A finales de los años noventa saltaron a la luz pública, y fue recogido en los medios más serios de todo el mundo, las primeras evidencias de la existencia de un sistema de espionaje militar anglosajón llamado Echelon del que siempre se había hablado pero que parecía más bien de las películas de 007 que del mundo real. El sistema estaba dirigido a través de tres centros secretos situados en Nueva Zelanda, Gran Bretaña y Estados Unidos y se dedicaba a rastrear las telecomunicaciones mundiales examinando palabras claves como bomba o atentado en mensajes de correo electrónico y llamadas de teléfono. Con la caída del Muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría este potente sistema se dedicó al espionaje industrial de empresas francesas, alemanas y asiáticas. Después del 11 de septiembre de 2001 apenas se habla de la red Echelon aunque hay una consigna común a todos los gobiernos de las supuestas democracias mundiales: los ciudadanos deberemos ceder nuestras libertades personales en pos de la seguridad mundial para que así no hayan atentados terroristas. Por eso el gobierno Norteamericano habrá estado espiando millones de cuentas y transacciones bancarias de particulares en todo el mundo, para que seamos más libres, como lo es ahora el pueblo masacrado de Irak.
Antonio Hernández Mancha, olvidado presidente de aquello que se llamó Alianza Popular antes de ser el PP, es representante para España de Terremark, la empresa que están instalando una serie de NAP (Neutral Access Point o punto de acceso neutro a la red) en todo el mundo, dos de ellos en España; uno en Madrid impulsado por Ruiz Gallardón y otro en Canarias promovido por el cabido de Tenerife de Ricardo Melchior. El NAP de Tenerife sería el encargado de establecer un puente de comunicaciones electrónicas empresariales entre Estados Unidos y el Noreste del Continente Africano. Hernández Mancha está relacionado con la familia Bush desde mediados de los noventa por el escándalo financiero de la empresa de George Bush padre Harken Energy que comerciaba con Sadam Husein antes de la Primera Guerra del Golfo. La empresa Terremark es suministradora de telecomunicaciones del ejército norteamericano en la zona del Caribe. Miembros de esta empresa están ligados a la ultra derecha republicana y algunos personajes han financiado directamente las campañas del gobernador de Texas, Jeb Bush, hermano del presidente Norteamericano George Bush. En Miami directivos de esta empresa están muy cerca de la ultra derecha anti castrista y de la asociación del fallecido Mas-Canosa. Esto ha sido desvelado en un comunicado por Los Verdes de Canarias esta pasada semana pero haciendo una simple búsqueda por internet con determinadas palabras claves salen estas relaciones. Parece que este nodo de telecomunicaciones que va a estar instalado en los terrenos del Club Deportivo Tenerife en Geneto va a ser de todo menos neutro.
Y va a ser de todo porque la operación suena un poco rara, parece de ciencia ficción para este archipiélago. De momento el que ha salido más beneficiado ha sido el Club Deportivo Tenerife que ha logrado sanear sus históricas maltrechas finanzas, muchas veces parcheadas con dinero público, con la recalificación de los terrenos que desde hace años estaban baldíos en la zona de La Laguna y donde existen procesos especulativos con es la construcción de la vía exterior. Ahora más que nunca vale el símil deportivo: sus directivos han dado el pelotazo con la operación del NAP. En Canarias, secularmente, todo se hace así: el abandonado puerto de Arinaga que se construyó con dinero europeo y ahora está abandonado, lo que será el inútil puerto de Granadilla, las peligrosas regasificadoras en tierra o innecesarias segundas pistas de aeropuertos. En las alturas que estamos la noticia sería que algo en Canarias se hace bien porque debe ser así.
El NAP de Tenerife va a significar un punto de control de las transacciones electrónicas que las empresas deseen realizar con el Norte de África. La época del petróleo barato ha terminado para siempre y ante la crisis del sistema energético que se avecina empresas y compañías americanas se están blindando. En zonas del Sahara se encuentran yacimientos casi sin explotar y el control sobre estos es primordial. Lejos de ser un punto de comercio y desarrollo con África el NAP de Tenerife va a significar un punto de control empresarial, de espionaje industrial y de inteligencia militar. La historia de Canarias, entre otras cosas, se la puede identificar mediante el signo de que siendo un territorio controlado políticamente por España depende económicamente de potencias extranjeras. Por primera vez en la historia del Archipiélago se dan las condiciones de que, a través del autogobierno y del auge económico, se rompa esta regla para hacer de Canarias un territorio con recursos propios y avanzado a través de la investigación en I+D y de la potenciación de la energías alternativas y su proyección a todo el mundo. Los políticos de coalición canaria pretenden vender a la ultra derecha asesina y fascista norteamericana las Islas Canarias por su posición geoestratégica. El desembarco de las cámaras de comercio norteamericanas en el archipiélago y la construcción de ese NAP en Tenerife dan prueba de ello. Antes, cuando las aristocracias y burguesías locales entregaban nuestra tierra a potencias económicas a través del monocultivo, cochinilla, papas, vid, tomates o turismo, en el fondo hacían lo que mejor podían hacer: el atraso secular español era tan grande que en unas islas alejadas había que sobrevivir de cualquier manera. Por eso el canario siempre ha emigrado. Lo que está haciendo ahora coalición canaria, ceder nuestra posición estratégica al gobierno americano que ha demostrado ser el más sanguinario y asesino de la historia de la humanidad, es de una vileza tal que algún día podrá ser considerado como un genocidio, como el que durante décadas se ha estado ejerciendo sobre el Continente Africano. Durante estos días se ha dicho que los políticos de la coalición no saben dónde se están metiendo al permitir el desembarco yanki en nuestra tierra. A esta gentuza, sin embargo, el beneficio de la duda se les ha acabado hace mucho tiempo: sí saben dónde se están metiendo porque han demostrado estos 13 años de gobierno que por dinero hacen cualquier cosa.
En la idiosincrasia canaria existe un elemento que la hace particularmente desagradable, a mi es de lo que más me molesta de las personas: que se metan dónde no les llaman, que se dediquen a fisgar lo que hace el vecino y que quieran saber cosas que no les interesan. En La Gomera utilizan un apelativo que me parece que define completamente este carácter miserable: entrometido. Gente que trabaja en el cabildo de Tenerife me ha dicho que, según qué cosas, no se pueden decir por la red telefónica de esta corporación. Para eso utilizan sus móviles. En los pasillos hay cámaras de vídeo vigilancia. Por desgracia estas no entran dentro de los despachos, son para controlar al personal que anda por allí. Puede que ahora, con el NAP de Tenerife, coalición canaria consiga lo que no consigue el vecino obseso que pone el vaso en la pared para escuchar como hacen el amor la parejita de jóvenes estudiantes que se mudaron al apartamento contiguo hace un mes: escuchar nuestras consciencias y saber por qué hay gente que jamás podremos confiar el ellos. ¡Entrometidos, que son unos entrometidos!
Canarias Digital, 4 de julio de 2006.