hace más de un año porque la empresa que lo mantenía decidió el dinero en otra cosa y, a pesar de ser un espacio interesante, lleva meses cerrado y lo único que se les ha ocurrido hacer es un ridículo festival de cine bélico en una época de decadencia de los festivales y de las películas de guerra. En todo el municipio no hay un espacio público digno que pueda ser llamado biblioteca y que sirva para el fomento de la lectura, nos resistimos a llamar con esa palabra a la sala de lectura que los secuestradores de la obra social de cajacanarias tienen en la Avenida de la Trinidad, y los más parecido a ello ha sido un cartel que estuvo colgando desde seis meses antes de las anteriores elecciones locales fuera del antiguo Hospital Dolores explicando lo que algún día será la biblioteca que allí se albergará y que buscaba sólo rédito electoral, como todo lo que coalición hace en el archipiélago. Y hablamos del Casco Histórico no porque seamos elitistas sino porque la política cultural institucional que ha habido en los barrios ha sido de vergüenza y tan sólo le faltan dos o tres elementos para que pueda ser considerada de segregación y limpieza étnica. A los dirigentes de la coalición no les interesa que la ciudadanía canaria prospere cultural y económicamente porque tienen miedo a que, si la gente despierta, puedan perder los privilegios que todavía acapara y que son heredados de la época de los caciques. Particularmente nosotros nos sentimos más seguros paseando a altas horas de la madrugada por barrios populares como La Cuesta o Taco, donde la marginación social y el desengaño han golpeado con fuerza en estos años de vigencia de la RIC, que a mediodía por las urbanizaciones de los nuevos ricos del poder de la coalición porque ahí es dónde viven los ladrones de guante blanco que nos roban a todos en oscuras tramas eólicas y en las comisiones que se deben estar pagando con el tranvía y demás obras públicas que se ejecutan en el archipiélago.
Dentro del ayuntamiento es dónde deberían estar las vídeo cámaras de vigilancia, y no en la zona de copas del Cuadrilátero, grabando lo que los políticos y funcionarios de designación de confianza hacen para ver cómo en estas cuatro legislaturas han dejado el municipio completamente endeudado, tal que si fuera una empresa privada estaría en la banca rota, y no para vigilar a la gente mientras se alcoholiza y se droga porque en este municipio no hay otra puta cosa más cultural que hacer durante los fines de semana. Quizás así hubiéramos podido ver cómo los empleos de la oficina de urbanismo del plan Urban La Cuesta Taco eran designados a dedo pasando por encima de todo sistema de oposiciones para esos puestos, como eran adjudicadas campañas de folletos y pegatinas inútiles del consistorio a empresas de amigos determinadas o como se planeaba secuestrar a una edil del PP de la guerra de Irak para que no fuera a votar a un pleno y lograr así una recalificación de terrenos. Eso sí, la Casa Tahime, un local social donde la gente se reúne para intercambiar ideas y en la que en poco más de dos años se han hecho más de 360 actos culturales a través de un funcionamiento autogestionado, debe cerrar porque por lo visto hacen ruido mientras los sábados y los domingos por la mañana el afterhour BB+, una tapadera de droga, llena de molestias y basura el Cuadrilátero. Todo porque el concejal responsable de la seguridad fue incapaz de hacer un expediente administrativo decente y los jueces lo echaron para atrás al igual que con la discoteca El Palco, que el propiedad del mismo mafioso de la hostelería lagunera, que pronto volverá a abrir. Las resoluciones sobre la Casa Tahime han marcado un record de marcha en los expedientes municipales, todo porque allí se hacen actividades nocivas, esto es, se piensa y se autogestiona. Otros bares del municipio acumulan decenas y decenas de denuncias por ruidos y ahí no pasa nada. Este mismo personaje, Clavijo el jefe de la productora de televisión cerrada del cuadrilátero y declarado amigo de la libertada bajo vigilancia, es el que manda a la policía municipal a reprimir a los conductores en una ciudad que en unos pocos meses ha perdido miles de aparcamiento pero luego la oposición le saca una foto a su coche mal aparcado en una línea amarilla. Por lo visto él y a sus amigos no pagan nunca una multa por mal estacionamiento. En el ayuntamiento, en un lugar escondido del sótano, hay un tablero de Monopoly que en vez de tener las calles de Manhattan o de Madrid, tiene los pueblos y barrios de La Laguna. Tirando los dados deciden qué calle del casco van a peatonalizar y cómo va a ser el sentido del tráfico por una zona al día siguiente porque como gestionan éste no hay otra explicación. Pero el tablero tiene una versión más siniestra. En él se deciden las zonas en las que se va a especular y las empresas de los amigos a las que les van a tocar. Allí está representado el Barrio del Centenero, San Lázaro, la Nueva Vía de Ronda, la antigua fábrica de tabacos, la Avenida de La Trinidad, el Casco histórico y demás puntos de especulación. Encima le van poniendo fichas que dicen Necso, Fronpeca, Acciona, Mejías y Rodríguez, Vallehermoso o alguna filial de Antonio Plasencia, esas empresas de los amigos de la coalición que se han ya repartido toda la isla. Un caso especial es el nuevo proyecto de Vía Exterior, una especie de autopista paralela que se quiere hacer desde La Cruz Chica, pasando por el aeropuerto, hasta llegar a Los Baldíos. El proceso todavía está en alegaciones, y esperamos que nunca se haga, pero si se llegara a hacer la ciudad habrá entrado de lleno en la modernidad que la hará parecerse aún más a Marbella. A través de construir una carretera innecesaria se pretende especular en una zona todavía bastante virgen del municipio recalificando terrenos rústicos a urbanizables para construir en altura y expropiando de sus casas, y de sus formas de vida tradicional, a muchas familias. La alcaldesa pensara entonces subirse el sueldo a base de comisiones porque con los más de 64.000 euros que ha cobrado este último año de 2005 puede que tenga problemas para llegar a fin de mes. Por lo menos a ella se la ve por el ayuntamiento, probablemente administrando sus negocios privados, y no como a su antecesor, Elfidio Alonso Sabancerdo en jefe, que sólo iba por el ayuntamiento a los plenos en los que se subía el sueldo y que dejó miles y miles de decretos sin firmar pero con su nombre como alcalde.
Lo que pasa en La Laguna, la miseria cultural, el proceso especulativo sin fondo, el empobrecimiento económico de sus gentes y la bonanza financiera de sus dirigentes y de sus amigos los empresarios, no es algo exclusivo de este municipio. Es un proceso en el que nos encontramos los canarios honrados, desde hace más de una década, que pagamos nuestros impuestos porque somos los constantemente machacados de la política económica de la coalición que utilizan el elemento especulador de la Reserva para las Inversiones de Canarias, RIC, para beneficiar a sus amigos y enriquecerse personalmente. Nos encontramos en un momento en que el que los tres partidos mayoritarios de las islas CC, PSOE y PP, se han convertido en unos trileros y ladrones de la política y que ya no representan a nadie más que a sus intereses y los negocios privados de las mafias de la construcción que los amparan. Detrás de la fachada institucional que han creado a imagen y semejanza del Paraíso de Adán Martín se ocultan un sinnúmero de Marbellas. Es hora de que los ciudadanos nos organicemos y pongamos en práctica el Artículo 23.1 de la Constitución Española de 1978 en el que se dice que las personas tenemos derecho a participar en los asuntos públicos de manera directa. Más que nunca ahora nos estamos jugando nuestro futuro y nuestro porvenir. Por eso, porque ya los políticos no nos representan desde hace tiempo, tenemos que ser los ciudadanos organizados los que tomemos las vías públicas recurriendo a instancias superiores y acudiendo a los tribunales. Lo que se ha conseguido en relación a la construcción de un puerto en Granadilla, paralizar las obras llevando motivos y alternativas válidas a Bruselas en contra de las mentiras de las instituciones, demuestra que la ciudadanía está muchísimo más preparada y es más decente que la gentuza mafiosa que nos gobierna. Lo que han hecho estos veinte y tantos años de caciquismo autonómico lo resume perfectamente una canción de Guerrilla titulada Paraíso Podrido y que dice así: Nuestros campos arrasados, por el cáncer del cemento, mosca blanca en siete plantas, con un cerco de excremento, cicatrices en los bosques, son sus torres de acero y hierro, energía para el monstruo que devora nuestros pueblo.
Canarias Digital, 3 abril de 2006